¿Crees que tienes inflamación?

Por Paola Kegel

La inflamación es la base de muchas enfermedades como el Alzheimer, el cáncer y la artritis. Hay dos tipos de inflamación, aguda y crónica.

La inflamación aguda es cuando hay una infección, hinchazón y enrojecimiento; el cuerpo se prepara para atacar a un agente patógeno, y su objetivo es destruir el agente dañino y reparar.

La inflamación crónica, por el otro lado, es el tipo de inflamación que no duele, ya que está por debajo del umbral del dolor, por lo que puede pasar desapercibida.

Se da ante una exposición prolongada a un agente tóxico, por ejemplo, cuando se está expuesto constantemente a aditivos que se ingieren en los alimentos, o la presencia de un virus que está en el organismo, que estimula constantemente el sistema inmune y esto a la larga desencadena enfermedades autoinmunes.

La aterosclerosis, la resistencia a la insulina, la diabetes, las enfermedades neurodegenerativas, así como las enfermedades autoinmunes, el síndrome premenstrual, son todas causadas por inflamación crónica.

Las causas de la inflamación crónica pueden ser varias: Mala alimentación, sedentarismo, sobrepeso u obesidad, virus y bacterias; desequilibrios en la microflora, exposición a tóxicos en los alimentos, como mercurio, aditivos, conservadores, hormonas, pesticidas, contaminación y estrés.

El estrés constante, genera una producción de cortisol elevada que provoca eventualmente un cese en su producción y viene la fatiga crónica. Además, el estrés provoca alteraciones en la microflora que causan disbiosis o desequilibrios en las bacterias del intestino.

Estos desequilibrios promueven el paso de sustancias que no deberían pasar al intestino, esto se conoce como intestino permeable.

6 pasos para prevenir la inflamación:

1.-Evitar gluten: El gluten es una proteína presente en los granos, pero específicamente el del trigo es muy inflamatorio, por eso se deben preferir cereales como centeno, avena, quinoa y amaranto que son menos inflamatorios.

2.-Consumir alimentos naturales, sin conservadores, hormonas, pesticidas, y evitar pescados con altos contenidos de mercurio como atún.

3.-Elevar el consumo de antioxidantes a partir de frutas y verduras de diversos colores, de preferencia crudos y los que se puedan con cáscara para aumentar el consumo de fibra, omega 3 de pescado, linaza y chía; grasas de frutos secos, aceite de oliva y aceitunas. Incluir frutos rojos, cúrcuma y jengibre que son antiinflamatorios.

4.-Evitar azúcares refinados y harinas refinadas. Preferir harinas integrales.

5.-Hacer ayuno 16/8 un par de veces a la semana para mejorar la función celular, promover la desintoxicación y los canales de depuración, así mismo, tomar muchos líquidos para ayudar a riñones, piel, hígado a eliminar toxinas del cuerpo.

6.-Disminuir el estrés mediante técnicas de respiración, relajación y meditación.