Aborrece el Mal

CONTENIDO CRISTIANO

El temor de Jehová es aborrecer el mal…

PROVERBIOS 8:13a

El principio de la sabiduría es el temor de Jehová…

PROVERBIOS 1:7a

El temor de Jehová es aborrecer el mal; el temor de Jehová es el principio de la sabiduría. Por lo tanto: Aborrecer el mal es el principio de la sabiduría.

¿Quieres ser sabio?

¡Dile “NO” a lo malo! Cada día me sorprende más, y hasta asusta, el mundo en el que vivimos. Vemos cómo lo malo, las cosas que Dios no aprueba, empieza a considerarse bueno. Y lo más triste es que lo que le agrada a Dios, la forma en que Él diseñó la vida, ya se ve como anticuado, obsoleto e incluso malo. ¡¿Qué está pasando?!

Hemos sacado a Dios de la ecuación, hemos dejado de escuchar Su voz. Nos hemos vuelto insensibles al pecado y sus consecuencias. ¡No aborrecemos el mal!

Por lo tanto, somos lo opuesto a sabios… La Biblia nos llama INSENSATOS (imprudentes, inmaduros).

En este mundo competitivo pensamos que nuestra inteligencia es lo que nos sacará adelante y nos dará el éxito que tanto estamos buscando para tener una vida plena y feliz.

Pero la Palabra de Dios pone a la sabiduría por encima de la inteligencia. ¿De qué te serviría tener una vida llena de éxitos y riquezas si emocional y relacionalmente estás destruido?

Estoy segura que te gustaría mucho más ser considerado un hombre, o mujer, sabio, alguien capaz de emplear los mejores medios para lograr los mejores fines. Y la sabiduría sólo se podrá obtener si seguimos las reglas.

El Rey Salomón fue un hombre sabio. Autor de los Proverbios, Eclesiastés y Cantar de los Cantares, fue alguien que vivió un tiempo de su vida conforme a la Ley de Dios.

¿Y por qué digo un tiempo? Porque Salomón también falló. Vivió una vida de libertinaje e hizo lo que quiso.

No me enfocaré en la vida de este personaje bíblico, pero quería darles esta información antes de llegar a un punto clave. Imagínate a uno de los hombres más poderosos en la tierra, Salomón, que tenía todas las riquezas a su disposición, mujeres, inteligencia, fue el Rey sobre el pueblo escogido de Dios…

En fin, lo tenía todo, pero llegó a una conclusión:

“Aquí culmina el relato. Mi conclusión final es la siguiente: teme a Dios y obedece Sus mandatos, porque ese es el deber que tenemos todos.

Dios nos juzgará por cada cosa que hagamos, incluso lo que hayamos hecho en secreto, sea bueno o sea malo.” – Eclesiastés 12:13-14

Así termina Salomón el libro de Eclesiastés: Teme a Dios y obedece Sus mandatos. ¡Es todo!

Cuando vives así, aprendes a aborrecer el pecado, y te vas convirtiendo en una persona sabia.

No intentes vivir la vida bajo tus reglas. Somos seres falibles. El mismo Salomón nos lo dice:

No seas sabio en tu propia opinión; Teme a Jehová, y apártate del mal. Proverbios 3:7

Dios es Santo: “No hay santo como Jehová; porque no hay ninguno fuera de ti, y no hay refugio como el Dios nuestro.” – 1 Samuel 2:2.

Él no tiene nada que ver con el pecado, con lo malo. La santidad es una cualidad absoluta y fundamental de Dios. Él está sentado en Su trono, y día y noche la creación celestial le canta:

Santo, santo, santo es el Señor Dios Todopoderoso, el que era, el que es, y el que ha de venir. Apocalipsis 4:8

Y Dios no solamente es santo, es Rey. Lamentablemente, como les comentaba al principio, nuestro mundo está de cabeza porque es gobernado por el príncipe de las tinieblas: Satanás. Él es todo lo opuesto a Dios. Jesús dijo:

No hablaré ya mucho con vosotros; porque viene el príncipe de este mundo, y él nada tiene en mí. Juan 14:30

El diablo es quien gobierna este mundo. Basta con escuchar las noticias…

Cada día que pasa, el mundo está peor y se aleja más y más de las reglas del manual de vida, la Biblia. Y por eso está tan corrompido y lleno de sufrimiento. No porque Dios se haya alejado de nosotros, sino porque nosotros lo hemos rechazado. Hemos amado al pecado.

La persona que se reconcilia con Dios a través de la sangre de Jesús, es llamada a santidad, a apartarse del mal.

…como hijos obedientes, no os conforméis a los deseos que antes teníais estando en vuestra ignorancia; sino, como Aquel que os llamó es santo, sed también vosotros santos en toda vuestra manera de vivir; porque escrito está: Sed santos, porque yo soy santo.

1 Pedro 1:14-16

¿Cómo nos iremos acercando a esta santidad? Odiemos el pecado y sigamos lo bueno Romanos 12:9

A pesar de que el diablo gobierna allá afuera, debemos dejar que Dios gobierne nuestros corazones. Ya no tenemos que seguir las reglas del mundo.

Sigamos las reglas del Reino. Somos Sus hijos y Él nos quiere santificar y guardar del pecado que tarde o temprano nos podrá destruir. Vivimos para un Rey Santo.

La santidad no es para unos cuantos, es un llamado para todos los hijos de Dios.


Amado Dios, la oscuridad de la noche poco a poco ha ido cesando, los primeros rayos del sol han empezado a iluminar esta mañana y el mundo se prepara para vivir un día más con la fe, la certeza y la alegría que solo se encuentra en tu sublime compañía.

Padre celestial, gracias por haber cuidado de mi vida, de mi hogar y de mi familia en la noche que ya pasó, gracias por tu amor, por tu bondad, por todas las cosas maravillosas que nos das sin límite ni reserva, pero ante todo, gracias porque sé que Tú velarás por nosotros en esta nueva jornada.

Hoy elevo esta oración hasta Ti para poner en tus manos nuestras batallas y nuestros anhelos.

Por favor mira nuestros corazones y nuestras necesidades, danos tu abrazo para superar toda tristeza y ayúdanos alcanzar aquellas gracias que tanto estamos precisando.

Te lo pedimos en el nombre de Jesús, Amén

Por Ma. Guanajuato G.

¡ Hola Bienvenidos !

Renata Vázquez S. & Familia

UN NUEVO COMIENZO

NOTICIAS DEL REINO

TU PERIÓDICO DIGITAL

TE INVITA

Comparte con amigos, familia y redes sociales

¡ Gracias !

Deja un comentario