En camino a la Libertad, El origen de la esclavitud

Por Jordi Morales Cos

Los seres humanos como creación del Padre fuimos diseñados para vivir en completa Libertad y el propósito de está es hacernos caminar en la presencia absoluta de Dios, experimentando su poder de bendición sobre todo lo que existe;

sin embargo vivimos en un mundo que ha sido corrompido por la maldad donde a través de egoísmo, orgullo, lucha de poder entre otros defectos se ha arrebatado la libertad al hombre haciéndolo vivir en una condición de esclavitud.

En otras palabras el ser humano ha esclavizado al propio ser humano con daños en el pasado e idealismos, es decir, las personas viven esclavizadas en su mente por lo que han aprendido en el mundo como se menciona en:

“todas las cosas son puras para los puros, más para los corrompidos e incrédulos nada les es puro; pues hasta su mente y su conciencia están corrompidas.”

Tito 1:15

En este momento te estarás preguntando:

¿Cómo se corrompe la mente y el alma?

Esto sucede a lo largo de la vida con cualquier acontecimiento que dañe nuestra personalidad, en ocasiones son palabras declaradas hacia nosotros como:

“Tú nunca vas a lograr nada en la vida”, “Eres un inútil”, “No eres suficiente”, “te odio”  entre otras frases que seguramente vienen a tu mente en este momento porque se te quedaron grabadas en la mente;

también se corrompe el alma por situaciones  como el abandono, la traición de un ser querido, la ofensa, la perdida de alguien cercano  entre otras más que nos hacen sentir rechazo, vergüenza, resentimiento o miedo.

Estos acontecimientos nos rompen por dentro y se empiezan a generar pensamientos y conductas para no ser lastimados más, pero sin darnos cuenta estas acciones nos van esclavizando alejándonos de la presencia de Dios y de su perfecta voluntad, llegando a vivir como dice:

“Al hombre le parece bien todo lo que hace, pero el Señor es quien juzga las intenciones.”

Proverbios 21:2

es decir, nos aferramos a lo que consideramos bueno e impedimos que Dios actué en nuestra vida, a tal grado de creer que el obrar de Dios es descabellado o insensato y preferimos resolver  o sanar nuestra alma corrompida como mejor nos parezca, cortando así la libertad definitiva que el Espíritu Santo nos da.

“No hagan que se entristezca el Espíritu Santo de Dios, con el que ustedes han sido sellados para distinguirlos como propiedad de Dios el día en que él les dé la liberación definitiva.  Alejen de ustedes la amargura, las pasiones, los enojos, los gritos, los insultos y toda clase de maldad.” 

Efesios 4:30-31 DHH

Un corazón corrompido es un corazón esclavizado. 

Te aleja de vivir la libertad de Dios, pues mientras su voluntad dice que vivas en paz tu mente se aferra a la amargura, mientras su palabra dice que busques el bien tu sentimiento de venganza busca la maldad, mientras Dios te guía al perdón tu alma quiere odiar; es por esta razón querido lector que si buscas libertad es necesario que te despojes de tu manera de pensar, sólo la vas a encontrar  en la verdadera voluntad de tu Creador, libera tu mente corrompida y dale al Espíritu Santo libertad de actuar en tu vida.

Él te librará de este mundo corrompido y te hará vivir en el mundo espiritual donde sólo su presencia basta.