
Por Eduard Cohen
Seamos honestos, muchas veces nos paralizamos ante nuestras metas, porque simplemente desearíamos que los obstáculos no estuvieran ahí. Cada obstáculo es único para cada persona, por supuesto, pero todos provocan lo mismo: miedo, frustración, bloqueo, confusión, impotencia, depresión, rabia…
Esto nos bloquea, no hacemos nada y culpamos a factores externos: el jefe, la economía, los políticos, otras personas, o simplemente, concluimos que nuestras metas son imposibles. Pero aquí os traigo una buena noticia, porque resulta que lo único que se necesita para superar los obstáculos depende solamente de nosotros: nuestra actitud y enfoque.
Percepción
Todos nos vamos a encontrar obstáculos producidos por factores ajenos a nosotros, justos e injustos. Esto es un hecho. Pero lo importante no son los obstáculos en sí, sino nuestra actitud y reacción hacia ellos, o sea, nuestra percepción.
Disciplina de la percepción
Los obstáculos nos van a provocar las emociones que hemos mencionado anteriormente, y se necesita disciplina para controlarlas. Pero hacerlo merece la pena. Porque el resultado es, la realidad. Donde otros sientan excitación o miedo, nosotros seremos imperturbables y veremos las cosas como verdaderamente son: ni malas ni buenas.
Esto nos dará una increíble ventaja para superar los obstáculos.
Veremos las cosas como verdaderamente son: ni malas ni buenas.
Ryan Holiday
Los humanos estamos predispuestos a detectar amenazas o peligros que ya no existen. Piensa en esos nervios que sentimos cuando nuestro jefe o un compañero nos grita. Nuestra seguridad física no está realmente en peligro, y lo más probable es que no haya violencia, pero el sentimiento es como si la fuera a haber.
Ahora que hemos razonado esto, podemos elegir entre dejarnos llevar por esos sentimientos primitivos, o entenderlos y aprender a gestionarlos. Sí, es cierto, es fácil de entender y difícil de practicar. Pero piensa que la reacción del jefe no está bajo nuestro control, eso no depende de nosotros, nuestra reacción sí.
Y ya que tenemos el poder de controlarla, ¿por qué no lo hacemos a nuestro favor?
Por ejemplo: si un proyecto en el que hemos invertido mucho tiempo, esfuerzo y dinero falla, lo podemos percibir como un desastre y tirar la toalla, o como una oportunidad para mejorar fallos que, solo podían ser descubiertos gracias a la experiencia. Nosotros elegimos.
Para mejorar en la disciplina de la percepción podemos enfocarnos en:
- Ser objetivos
- Controlar las emociones
- Ver el lado bueno de cada situación
- Y sobre todo, centrarnos en lo que podemos controlar
Acción
En la vida no importa que ocurre o donde vivimos. Lo que importa es qué vamos a hacer con ello, y si lo vamos a usar a nuestro favor.
Esto vuelve a ser fácil de entender y difícil de practicar, pero es la realidad. Lo que ya ha ocurrido no se puede cambiar. Por lo tanto, una vez ajustada nuestra percepción, nos toca pasar a la acción, y cómo no, con disciplina.
La disciplina de la acción
La disciplina de la acción es la energía y creatividad que usamos para superar los obstáculos.
Aquellos que consiguen grandes cosas, por descontado, han tenido que superar grandes obstáculos, y la forma de hacerlo es empezando. Aunque sea de cualquier forma y con bajas expectativas. No les importa que las condiciones no sean perfectas, porque saben que una vez que ganen inercia, lo harán funcionar. Han formado la disciplina de pasar a la acción.
Eso sí, hay un detalle. Empezar es el inicio, es necesario. Pero una vez hemos empezado, respondamos a esta pregunta:
¿Podríamos estar haciendo más?
La respuesta es normalmente que sí. Como mínimo podríamos esforzarnos más. La disciplina de la acción también conlleva poner todo nuestro esfuerzo en superar los obstáculos que se nos pongan por delante.

Practica la persistencia
Thomas Edison, no era el único que estaba experimentando con luces incandescentes. Pero él experimentó con 6000 filamentos diferentes hasta dar con el que era comercialmente.
Con esto introducimos la idea de, practicar la persistencia. Hemos trabajado la percepción, hemos empezado y hemos puesto todo nuestro esfuerzo,
¿tenemos ahora la persistencia de ajustar nuestras ideas tras los primeros fallos?
Salvando aquello que es verdaderamente imposible, una vez comencemos a superar un obstáculo, desistir no es una opción.}
Prepárate para que nada funcione.
A pesar de tener una buena percepción y actuar correctamente, podemos fracasar igualmente. Eso también es una opción, algunos obstáculos pueden resultar imposibles de superar.
Pero esto no tiene por qué ser algo malo. Podemos darle la vuelta al obstáculo y usarlo para practicar otra virtud. Recuerda el proyecto fallido del que hablamos antes, podemos aprender de él. O por ejemplo, si alguien querido nos hiere, podemos practicar el perdón. Y como recurso final, siempre podemos practicar la humildad y aceptar que las cosas ocurren y punto. Lo cual nos lleva al tercer paso, la voluntad.
La voluntad
Nos pueden confundir con la percepción, nos pueden impedir físicamente pasar a la acción, pero la voluntad es un poder que no puede ser afectado por el mundo exterior. La voluntad es la fuerza interna para aceptar y gestionar la dificultad.
La disciplina de la voluntad.
La disciplina de la voluntad se trata de la sabiduría y la fortaleza última que nos permite darle la vuelta a los obstáculos que son imposibles de superar. Porque en el fondo vivimos en un mundo impredecible, y la voluntad nos permite reajustarnos ante los imprevistos para prosperar y ser felices a pesar de ellos.
Construye tu ciudadela interior
La filosofía estoica, tenía una metáfora para entender cómo encajar estos imprevistos: Construir nuestra ciudadela interior. Se trata de trabajar en nosotros mismos, haciéndonos más fuertes física y mentalmente, porque somos conscientes de los imprevistos. Seguiremos esperando que nunca lleguen, pero la diferencia es que estaremos preparados si lo hacen.
No nos podemos permitir escondernos de las cosas que nos intimidan y no es necesario pasar por alto nuestras debilidades. Más tarde o más temprano aparecerán y es mejor estar preparados.
Medita sobre tu mortalidad
Como última reflexión, hablemos de la muerte. Sí, es un tema delicado, normalmente no queremos hablar de ella. Sin embargo sabemos que es segura. Por lo tanto, ¿no sería mejor también hacer buen uso de ella?
Reflexionar sobre la mortalidad no tiene que ser depresivo, sino todo lo contrario.
Nos da otra perspectiva y una sensación positiva de urgencia: al recordar que vamos a morir, nos ayudará a tratar nuestro tiempo como un regalo.
Y si incluso nuestra propia mortalidad tiene algún beneficio,
¿Cómo nos atrevemos a decir que no podemos sacar beneficio de cualquier otro obstáculo en la vida?
“Lo que se interpuso en el camino se convirtió en el camino.”
“Lo que impedía la acción de alguna forma nos avanzó hacia ella.”
Marco Aurelio
REFLEXIÓN

Un peregrino que había renunciado a todos los bienes materiales arribó a las afueras de una aldea h acampó bajo un árbol para pasar la noche.
De pronto llegó hasta él un habitante de la aldea y le dijo que le entregaría una joya que guardaba.
Y agregó: “El Señor Shiva se me apareció en los sueños me aseguro que si venía a las afueras de la aldea encontraría a un ser iluminado que me daría una piedra preciosa y me haría rico para siempre”.
El peregrino rebuscó en su alforja, extrajo un diamante, y dijo: “Debe ser éste”.
El de la aldea tomó la piedra preciosa y se quedó asombrado por el enorme tamaño. “ Soy el más rico”.
Pero cuando se acostó, no pudo dormir. Pasó la noche dando vueltas en la cama.Al día siguiente, cuando apenas amaneció, fue a despertar al peregrino que dormía bajo un árbol y le comento:
“Dame la verdadera riqueza, aquella que te permitió desprenderte con tanta facilidad de la piedra preciosa.
Ésa es la que yo quiero”
—De Mello
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