
Por René Dubois
Es como si Mike fuese una versión 2.0 de la maldad de Rodrigo. Como si en él se concentrara todo lo malo de Rodrigo multiplicado por dos. Era como haber vivido lo mismo dos veces, la segunda amplificada.
Comenzaba a pensar que aquello era algo más que mala suerte, que de algún modo eso tenía que ver conmigo y de alguna manera lo estaba creando yo.
Me fui a tomar un café con mi amigo Coto, que había conocido a Mike, y me desahogué con él. Coto me escuchaba con atención y de pronto me soltó:
«Quien no aprende de su historia está condenado a repetirla».
Me quedé parada en seco, era el universo hablándome a través de Coto. De hecho a Coto en alguna ocasión posterior le recordé esa conversación y no se acuerda de haber dicho eso, pero la cuestión es que lo dijo y me hizo reaccionar.
Recuerdo otra conversación con mi amiga Mary, que me dijo al escuchar mis sollozos:
«Tía, no te quieres nada. No se trata de media naranja más media naranja, hay que ser una naranja entera.»
No sé si Mary lo recuerda, pero de ahí viene la inspiración para mi primera clave: naranjas completas.
¡Qué potente!, en ese momento se alzaba todo el universo frente a mí, la vida misma hablándome a través de mis amigos y dándome las pistas para mi despertar.
En realidad, la vida siempre me había acompañado y me había señalado el camino guiando generosamente mis pasos, pero yo estaba demasiado ocupada luchando como para percibir que todo era fácil. Estaba demasiado imbuida en los miedos de mi ego como para dejarme llevar, para ver más allá de mis narices.
Solo cuando el ser humano se ve sacudido por el sufrimiento y siente dolor dentro de sus entrañas es cuando comienza a hacerse preguntas. En ese momento comprendí la utilidad del sufrimiento, si no fuera por el sufrimiento seguiríamos escuchando la voz del ego, seguiríamos pensando que la felicidad está ahí fuera, en las cosas que podemos comprar o conseguir, seguiríamos pensando que nuestra felicidad está al lado de alguien…
pero cuando el sufrimiento nos sacude nos lleva a buscar, hacernos preguntas, a comenzar a mirarnos, a la introspección, a la responsabilidad, y nos lleva a buscar al causante de todo eso
¿Y quién es el causante de todo el sufrimiento que experimentamos?
El ego, el mísero ego con sus falsas promesas de felicidad. Así que gracias al sufrimiento lo desenmascaramos y le vemos la cara. Gracias a él nos movemos y comenzamos a buscar, y eso nos lleva a recordar quién somos realmente.
Gracias vida, gracias Coto, gracias Mary, gracias Mike, gracias Rodrigo por traerme hasta aquí y poderles escribir este relato y que les sirva de algún modo.
QUIEN NO APRENDE DE SU HISTORIA ESTÁ CONDENADO A REPETIRLA

«Aquellos que no aprenden nada de los hechos desagradables de la vida fuerzan a la conciencia cósmica a que los reproduzca tantas veces como sea necesario para aprender lo que enseña el drama de lo sucedido. Lo que niegas te somete; lo que aceptas te transforma»
Karl Gustav Jung Esta reveladora frase fue pronunciada por el gran psicoanalista suizo discípulo de Freud, Karl G. Jung, allá por 1930.
.
Jung no especificaba el formato, pero doy fe de que la vida va amplificando la experiencia, aumentando la intensidad del formato, y eso acababa de ocurrirme a mí; yo no me estaba enterando de algo y la vida estaba brindándome la misma experiencia amplificada
La vida está conectada con nuestro inconsciente y es como si estuviésemos creando nuestra propia realidad a nivel inconsciente.
¿Pero por qué iba yo a querer someterme a semejantes experiencias de devastación personal?
Como ya describió el psicoanálisis, en el iceberg de la personalidad solo un 7 % es consciente mientras que un 93 % es inconsciente. Somos una incógnita para nosotros mismos, sencillamente no sabemos quién somos, por eso es tan fácil que a veces nos perdamos en el juego de la vida, como me pasó a mí.
La cuestión es que la vida nos acompaña en el proceso de creación, y cuando comenzamos a fabricar basura desde nuestro ego la vida se encarga de repetirnos las experiencias amplificadas para que en lugar de seguir buscando fuera comencemos a buscar dentro de nosotros mismos.
Cito de nuevo a Jung: «Aquel que mira afuera, sueña. Quien mira en su interior, despierta».
¿Y si os dijera que tenemos todo el poder de revertir cualquier situación, ya que todas las estamos creando nosotros?

Las relaciones con tu pareja son instrumentos al servicio de la vida para nuestro autoconocimiento.
Una relación de pareja no está para hacerte feliz sino para hacerte consciente.
—Eckhart Tolle

Te invito a leer otro artículo mío.
NOTICIAS DEL REINO

Te invita a ver el siguiente video corto pero con gran contenido
