Los tres deberes principales de un hijo de Dios.

Por Lourdes Salcedo CárdenaS

CONTENIDO CRISTIANO

Evangelio significa “las buenas nuevas”. Las buenas noticias que Dios tiene para los hombres y mujeres del mundo.

Cuando una persona nace de nuevo, cree en el Evangelio, pues su vida es totalmente transformada.

Ahora, como un verdadero hijo de Dios, tengo la responsabilidad de ir con las personas que no conocen a Dios y compartirles cómo Dios ha transformado nuestra vida. Pero también es una gran responsabilidad vivir de acuerdo a lo que Dios nos ha enseñado a través de su Palabra.

La Biblia es la solución absoluta en la vida de los creyentes, y puede ser también, para aquellos que no conocen a Dios. En ella, Dios nos dice que nos ama con amor eterno.

3Jehová se manifestó a mí hace ya mucho tiempo, diciendo: Con amor eterno te he amado; por tanto, te prolongué mi misericordia.

Jeremías 31:3

Satanás se empeña día a día en que el hombre no vea la luz del Evangelio; y lo ha logrado. Podemos observar a nuestro alrededor personas que viven vacíos, infelices, y sin una razón por la cual vivir.

Todas las personas de este mundo están buscando ser felices, pero se frustran al no encontrar motivos eternos por los cuales vivir.

Los creyentes hemos encontrado esa razón, pues hemos sido perdonados, salvados; y hoy disfrutamos una nueva vida.

Pero Dios hace un llamado a todos sus hijos, a todo aquel que ha nacido de nuevo: Buscar y compartir con otras personas que están en busca de paz, gozo y felicidad; nuestra nueva vida, y donde encontramos lo que otros están buscando.

Nuestro primer deber es “compartir el Evangelio”

Pero que ahora ha sido manifestada por la aparición de nuestro Salvador Jesucristo, el cual quitó la muerte y sacó a luz la vida y la inmortalidad por el evangelio, del cual yo fui constituido predicador, apóstol y maestro de los gentiles.”

‭‭2 Timoteo‬ ‭1‬:‭10‬-‭11‬ ‭RVR1960‬‬

19Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; 20enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén.

Mateo 28:20

Nosotros tenemos el deber de comunicarles que Cristo venció a la muerte y sacó a la luz la vida, dándonos inmortalidad. En Cristo tenemos vida abundante. Nuestra vida hoy es diferente, y debemos anhelar compartirla con otros.

¿Nos vamos a quedar callados ante esta obligación que tenemos como cristianos?

Para el apóstol Pablo esto era un privilegio, pero tristemente para muchos cristianos, esto representa una carga.

Ser un instrumento de Dios es un gran privilegio. Haber recibido la salvación por la gracia de Dios, es un verdadero milagro. ¡Es increíble! ¡Es maravilloso!

Dios nos usa como un precioso instrumento, sacado de la basura, pero limpiado con la sangre valiosa de Su Hijo Jesucristo, para compartir a los demás las buenas nuevas. Comunicar el Evangelio no es sólo hablar de Él, sino, vivir de acuerdo a Él.

Pero, ¿cómo hacerlo?

*Pasando tiempo en la Palabra de Dios leerla y estudiarla todos los días.

16Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia, 

2 Timoteo 3:16

*Debo orar sin cesar para que Dios de la gracia con las personas que están a nuestro alrededor, y que Dios prepare sus corazones, y abra su entendimiento.

Nuestro segundo deber, es sufrir por predicar. Si queremos vivir para Cristo, debemos entender que seremos atacados y perseguidos. El sufrir nos llevará a crecer y a madurar espiritualmente. Muchos hombres bíblicos y de la historia, padecieron por predicar la Palabra de Dios.

Estamos en terreno enemigo. Satanás siempre está buscando a quién devorar. La corrupción, la mentira y el pecado, reinan en el mundo.

No debemos avergonzarnos por cargar una Biblia, ni tener temor de los ataques del mundo (2 Tim. 1:8)

Hay una relación muy estrecha entre el evangelio y el sufrimiento. Realmente, hay que preocuparse cuando no tengamos persecución, pues quizá, se esté viviendo como el mundo vive.

Demos gracias a Dios cuando enfrentamos ataques, porque entonces, estaré viviendo una vida diferente a la de las personas que no conocen a Cristo.

Nuestro tercer deber como creyentes, es defender el Evangelio. Nosotros debemos retener la forma de las sanas palabras de la Palabra de Dios. Muchas filosofías del mundo, son palabras que hacen daño.

El Evangelio debe ser defendido por los creyentes, sin agregar, ni quitar palabras. Hoy, el mundo sufre porque la Biblia no es autoridad para muchos cristianos. La Biblia debe ser nuestra autoridad máxima. Debemos ser celosos de la doctrina Bíblica. Hoy se cuestiona la Palabra de Dios, aún dentro de las iglesias cristianas.

Debemos retener la forma (1 Tim. 1:13) Discipular es la forma como se instruye. Enseñar a vivir defendiendo el Evangelio. Debemos guardar el Evangelio como un precioso y valioso tesoro, que traerá recompensas externas.