La vida es como un vapor.

Por Ariadna Trujillo

Así es la vida, un vapor, cada minuto cuenta, cada segundo es valioso, cada instante se convierte en un recuerdo.

 He aprendido que mis días no se vuelven a repetir, que hay personas que nunca me imaginé que ya no volvería a ver por pensar que siempre habría otra oportunidad, que muchas veces vi algunos días comunes pensando que seguirían siempre igual y no fue así. La vida cambia, y cada día que pasa ya no hay manera de regresarlo.

La vida es como un vapor, y mientras reflexiono en ello, me hice algunas preguntas que quiero compartirte. Mi oración es que esto también te ayude, te anime a cambiar los lentes con los que estás observando la vida.

¿Cuándo te animarás a hacer esa llamada que llevas posponiendo por meses?

¿Cuándo te atreverás a escribir ese “te extraño”?

¿Cuánto tiempo vas a esperar para hacer eso que Dios te dijo que hicieras?

¿Cuántas confirmaciones más necesitas?

¿Cuándo te atreverás a creer por encima de lo que tus ojos físicos ven?

¿Cuándo te atreverás a luchar por ese sueño que parece imposible, pero sólo requiere que des el primer paso?

Y la lista de preguntas puede seguir y seguir …

Sin duda sé que Dios nos lleva a tiempos de espera ¡¡¡lo sé!!! Lo he vivido y sé que no es cómodo, debemos de entender que hay procesos en la vida.

Para poder llegar a la letra “F” no me puedo saltar la “D”; hay procesos para pulir nuestro carácter, para ayudarnos a crecer, pero de igual forma hay decisiones que se deben tomar, cosas que sabes que las debes de hacer hoy y no dejar que siga pasando la vida.

No dejes que tus minutos pasen sin ser valorados, no dejes que los días pasen sin estar apasionado.

Dios nos ama y nos ha dado vida y nos ha dado todo lo que necesitamos para vivirla al máximo.

Mientras esté aquí, quiero que cada minuto cuente, quiero poder abrazar más intensamente, quiero poder decir más veces te quiero, quiero seguir sonriendo, quiero disfrutar mis lágrimas que caen del rostro, disfrutar lo soleado y lo nublado, el calor y el frío, poder decirle a Dios que le amo, quiero decir sí al plan de Dios, aunque a veces tenga incertidumbre, perdonar rápidamente, disfrutar de cada caminata, salir a más carreteras, a más lugares, quiero seguir cantando, volver a intentarlo. No puedo saberlo todo, pero puedo tener una actitud expectante.

La vida es como un vapor, disfruta al máximo.

La vida es como un vapor, mientras estés aquí sigue brillando.

Por último, y con esto me despido por hoy mientras reflexiono acerca de la rapidez de la vida. “He aprendido que en esta vida no sólo debemos regalar gracia a otros, de igual forma a nosotros mismos”.

Si te equivocaste vuelve a intentarlo, piénsalo una vez más “la vida es como un vapor”.

14cuando no sabéis lo que será mañana. Porque ¿ qué es vuestra vida? Ciertamente es neblina que se aparece por un poco de tiempo, y luego se desvanece.

Santiago 4:14 RVR 1960