
CONTENIDO CRISTIANO
En el interior del ser humano hay un corazón, el cual es asiento de las emociones que se viven día a día.
Nuestro corazón no debe ser la guía de nuestras vidas.
En relación a las emociones hay conceptos muy equivocados que hemos creído y aceptado a lo largo de nuestra vida. Por ejemplo, el amor ha sido manejado como un sentimiento, pero si lo vemos desde el punto de vista de Dios, el amor no es un sentimiento, sino una forma de vivir y de actuar.
Dios nos ha dejado Su Palabra como el manual supremo para guiar nuestras vidas.
Es importante que tomemos en cuenta que satanás trata de explotar nuestros sentimientos para apartarnos del amor de Dios.
Satanás personalmente se enfrentó al Señor Jesús en el inicio de su ministerio, buscando debilitar la humanidad de nuestro Señor, y así que no se cumpliera el plan de redención para el hombre.
Satanás apeló fundamentalmente a los sentimientos humanos de Jesucristo. Satanás conoce perfectamente el corazón humano, es por eso que usa los sentimientos de los hombres y mujeres en el mundo para cumplir sus propósitos.
Hoy vamos a analizar las principales emociones que afectan y controlan nuestras vidas.:
Insatisfacción:
Cuando el Señor Jesús se encontraba en el desierto, había ayunado 40 días y 40 noches. Imaginemos su estado físico, débil, hambriento.
Sin embargo aparece Satanás apelando al sentimiento de la Insatisfacción (Mat.4:1-3)
El área más débil en ese momento en Jesucristo es la Insatisfacción. Satanás quería que nuestro Señor buscara llenar su Insatisfacción fuera de Dios.
Cuando nosotros nos apartamos de nuestra relación con Dios, (dejamos de orar, de leer, estudiar y obedecer la Palabra de Dios) crece dentro de nosotros una profunda Insatisfacción, la cual buscamos llenar con piedras, por ejemplo amistades, compras materiales, pasar tiempo en redes sociales, gimnasios, etc., que al final nos llevan a sentir una profunda Insatisfacción.
Lo único que puede llenar nuestras vidas, y vivir satisfechos es teniendo una profunda relación con Cristo. (Mat.4:4)
Jesucristo le contestó a Satanás con la Palabra de Dios.
Si nosotros no nos alimentamos de las Escrituras, nuestra vida seguirá insatisfecha. Nosotros debemos vivir sobre la base de cada palabra que sale de la boca de Dios.
Saturémonos de la Palabra de Dios, crezcamos espiritualmente y vivamos conforme al plan de Dios para nuestras vidas.
La Biblia es el alimento más valioso que Dios dejó al hombre ya que es viva y eficaz (Heb.4:12)
Independencia:
Este sentimiento es tremendamente explotado en el mundo. Antes de conocer a Dios, vivimos tratando de independizarnos de Dios. Satanás tentó a Jesucristo en ésta área (Mat.4:5-7)
Aquí vemos como Jesucristo nos enseña a enfrentar las tentaciones usando la Palabra de Dios.
Pero, satanás también usó la Palabra de Dios, pues él también la conoce perfectamente, pero siempre la cambia aumentando o quitando conceptos.
El punto del ataque de satanás es generar dudas sobre la autenticidad, la veracidad y la fiabilidad de la Biblia.
Satanás trató de sacar a Jesucristo de los caminos de Dios. Cuando nosotros estemos enfrentados a ésta tentación de independencia, debemos recurrir a Dios para que nos libre de ella. El vivir independientes de Dios es el no querer andar en Sus caminos, y esto sucede con muchos creyentes.
Satanás es más sutil de lo que imaginamos. A Jesucristo le gusta citar la Sagrada Escritura, y arma su defensa apelando a la Biblia.
Orgullo o grandeza: (Mat.4:8-9)
El mundo vive para alcanzar metas del mundo. El mundo es demasiado atractivo, y satanás siempre está ofreciéndonos gloria y poder para apelar a nuestro orgullo.
Satanás le ofrece a Jesucristo la exaltación sin dolor, sin humillación sin sufrimiento.
Pero Jesucristo nuevamente cita la Palabra de Dios (Mat.4:10) La Escritura nos dice que nosotros no estamos para servir ni adorar a nadie más que a Dios.
Nosotros fuimos creados para tener una comunión íntima con Dios, adorarlo y servirlo. Esto es lo que realmente llenará nuestros corazones.
Autocompasión: (Mat.16:21-26)
Satanás se escondió tras el apóstol Pedro apelando a la autocompasión del Señor Jesús.
Satanás quiere que dependamos de lo que sentimos, pero nosotros debemos aprender a depender de Dios y de Su Palabra.
Hay que decir NO a nuestros sentimientos, al «YO»: Mientras satanás nos dice «ten compasión de ti mismo», Jesucristo nos dice: «Si quieres encontrar tu vida, necesitas perderla»(Mat.10:39)


El Espíritu Santo es Dios. Por eso podemos dirigirnos a él con estas hermosas palabras de los Salmos:
«Señor, qué precioso es tu amor. Por eso los humanos se cobijan a la sombra de tus alas, se sacian con tu hermosura y calman la sed en el torrente de tus delicias» (Salmo 36,8-9).
«Dios mío, yo te busco, mi alma tiene sed de ti, mi carne te anhela como una tierra reseca y sedienta… Tu amor vale más que la vida, mis labios te adoran. Yo quiero bendecirte en mi vida y levantar mis manos en tu nombre. Y mi alma se empapará de delicias y te alabará mi boca con cantos jubilosos… Me lleno de alegría a la sombra de tus alas. Mi alma se aprieta contra ti, y tú me sostienes» (Salmo 63,2-9).
«Señor, en ti me cobijo, no dejes que me quede confundido. Recóbrame con tu amor, líbrame» (Salmo 31,2).
«Es bueno darte gracias, Señor, y cantar a tu nombre, anunciar tu amor por la mañana y tu fidelidad cada noche» (Salmo 92,2-3). Todo en el nombre de Jesús, Amén.
Por Ma. Guanajuato González









Excelentísimo estudio te Bendigo inmensamente Lulita bella
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Gracias por tu comentario Antony !! 🙏
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