Con este entendimiento encontraremos fácilmente nuestra realidad.

Por Víctor Cota E.

Llegamos a una edad donde nos damos cuenta de lo que somos y a veces no nos gusta, ya que lo que somos es solamente el resultado de lo que hemos priorizado en nuestra vida, y por lo tanto con este entendimiento encontraremos fácilmente nuestra realidad de lo que estamos viviendo, bueno o malo.

Siempre al darnos cuenta que nos falta algo, es porque el tiempo que se debió haber dado para tener un fruto deseado fuera una realidad en nuestras vidas no lo es, por ejemplo, una pareja y una relación con mucho amor, relaciones estrechas con amigos, finanzas estables, carreras profesionales que estén dejando legado y trascendiendo, y otras cosas más.

Y es entonces cuando tenemos un vacío por no haber producido el fruto esperado.

Este vacío es generado cuando no estamos conscientes de lo que hacemos cada día en todas las áreas de nuestra vida, porque lo hacemos sin pensar y en automático, porque somos infantiles, es decir, no queremos asumir ninguna responsabilidad en algunas áreas de nuestra vida;

porque vivimos dormidos o de manera coloquial, como Zombies; llevados a un destino que no queremos, pero al no tomar el control de nuestras vidas, llegamos a una situación de vida no deseada por ser perezosos, negligentes y descuidados.

¿Y por qué pasa esto?

Es porque nuestra vida es como una semilla que germina en un fruto, ya que todo lo que hacemos en esta vida tiene consecuencias y es relevante e impacta siempre en un futuro próximo y muchas veces en el futuro lejano.

Lo que hacemos recurrentemente será una semilla que germinara en un fruto, que es el resultado de nuestro enfoque, pensamientos y acciones diarias. El fruto obtenido no es el resultado de una casualidad, por esto debemos asumir nuestra responsabilidad de los resultados obtenidos y de los

En Mateo 6 vemos la razón:

6:21 Porque donde esté vuestro tesoro, allí estará también vuestro corazón.

6:22 La lámpara del cuerpo es el ojo; así que, situ ojo es bueno, todo tu cuerpo estará lleno de luz;

6:23 pero si tu ojo es maligno, todo tu cuerpo estará en tinieblas. Así que, si la luz que en ti hay es tinieblas, ¿cuántas no serán las mismas tinieblas?

Nuestra vida es un proceso, lo que significa que creamos un sistema de vida que tiene acciones recurrentes que nos definen nuestro carácter y personalidad cada día, este proceso podría estar siendo optimizado, para que en cada interacción que hagamos, obtengamos un producto de mejor calidad, pero si este en proceso está fuera de control siempre, el resultado será un producto mediocre, ya que las variables que lo generan , que son nuestros pensamientos, disciplina y enfoque, no tienen una visión o una dirección.

Por lo que tendremos una vida de pareja en discordia, unas finanzas destruidas, relaciones rotas, pobre salud, carreras profesionales sin rumbo, estudios incompletos, viviendo en pasiones desenfrenadas, y terminando con vacíos que nos generan depresión y tristeza.

Nuestros resultados dependen de nuestra capacidad de poner límites y controles para que estas variables, es decir, los ingredientes que pones en la vida, al ser mezclados, estos produzcan el efecto deseado, si no lo hacemos, las variables críticas de nuestra vida darán resultados negativos.

Las variables que impactan nuestra vida están expuestas al entorno en el que nos desarrollamos.

Es por esto que demos tener la capacidad de saber que queremos o no queremos, la capacidad de observar y entender el por qué de cada efecto; para poder tener el entendimiento de cómo corregir nuestras acciones para no caer en los mismos errores, o en el caso contrario, generar un efecto virtuoso para mejorar el resultado.

Y es aquí donde la madurez de nuestro carácter en la toma de decisiones es de suma importancia para poder actuar en cada momento de nuestra vida. Sin esta capacidad de entendimiento del por qué hacemos las cosas, dejaremos que nuestras decisiones dependan de nuestras emociones, sentimientos o pasiones, y así no tendremos el control del rumbo de nuestra vida.

Muchas veces los paradigmas creados por ideas, erróneamente establecidas en nuestras mentes, nos hacen actuar de manera incorrecta sin pensar en los efectos que ocasionamos en nosotros mismos.

Otro punto crítico para tener vida en descontrol, es la falta de enfoque al tener muchos distractores y dejar que nuestra vida sea manejada por los vientos del mundo, es decir, las pasiones, los vicios, la necesidad de ser aceptado, o por falta de una idea clara de quién somos y qué queremos ser.

Si nos mantenemos firmes en una visión de lo que queremos que nuestra existencia sea, podremos llevar una vida a buen puerto, con paz, tranquilidad, gozo y sabiendo que estamos en el camino correcto aún y cuando tengamos pérdidas en el corto plazo, sabiendo que en el largo plazo saldremos adelante transformando nuestra existencia en favor de esa imagen de nosotros que nos hemos establecido.

En el proceso de nuestra vida debemos establecer marcos de referencia donde pongamos límites y establezcamos controles y condiciones para determinar nuestro diario actuar a manera que las circunstancias nos dicten nuestras decisiones.

Debemos estar siempre atentos y observar lo que está a nuestro alrededor, que nos afecta y que tenemos que hacer para cambiar una conducta no deseada.

Debemos priorizar lo que es importante para nosotros, y debemos saber que el proceso de lograr una vida de excelencia requiere disciplina, diligencia para mantener una firmeza en nuestro proceder y que no sea la satisfacción inmediata lo que nos mueva. Para poder alcanzar una disciplina y un enfoque, es necesario tener un propósito de altísimo nivel para poder hacer las cosas a un nivel de excelencia

nos hemos hecho conscientes de lo que queremos para nosotros, porque el camino, la verdad, y la vida.

Necesitamos un modelo a seguir, y este es Cristo; porque tratar de recrearlo desde la perspectiva humana, obtendremos una imagen limitada de lo que estamos llamados a ser en esta vida.

Sigamos a nuestro creador, porque esta será la imagen de lo que debe ser nuestra.

Debemos saber que, si lo buscamos, lo encontraremos.

Y me buscaréis y me hallaréis, porque me buscaréis de todo vuestro corazón.

Jeremías 29:13

¿Por qué?

14:5 Le dijo Tomás: Señor, no sabemos adónde vas; ¿cómo, pues podemos saber el camino? 14:6 Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, la vida; nadie viene al Padre, sino por mí.

Juan 14:16

Sólo siguiendo los pasos y el modelo de vida que Dios, a través de la vida de Jesús nos presenta, tendremos éxito en alcanzar nuestra realización en todas las áreas de nuestra vida.

Y ya no tendremos vacíos porque seremos plenos. Debemos entonces desarrollar una relación íntima con nuestro creador, para seguir su dirección y vivir conforme a sus enseñanzas.