¿Cuántas veces nos podemos aferrar en nuestra propia vida a querer seguir viviendo una temporada que ya está terminada? ¿Cuántas veces nos podemos aferrar a lugares, momentos o incluso personas que simplemente terminaron su parte en la historia?
Queremos avanzar, pero no queremos el cambio, nos cuesta trabajo ver lo nuevo. La realidad es que cada estación, cada temporada, cada capítulo nuevo, como tú le quieras llamar, tiene nuevas aventuras que descubrirás.
Si nos quedamos aferrados a querer estar reviviendo algo que ya está terminado, no podremos disfrutar de lo nuevo que en efecto ya está sucediendo.
El Espíritu Santo nos deja percibir el inicio y el fin de cada estación en nuestra vida. La frustración llega cuando queremos estar aferrados al pasado cuando ya todo cambió.
Lo nuevo que está sucediendo tendrá otros toques, pero eso no significa que dejará de ser importante, especial, lleno de vivencias, lleno de historia, lleno de vida, lleno de bendiciones, retos, alegrías, enseñanzas, crecimiento, etc.
La vida es así, se mantiene en constante cambio, lo podemos ver en el día a día, nada se mantiene igual. Pero tenemos algo que es seguro, el único que no cambia es Dios y Él siempre está en cada capítulo de nuestra vida. Nos acompaña en cada estación, Jesucristo es constante, no cambia, siempre fiel y verdadero, siempre dispuesto a escuchar, siempre leal, amoroso y tierno.
¡Siempre está!
y sabes eso es algo que debemos de atesorar, Cristo jamás abandona, aún en nuestros momentos difíciles, Él está.
Hebreos 13:8 (RVR1960)
Jesucristo es el mismo ayer, y hoy, y por los siglos.
Cuando realmente rendimos nuestra vida a Él, tenemos asegurado algo, Él es el mejor escritor y sin duda está con nosotros en cada nueva estación, en donde Él nos seguirá sorprendiendo, no porque todo estará perfecto, simplemente por la seguridad de saber que Él jamás abandonará.
No te aferres a un pasado, se agradecido con lo sucedido pero algo debes de saber, hay nuevos lugares que conocerás, nuevos olores que percibirás, risas que te encontrarás, disfruta el hoy, la vida es un vapor, rápido pasa, vive con el gozo de saber que Jesús está contigo y Él siempre estará presente. Dios nunca duerme. Disfruta el nuevo capítulo, Jesús te seguirá sorprendiendo.
Salmos 121
Jehová es tu guardador
Cántico gradual.
1Alzaré mis ojos a los montes;
¿De dónde vendrá mi socorro?
2 Mi socorro viene de Jehová,
Que hizo los cielos y la tierra.
3 No dará tu pie al resbaladero,
Ni se dormirá el que te guarda.
4 He aquí, no se adormecerá ni dormirá
El que guarda a Israel.
5 Jehová es tu guardador;
Jehová es tu sombra a tu mano derecha.
6 El sol no te fatigará de día,
Ni la luna de noche.
7 Jehová te guardará de todo mal;
Él guardará tu alma.
8 Jehová guardará tu salida y tu entrada
Desde ahora y para siempre.
Padre enséñame a valorar cada día, Padre que mis ojos estén enfocados en ti, eres Rey y tú sabes lo que es mejor para mí , gracias porqué cuidas de mi, jamás duermes, jamás abandonas, gracias por guardar mi alma, en ti confío, y descanso en ello. Entregó todo afán y lo rindo delante de ti, entregó mis expectativas y reconozco que mis pensamientos son pequeños comparados a los tuyos, alumbra mis ojos para comprender tu belleza y grandeza, enséñame a valorar cada respiro y la oportunidad de estar vivo.
Gracias por cada día y gracias por las nuevas melodías. Gracias por este nuevo capítulo en mi vida. Si algo tengo seguro es que Tú permaneces firme en mi vida.