Por Ma. Esther Galindo H.
Va llegando ya un nuevo año y aquí estamos para continuar con nuestra historia de vida, dejando atrás 365 días, ¡¡¡ 365 días !!! llenos de situaciones que ya forman parte del pasado y esto me hace pensar en la palabra de Filipenses 3:12-14 que llega como un consejo oportuno de lo que Dios escribió para nosotros a través de nuestro hermano Pablo para enfocarnos en lo porvenir:
“No es que ya lo haya conseguido todo, o que ya sea perfecto. Sin embargo, sigo adelante esperando alcanzar aquello para lo cual Cristo Jesús me alcanzó a mí. Hermanos, no pienso que yo mismo lo haya logrado ya. Más bien, una cosa hago:
olvidando lo que queda atrás y esforzándome por alcanzar lo que está delante, sigo avanzando hacia la meta para ganar el premio que Dios ofrece mediante su llamamiento celestial en Cristo Jesús”.
Filipenses 3:12-14
Pablo, nos es ejemplo de cómo obedeció al llamado de Dios con amor y pasión y una entrega total al servicio, aún así, no consideró haber alcanzado la meta o la madurez suficiente. Pablo, quien habiendo corrido fuerte y constante, habiendo sido fiel y obediente, nunca tuvo una actitud de orgullo como diciendo “ya hice lo suficiente” o “ya conocí lo suficiente de Cristo” sino con toda humildad, nos está enseñando una actitud, la de ser ambiciosos pero para la vida eterna, en vez de serlo para lo temporal de ésta vida.

Jesucristo dió Su Vida para salvarnos y ésta gran salvación tuvo un propósito, y es necesario que invirtamos nuestras vidas en este supremo llamamiento para que el propósito se complete. ¿Cómo? :
Sin volver atrás, sin extrañar lo que dejamos en este mundo sigamos el ejemplo del apóstol y dediquemos nuestras vidas a este gran llamado, nunca con una actitud de que ya hemos hecho lo suficiente, sino que hay mucho más que ganar.
Pablo nos explica cómo lograr este propósito: Fijemos nuestros ojos en Jesucristo
– Cuando venga el desánimo, cuando pases por valle de sombra de muerte: Avanza hacia le meta, no te detengas.
– Cuando se levante oposición: Avanza hacia le meta, no te detengas.
Anhelemos en éste nuevo año ver cada uno de sus 365 días como una nueva oportunidad para ser mejores para la gloria de nuestro Dios.
Que nuestra vida se distinga por el hambre de conocer cada día más a Jesucristo a través de Su Palabra que transforma, para bien, nuestras vidas y demostremos una ambición de lo eterno y lo espiritual que pueda inspirar a otros a anhelar llegar a la meta para nuestro encuentro con nuestro Creador.


Dios, Te suplico que me des las fuerzas suficientes para poder enfrentar mis problemas y mis necesidades. Por favor acompáñame en todas mis actividades en este día, bendice mi trabajo, ayúdame a vencer todas las dificultades y avanzar con paso firme en mi camino hacia la felicidad y la realización.
Por favor líbrame de todo mal, del peligro y del enemigo malintencionado, cubre mi vida y la vida de mi familia con tu manto y permítenos sentir tu divina presencia en cada momento y en todo lugar.
Amado Dios, en esta mañana te doy gracias por un nuevo día, por un nuevo comienzo, por las nuevas oportunidades y por las bendiciones con que Tú colmarás mi existencia. Te amo y confío en Ti, por eso te entrego todas mis obligaciones, pues sé que contigo a mi lado nunca me hará falta nada,
En el nombre de Jesús Amén.
Por Ma. Guanajuato G.
¡ Feliz Navidad y prospero Año !

Te invito a leer otro artículo mío:
Te invito a mi Iglesia en Interlomas en Jesús del Monte te dejo el enlace.








