¿ Qué tipo de tierra eres ?

CONTENIDO CRISTIANO

“Juntándose una gran multitud, y los que de cada ciudad venían a Él, les dijo por parábola: El sembrador salió a sembrar su semilla; y mientras sembraba, una parte cayó junto al camino, y fue hollada (pisoteada, maltratada), y las aves del cielo la comieron. Otra parte cayó sobre la piedra; y nacida, se secó, porque no tenía humedad.

Otra parte cayó entre espinos, y los espinos que nacieron juntamente con ella, la ahogaron. Y otra parte cayó en buena tierra, y nació y llevó fruto a ciento por uno. Hablando estas cosas, decía a gran voz: El que tiene oídos para oír, oiga.”

– Lucas 8:4-8

Analicemos rápidamente las ilustraciones de esta parábola:

  1. La semilla es la Palabra de Dios (“Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra.” – 2 Timoteo 3:16-17) Dios nos presenta a todos Su Palabra, el Evangelio de Salvación, el Manual de Vida. Él anhela que lo conozcamos profundamente y quiere mostrarnos Su perfecto plan para cada uno de nosotros. La vida se disfruta más cuando la vives como el Creador la pensó.
  2. El sembrador es Jesucristo o alguien que predique Su Palabra. La obra redentora de Jesucristo está en acción constantemente, y nosotros, Sus hijos, debemos cumplir con el llamado de predicar las Buenas Noticias.
  3. El terreno es el corazón del hombre y su condición. Dios se encarga de sembrar la Palabra en nuestros corazones al momento de escucharla. Pero hay diferentes circunstancias, tanto internas como externas, que no permiten que la semilla llegue a crecer y a dar frutos.

En este pasaje, Jesús habla de cuatro tipos de personas representadas por cuatro tipos de terrenos. Vamos a estudiarlas:

  1. El terreno junto al camino: El corazón de esta persona es presa fácil para el enemigo, ya que está completamente expuesto y endurecido. Su confianza está puesta en él mismo, en los esfuerzos humanos, y no en lo que Dios puede hacer en su vida. Satanás se aprovecha de este corazón orgulloso para hacerle creer que no necesita a Dios. Pero hay esperanza. ¡Jesús puede romper el corazón de piedra!
  2. El terreno rocoso: El corazón de esta persona recibe la Palabra con gusto. Lamentablemente, se deja llevar por la emoción del momento y su convicción, o su raíz, no es profunda ni firme. Vienen los problemas y pierde la fe. Las pruebas nos pueden sacudir duro, pero también nos dejan ver nuestra verdadera relación con el Padre y qué tan afianzados estamos en Él. Son la perfecta oportunidad para crecer más como hijos de Dios.
  3. El terreno con espinos: El corazón de esta persona está completamente atraído por las cosas que el mundo ofrece. Y escucha la Palabra, pero no quiere morir a los deleites temporales que el mundo tiene que ofrecer (representados por los espinos). Y hay personas que tienen un pie en el mundo, y el otro con Dios. Y el Señor quiere que nos definamos… ¡O todo, o nada!
  4. El terreno bueno: El corazón de esta persona no sólo escucha y recibe la Palabra, sino que la retiene. Me llama la atención esta palabra: retener, conservar, guardar, recordar. Quien retiene la Palabra, quien vive la Palabra, da fruto con perseverancia. ¿Qué es la perseverancia? Firmeza o constancia en la manera de ser o de obrar. La vida cristiana es un compromiso absoluto. Una vida rendida a la Palabra da frutos. Dios nos llama a ser como un árbol plantado junto a un río, que da fruto, sus hojas no caen y todo lo que hace prospera (Salmo 1:3). Pero aquí hay una condición… Para ser como este árbol hay que vivir como dice el versículo 2: “…en la ley de Jehová está su delicia, y en Su ley medita de día y de noche.” No sólo hay que recibir la Palabra, hay que deleitarnos en ella. Encontrar en la Biblia el manual, la guía, la lámpara, la luz, la esperanza y la paz que tanto necesitamos en nuestras vidas.

Si te fijas, el común denominador entre estas cuatro personas es que todos escucharon la Palabra. Dios quiere que todos nos salvemos y por eso Su Palabra toca la puerta de cada corazón. Pero no todos los terrenos están dispuestos a recibir la semilla, nutrirla y dar fruto.

“El Señor no retarda Su promesa, según algunos la tienen por tardanza, sino que es paciente para con nosotros, no queriendo que ninguno perezca, sino que todos procedan al arrepentimiento.”

2 Pedro 3:9

¿Qué tipo de tierra eres? ¿Qué vas a hacer con lo que Dios te ofrece? La vida con Jesús es todo un reto que algunos deciden tomar, pero en el que pocos deciden perseverar. 

Te ofrezco todos mis pensamientos, palabras y acciones de este día, Permíteme ser un humilde instrumento de tu obra y dame la dicha de compartir mis bendiciones con aquellos que más lo necesitan.

Me pongo en tus manos Señor y en tus manos también pongo la vida de mi familia y las personas que amo. Por favor cúbrenos con tu hermoso manto de luz y de amor, ilumina nuestro camino y guía nuestros pasos por senderos de dicha, triunfos y milagros.

Nuestros días solo son plenos y felices si Tú estás con nosotros, por favor nunca te apartes de nuestra vida.

Y si en algún momento tuviésemos que enfrentar pruebas o dificultades, te pido que nos des la fuerza y la fe necesarias para seguir adelante, y permítenos comprender que aquello que hoy parece una prueba, muy pronto habrá de convertirse en la base de una gran bendición.

Amado Dios,  que este será un día feliz, lleno de dicha y bendiciones, pues Tú estás a mi lado y donde Tú estas, nunca falta absolutamente nada, En el nombre de Jesús, Amén.

¡ Hola Bienvenidos !

Renata Vázquez S & Familia

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