Señales, Prodigios y Milagros

Hace unos días pensaba acerca de las promesas que Dios le dio a Abraham, ¿en realidad también son para mi? ¿Acaso esas promesas aplican para mi después de tanto tiempo? Finalmente Abraham tenia un propósito muy distinto a mi propósito, él fue llamado a ser el padre de naciones, por la fe de Abraham, tu y yo estamos aquí.


Existe una tendencia a creer que esas promesas solo fueron para él, esto se debe a que creemos que Dios no puede hacer esa clase de milagros hoy.  

Tal vez en la actualidad creamos que no necesitamos muchas cosas de Dios debido a los avances de la ciencia y la tecnología, sin embargo, hay circunstancias que solo Dios puede cambiar. 

Quizás hoy no necesitemos que el mar se abra, como lo necesitaron los israelitas cuando salieron de Egipto, pero ciertamente necesitamos al Dios Todopoderoso cuando las situaciones difíciles que enfrentamos se tornan imposibles.

Recientemente tuve una charla con una persona acerca de este tema, ella creía que las promesas de Abraham habían sido dadas para mostrar el gran poder de Dios a través del hijo de la promesa, esa promesa en particular había sido dada exclusivamente a él y a Sarah, nadie más podría tener acceso a ella. 

Admito que, en la actualidad, seria muy extraño ver a una mujer de 90 años quedar encinta de manera natural, y ciertamente Dios utilizó esta circunstancia tan particular para demostrar su poder.

Sin embargo, también creo que Dios aún quiere mostrar cosas a través de nosotros, tal vez no haga esta maravilla no porque no quiera o pueda, sino porque tal vez no sea tan necesario como lo fue en tiempos de Abraham, pero ciertamente, Dios aun hace milagros y cosas maravillosas en las vidas de sus hijos para mostrar su Gloria. 

Sabes, las personas solemos contemplar nuestras vidas en base a un número, la edad, la cuenta del banco, etc…

Pero Dios ve las cosas de manera muy distinta y en ocasiones, demasiado práctica. Incluso, podría decir que cuando Dios habla acerca de sus promesas para tu vida, lo hace con tanta naturalidad que pudiera resultarnos difícil no preguntarle

¡¿Acaso no ves el problema?!

Creemos que Dios piensa como nosotros, pero Dios es el pensamiento en si mismo.

Por lo tanto, la manera en que Él piensa, ve la cosas y las maneja puede resultar locura, inclusive para aquellos que le seguimos pudiera resultar muy extravagante y fuera de la realidad a la que estamos acostumbrados. 

Quiero que recuerdes que vivimos en un mundo caído, donde el pecado es la norma general, pero para los hijos de Dios, para ti y para mi, la norma general es la Palabra de Dios, por lo tanto, nuestra norma general son las señales, prodigios y milagros.


2 Cor. 12:12 “Con todo, las señales de apóstol han sido hechas entre vosotros en toda paciencia, por señales, prodigios y milagros.” (RVR 60)
 
Como apóstoles o seguidores de Jesús, sucede que olvidamos que toda promesa conlleva un proceso, y que los procesos no son sencillos y mucho menos se asemejan a meter una bolsa de palomitas al microondas. 

Debemos recordar que Dios necesita hacer de nosotros personas nuevas, vasijas vacías y, para eso, necesita limpiarnos y, en ocasiones, quebrarnos para poder hacernos vasijas más grandes.  


Ciertamente El Señor quiere vernos crecer, imagina que tu hijo o hija nunca creciera, que tuvieras que alimentarlo, que no pudieras tener una conversación con él/ella sin un berrinche, que tuvieras que cargarlo todo el tiempo y cambiarle los pañales de por vida. Seria muy triste no verlos cumplir sus sueños y desarrollarse en todas las áreas de su vida.

Lo mismo ocurre con Dios, le gusta que nos desarrollemos y que podamos cumplir nuestro sueños, cuando estos van conforme a su voluntad para nosotros.

Pero, sabe que para cumplir con estas cosas necesitamos desarrollar carácter, aprender a comer por nosotros mismos, a caminar para después poder correr, y la manera más efectiva de crecer y desarrollar carácter es a través del fuego, es a través del quebranto. 

Lamento decirte que este proceso se repetirá constantemente en tu vida, pero también me gozo en decirte que cuando lo hayas pasado, serás un hombre y una mujer transformado, listo para otros niveles de bendición en Cristo Jesús.

Así que sigue creyendo en las promesas de Dios para tu vida, aunque para el mundo sean locura (1Cor. 1:18)

Amado Dios, la noche ya ha pasado, los primeros rayos del sol empiezan a entibiar la mañana y el canto alegre de las aves nos anuncia que un nuevo día y el nuevo mes de abril han llegado.

Gracias Señor por cada uno de los momentos vividos y todas las hermosas bendiciones que me diste en el mes de marzo y gracias también por tu amor, tu bondad y por el maravilloso regalo de la vida.

Tú siempre me bridas todo e incluso más de las cosas que necesito. Tú me cubres con tu manto, me das un hogar y una familia, nos brindas el pan de alimento y nos tomas de la mano, llevándonos cada día por caminos seguros de dicha y bendición.

Qué hermoso es poder vivir con la alegría y la certeza que solo da tu compañía. Te pido que en este mes de abril tu presencia sea constante en mi senda y que tu espíritu sea conmigo a donde quiera que yo vaya.

En el nombre del Sr. Jesús. Amén.

Por Ma. Guanajuato González.

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Xatziri García Arano

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