En ocasiones estamos esperando alguna respuesta o estamos pasando por situaciones difíciles que creemos que no hay salida, o que nunca saldrá el sol; tocas una puerta, y está cerrada, sigues intentando y ninguna puerta se abre; nos desesperamos y creemos que no hay solución.
En la Palabra de Dios, nos enseña en el libro de Mateo, capítulo 7, versículo 7 y 8, que, si tocamos la puerta correcta, será abierta.
Pedid, y se os dará, buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá. Porque todo aquel que pide, recibe; y el que busca, halla; y al que llama, se le abrirá.
S. Mateo 7:7-8
Pero en ocasiones se nos olvida estas porciones de la Palabra de Dios.
Cuando ahí tenemos las respuestas, al que llama, se le abrirá, y el que busca, encontrará. Querido amigo (a), hermano (a), ¿por qué no dejar todas nuestras cargas y aflicciones en las manos de nuestro amado Dios?
¿Acaso es más fácil vivir preocupado, que vivir confiado en el autor y consumador de la Fe?
En el libro de Hebreos 11:1 nos habla que la Fe es la sustancia de lo que no se ve, pero la convicción de lo que se espera.
Cuando más veamos que la noche es más oscura y densa; créeme, es porque ya viene el amanecer; porque Dios ya tiene esa respuesta que pedíamos.
Quizás estás atravesando una mala situación en tu vida, y todo tu entorno lo ves gris y con matices negros; puedes llegar a pensar,
“Dios no me oye, no me escucha, ya se olvidó de mí”, pero créeme, no es así; algo que comprendí hace un tiempo y hoy te lo comparto es…
Cuando Dios está en silencio, es porque está trabajando a favor de tu vida, a favor de esa mala situación, de esa mala racha que tienes; pero estamos tan sumergidos en esa situación difícil, que no percibimos los Cantos de Gracia que Dios nos habla.
Esa voz que dice, ¡Hijo mío, yo te amo! ¡Di a mi Hijo para que tengas vida! ¡Y vida eterna!
La Palabra de Dios nos habla en el libro de San Juan: Estas cosas os he hablado para que en mi tengáis paz. En el mundo tendréis aflicción;
pero confiad; yo he vencido al mundo.
S. Juan 16:33
¡¡Wou!!
Nuestro Amado Señor Jesús nos deja esa enseñanza, no debemos vivir con preocupaciones, ni afligidos, porque Él venció al mundo.
Aunque las puertas estén cerradas y no veas solución a esa situación difícil, Dios tiene el control de todo, y las puertas que Él abre, nadie las cierra.
Así que, si estás pasando un mal momento, tranquilo, Dios te dará la respuesta, en su tiempo perfecto.
¡¡El tiempo de Dios es perfecto!!
REFLEXIÓN
Photo by Arthur Brognoli
El señor permite adversidades para que las resolvamos y solucionemos con la herramienta más poderosa certera y de convicción que poseemos nuestra fe,
Alineando lo que dices con lo qué haces.
Salta a ser tú plenamente.
No dejes que alguien te limite, si tienes un sueño es una obligación protegerlo.
Las personas que no son capaces de hacer algo por ellos mismos, te dirán no podrás lograrlo, ¿Quieres algo ?
Ve por ello.
Buscamos afuera mendrugos de amor, aceptación y seguridad, mientras llevas adentro un tesoro que no solo incluye todas esas cosas,
si no que infinitamente mayor que todo lo que el mundo te puede ofrecer,
es simplemente el estado natural de sentir la unidad con Dios.
Reclama tu esencia divina, conéctate con Su sabiduría, inteligencia y amor y permítete creer, obedecer y reverenciarlo.
“Por eso, de sus riquezas maravillosas mi Dios les dará, por medio de Jesucristo, todo lo que les haga falta.” Filipenses 4:19 TLA