Por Mariant Peña Nava

Cuando Dios nos elige para darnos un ministerio dentro de la iglesia y dentro de nuestro hogar, empieza a hablarnos amorosamente como un padre a su hijo, y de manera natural nos va llevando aparte para darte a conocer sus secretos:
Pero he aquí que yo la atraeré y la llevaré al desierto y hablaré a su corazón.
OSEAS 2:14
Es con mucho cuidado y por medio de Su Espíritu que nos va atrayendo hacia Él, con esos lazos llenos de amor, que solamente Él puede usar; así lo hizo con Moisés, con Elías, con Óseas, e incluso con el Señor Jesús, cuando pasa cuarenta días en el desierto antes de proclamar el Reino de Dios.
En las escrituras vemos que cada persona a la que le es otorgado un ministerio, este, generalmente está precedido por un retiro en el desierto.
En la época de Óseas, los israelitas estaban bajo la influencia de la religión y cultura de los cananeos; esos ritos mediante los cuales suplicaban a los dioses, eran obscenos, licenciosos e inmorales; y aunque los israelitas habían hecho un pacto con Dios en el Sinaí, de ser un pueblo santo para Dios, se habían hundido profundamente en las prácticas de los cananeos, cuya vida debían de haber rechazado.
Óseas enseñó, que, aunque, habían sido infieles a Dios, Él no se divorciaría de ellos, ni los expulsaría, siempre y cuando volvieran a Él.
Aunque Óseas habla a una nación, este mismo principio se aplica a nosotros; que, siendo infieles a Dios, podemos volver a tener una relación con Él, siempre y cuando volvamos a Él con sinceridad y con todo nuestro corazón.
Quizá te preguntes, ¿por qué Dios elige un desierto, un lugar árido, áspero, en donde no hay nada? Porque, es precisamente en el desierto donde podemos ver nuestras limitaciones y nuestra pobreza de Espíritu, antes de ver la mansedumbre y el amor de nuestro Padre.
El desierto es un lugar seco; esto nos indica que quizá algún área de nuestra vida espiritual está seca, y es precisamente ahí donde Dios forjará y hablará a nuestro corazón para formar el carácter en cada uno de nosotros.



Es en el desierto donde Dios quiere hablarte, esperando que lo escuches; pero en muchas ocasiones, tus ocupaciones, tus quejas, y tus problemas te tienen afanado, al grado de no escuchar la voz de Dios.
Sin duda, Dios permite que lleguemos a ese desierto para hablar fuertemente a nuestro corazón, porque muchas veces no hay forma de que lo escuchemos; a menos de que nos pase por ese desierto, en donde no hay nada, sólo a Él a quien recurrir.
Sólo Él sabe lo que hace, porque Él tiene el control de todo; y si…
¿hoy estás en el desierto?:
Calla y escucha lo que Dios quiere decirte; deja de quejarte.
Calla y escucha lo que Dios quiere hablar a tu corazón, porque sólo Él sabe lo que tienes guardado y retenido en ese corazón.
Déjate llevar, porque estoy segura de que Dios tiene mucho que decirte y enseñarte; mucho que ministrarte; sólo calla y déjate enamorar por Dios.
” SÓLO EN DESIERTOS SILENCIOSOS, DIOS ENAMORA Y HABLA A TU CORAZÓN”


Dios de mi corazón, quiero aprender a vivir como Tú lo deseas, quiero recibir mucho amor de los que amo, también quiero ofrecer amor sin temores, como ese amor que Tú nos das cada día.
Gracias porque por medio de los que nos rodean aprendo a ser humano, íntegro y dispuesto a tener el corazón siempre abierto. Enséñame a compartir lo que soy y lo que tengo, que no me apegue a mis cosas ni las guarde egoístamente, sino que aprenda a ofrecerlas, para que todos puedan disfrutar con lo que he recibido.
13Cuando venga el Espíritu Santo, él les dirá lo que es la verdad y los guiará, para que siempre vivan en la verdad.
Él no hablará por su propia cuenta, sino que les dirá lo que oiga de Dios el Padre, y les enseñará lo que está por suceder.
Mateo 16:13
Gracia y paz a todos. de Dios nuestro Padre y en el nombre de Señor Jesús. Amen 🙏🏻
!Hola Bienvenido¡


Dios te guarde y te llene de bendiciones
¡ Gracias !




