Por Lourdes Salcedo Cárdenas
La palabra amor ha sido motivo de confusión en nuestros días debido a la gran diversidad de significados: Amor como atracción sexual; amor como romance; amor como una gran lealtad familiar.; amor como una amistad indestructible, etc.
Nuestro lenguaje es distinto al griego, donde encontramos una gran variedad de palabras que denotan un significado exacto y fue usado para escribir el Nuevo Testamento.
El griego del Nuevo Testamento tenía por lo menos cinco palabras para distinguir y definir los diferentes aspectos del amor dentro del matrimonio.
Estas cinco palabras griegas hablan de una relación plena de amor, no puedes escoger una y descartar otra, cada una es base de la otra, cada una apoya a la otra, cada una es diferente.
En estas cinco palabras está relacionado lo físico, lo emocional y lo espiritual; que son procesos que se apoyan al amar.
Las cinco palabras son:
1. Epithumia (Deseo sexual)
2. Eros (Romance)
3. Storge (Comodidad, el don de pertenecer)
4. Phileo (Filial)
5. Ágape (Desinteresado)
En este artículo veremos el primer tipo de amor que debe existir dentro del matrimonio:
“Epithumia o Amor Sexual” El significado de la palabra Epithumia, es deseo. Significa también, anhelar, poner en el corazón y codiciar.
Cuando hablamos de Epithumia dentro del matrimonio, nos referimos a deseo. En el matrimonio, el esposo y la esposa deben tener un fuerte deseo físico el uno por el otro que se exprese en el deleite de hacerse el amor.
El aspecto sexual no es el más importante de la relación matrimonial, pero sí es un indicador de la riqueza del matrimonio.
El plan de Dios, es que tú disfrutes de una aventura amorosa que dure toda la vida, incluyendo el área sexual.
El diseño de Dios es maravilloso: “Una sola carne”.
En (Heb. 13:4)
4Honroso sea en todos el matrimonio, y el lecho sin mancilla; pero a los fornicarios y a los adúlteros los juzgará Dios.
Dios habla de una unión matrimonial honrosa y sin mancha. En este versículo, la palabra “lecho”, en griego “coitus”, significa relación sexual.
El plan de Dios, es que ambos disfruten de una gozosa expresión de amor. Sin mancilla, que significa no pecaminosa, no sucia, sino honrosa. El mundo dice que la Biblia prohíbe los placeres, en tanto que Dios te dice que los disfrutes.
La relación matrimonial se afecta totalmente por la relación total correcta o incorrecta. Por lo tanto, un problema sexual no puede pasarse por alto.
En cuanto a lo espiritual, cuando los dos se mueven el uno hacia el otro en sentido físico y emocional, también lo deben hacer en sentido espiritual. Estudien juntos la Biblia, oren juntos, y compartan lo que Dios está haciendo en sus vidas. El amor físico los atraerá hacia Dios, y la unión espiritual hará que el amor se manifieste en todas direcciones. ¡INTÉNTALO!
En mi próximo artículo te hablaré del amor EROS, el amor romántico.
¡¡¡No te lo pierdas!!!
AMADO DIOS
En esta mañana me acerco hasta Ti, con un corazón devoto y esperanzado, para darte gracias por regalarme este nuevo día.
Gracias por permitirme despertar con vida, con ilusión y con mi espíritu dispuesto a recibir tu amor. Hoy me acerco a Ti con humildad, pero también con fe, con la certeza de que si Tú estás conmigo, nada me faltará.
Te pido, Señor, que este día esté lleno de paz. Esa paz que solo Tú sabes dar, esa paz que calma tormentas internas, que disuelve el miedo y que llena de serenidad cada rincón del alma. Permíteme caminar con tranquilidad, tomar decisiones desde la calma y vivir este día con el corazón en armonía.
Derrama sobre mí tu felicidad, Dios bueno. Que pueda sonreír con gratitud, que encuentre belleza en los detalles simples y que cada momento del día me acerque más a tu presencia. Líbrame de todo pensamiento negativo, y si surge alguna tristeza, recuérdame que Tú estás conmigo y nunca me abandonarás.
Padre Celestial, en esta oración también elevo mi intención por mi hogar y mi familia. Por favor fortalece nuestros cuerpos, bendice nuestras mentes y llénanos de energía para cumplir con nuestros deberes y avanzar con entusiasmo hacia nuestras metas. Que todo lo que hagamos hoy sea fructífero, lleno de propósito y guiado por tu sabiduría.
Y sobre todo, Dios mío, no me dejes solo. Acompáñame en cada paso. Sé mi guía, mi escudo, mi luz y mi refugio. Sana mis heridas, salva mis pensamientos de la desesperanza, y prospera mi vida en todos los sentidos: espiritual, emocional y material. Que este día sea una prueba viva de que, cuando Tú estás presente, todo es posible.
Amado Dios, gracias por tu amor, por tu fidelidad y por bendecirme más de lo que merezco. Sé que en tu compañía, hoy será un día maravilloso de prosperidad, bienestar, felicidad y grandes milagros.
En el nombre de Jesús Amén.
Por Ma. Guanajuato González Castañales.
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