Por Lourdes Salcedo C.

La mayoría de las parejas regresan de su luna de miel totalmente enamorados, pero cuando llega el primer conflicto, aparece también la primera reconciliación, dejando también una pequeña cicatriz. Y así llega el segundo, el tercero, etc.

Gradualmente estas diferencias suceden más a menudo debido a que voluntades y deseos chocan, llegando a provocar un verdadero infierno. Esto puede suceder antes o después del nacimiento de los hijos, y no mejora con el tiempo.

¿Qué papel juega el Espíritu Santo en éstos choques de voluntades y deseos?

Es necesario entender que el hombre y la mujer son diferentes y también que existen diferentes temperamentos en cada persona. El temperamento explica el por qué las personas actúan como lo hacen y consta de puntos fuertes, talentos y cualidades, y también de puntos débiles, y es aquí donde Dios quiere actuar.

Los temperamentos opuestos se atraen en el matrimonio y esto también incluye la oposición en el ámbito sexual.

Las personas elegimos a nuestras parejas y polos opuestos se atraen. ¿Por qué? Porque todos admiramos los puntos fuertes donde nosotros somos débiles. De aquí surge la admiración, de la admiración surge el amor y del amor surge el matrimonio.

Pero, ¿por qué los problemas?

Al regresar de la luna de miel nos damos cuenta que nuestra pareja no es perfecta, es más, tiene debilidades donde yo soy fuerte. Es por eso que empezamos a menospreciar y a criticar sus debilidades.

Es vital que aprendamos a aceptar las debilidades y virtudes de nuestra pareja y dejemos de intentar cambiarle. Solamente Dios la cambiará, si nuestra pareja quiere

Es esencial la aceptación total de nuestra pareja, Dios quiere que entendamos que tanto la aceptación como el cambio, se llevan a cabo sólo a través del Espíritu Santo.

Los principales problemas emocionales dentro del matrimonio son:

– Enojo, hostilidad y amargura.

– Temor, preocupación y ansiedad.

– Egoísmo

– Infidelidad

– Autorechazo

– Depresión

Estas son las áreas más comunes de problemas familiares, incluso en familias cristianas.

Dios en Su Palabra, nos da la guía necesaria para corregir cada uno de éstos problemas emocionales que nos dominan y afectan grandemente nuestro matrimonio.

La cura para cada uno de ellos, está en La Biblia y con la ayuda del Espíritu Santo, Dios nos dará la victoria.

He aquí algunos ejemplos:

Dios quiere que confesemos todo pecado y pidamos perdón

1 Juan 1:9

Aprender a dar

Mat.7:12

Hacer un pacto con Dios

Job 31:1

Cambiar nuestras actitudes hacia nosotros mismos

Mat.22:39

Si tú tienes algún o algunos de éstos problemas emocionales, es necesario renovar nuestra mente y vestirnos del nuevo hombre (Efe.4:22-24)

Cualquier hogar lleno del Espíritu Santo disfrutará de un canto en el corazón, de una actitud de agradecimiento y de un espíritu de obediencia.