Crónicas Bíblicas, Adopción de una Niña con Padecimiento Cardíaco.


Por Ann Voskamp

Y pasó, que yo estaba de pie, cerca de la mitad del camino, en el medio de mi vida, con Edenes y Getsemanies, detrás y delante de nosotros; 

Vivimos en los Estados Unidos Darryl y yo, padres de media docena de chiquillos gloriosos, que deambulan por este retorcido laberinto de la vida; me encuentro de nuevo bajo la expansión de un cielo de primavera, en una reunión de mujeres, dispuestas a cambiar el mundo, valientes en Jesús; y visionarias, que administran organizaciones sin fines de lucro, todas ellas, relatando sus historias de lucha contra las tinieblas y la injusticia, y la opresión, sin darse nunca por vencidas.

Pero, yo no estoy mirando las estrellas, ni siquiera a las mujeres,que conversan con sus gaseosas en la mano. Yo, estoy mirando unos pixeles en un teléfono, estoy viendo el rostro de una bebé,envuelta en una manta, con su sombrerito blanco tejido con orejas de cordero. ¿Tal vez, una bebé de tres o cuatro meses de edad?

Encima de mí, en algún lugar del firmamento, se halla Aries, ese grupo de estrellas al que los hebreos, llaman Teli, «el cordero del mundo».

Me acaban de presentar, una organización que cuida a pacientes pediátricos con problemas cardíacos, y es evidente, que esta bebita, en un amoroso hogar de acogimiento en China, padece de síndrome de corazón izquierdo hipoplásico, lo cual significa, que literalmente, sólo vive con la mitad del corazón funcionando.

Sus padres, sin recursos para pagar el cuidado que ella necesita;con desesperación, la colocaron donde esperaban que alguien la encontrara, la adoptara, y le dieran una oportunidad para luchar por su vida.

Estoy mirando el rostro de un sueño. Los sueños de su mamá y sus sueños; ella ha perdido a su mamá, y su mamá la ha perdido a ella, y no hay sueño que no haya sido moldeado por desesperación, decepción y oscuridad.

Se había publicado una notificación durante semanas y semanas en un periódico de China; en la esperanza de hallar a su mamá, de lograr una reunificación y darles apoyo médico para conservar la familia, esta unión, sus propios corazones. La notificación había quedado sin respuesta.

Al mirar la imagen de esta pequeña bebé, yo quiero aullar con rabia a la luna, a las estrellas, a su Hacedor, para dirigir la manera. Para que esta bebita, encuentre el camino de vuelta a la mamá que la dio a luz, cuyo corazón latió constantemente durante nueve meses sobre esta niña como un sonar de amor.

¿Acaso no hay nadie que pueda conectar sus pasos, una constelación de madre e hija que se pertenecen la una a la otra? Pierde la conexión con tus seres amados, tus sueños, tu comunidad, tu Hacedor, y lo que hallarás será trauma. Pierde la conexión y hallarás trauma.

Yo, no puedo apartar mis ojos de los penetrantes ojos castaños de aquella bebé en pixeles. Todos somos caminantes, que necesitamos estar conectados con nuestra Estrella Polar. El planeta es una pequeña canica…

¿Cómo es posible soportar la pérdida de gente que necesitamos?

Algún día, esta pequeña bebé Pierde la conexión, y necesitará más que una cirugía de hallarás trauma. corazón; finalmente requerirá un trasplante completo de corazón bajo el enrejado de su tórax.

Para poder sobrevivir al síndrome de corazón izquierdo hipoplásico, eso es lo que tiene que suceder: Necesitas un nuevo corazón. Para sobrevivir, todos nosotros necesitamos un nuevo corazón, conectado y tejido al Amado, y a todo Su cuerpo.

Yo dejo que mi pulgar se extienda para tocar la pantalla, como si pudiera acariciar con suavidad su mejilla. Lo único que todo corazón roto desea, es la tranquilidad absoluta. De saber que nunca es demasiado y que siempre es más que suficiente, para ser amado. No puedo dejar de mirar la pantalla y los ojos de esta niña,relatando la historia, que no quiero que nunca termine; hay momentos, en los cuales, la trayectoria de tu vida da un giro y ni siquiera sientes las formas en que has cambiado.

Sus enfermeras chinas, o ayis, le han dado el nombre de Yu Xin, pero el nombre occidental que con tanto amor le dieron en su hogar temporal, es Shalom.

«¿Shalom?». Yo siento como si una estrella hubiera recorrido la oscuridad del cielo, como una profecía. Como si estuviera sosteniendo en mis manos la plenitud de la gloria.

Shalom, significa, más que una paz total, es totalidad en paz. Plenitud. Y, Shalom, no es una plenitud, a la que llegamos como si fuera un destino. Shalom, es una plenitud, que experimentamosmientras vamos por el camino, en forma de orientación.

Apenas puedo susurrar: «La única Shalom que conozco, aparte de esta… es nuestra hija Shalom»

Y es, como si hasta las estrellas estuvieran resonando con palabras de origen divino, que yo misma siento palpitar, en el espacio entre mis delicadas arterias. Tal vez, esta Shalom, está destinada a reunirse con nuestra Shalom. Mi órbita interior da un salto.

Para que esta diminuta Shalom, llegue a estar con nuestra Shalom, ¿significaría esto, adopción? La adopción, es este aleluya quebrando, santo y asombroso y, no obstante, siento como si toda la oscuridad del firmamento, encima de mí, centelleara con esta epifanía: La Danza del Gran Dios continúa abriendo un camino para extender la tierra prometida de Su amor.

Bajo un pabellón de estrellas, estoy sintiendo lo que C. S. Lewis llama, 

«el deseo de que se nos reúna en el universo con algo de lo que ahora nos sentimos arrancados, de estar en el lado interior de alguna puerta, que siempre hemos observado desde el exterior.

¿Cómo puedo sentirme como si me hubieran separado de una niña en quien apenas he puesto los ojos? ¿Cómo puedo estarme chamorando otra vez? ¿Estará mal?

Y, sin embargo, ¿no es así como a Dios le encanta unirse con nosotros? ¿Acaso Jesús, la Shalom Persona, no dejó la Shalom de la Trinidad para ser nuestro único camino de vuelta a la Danza de Shalom, del Gran Dios trino? ¿Acaso no aceptó Jesús un costoso amor que Él sabía, que el Hacedor de caminos, sería el precio de nuestra admisión a una unión intima? ¿Acaso no era esta unión el significado mismo de toda existencia, el ápice de la mejor noticia de todas?

«Porque, este es el designio del evangelio; que Cristo pase a ser nuestro y que nosotros seamos injertados en Su cuerpo».

Estoy mirándola a los ojos a través de esta fotografía que tengo en las manos, y mi alma añora que encuentre un camino a la seguridad del hogar, que conozca, lo que es que dos brazos encajen de manera perfecta alrededor de ella; que ella no tenga que llevar las heridas de este mundo destrozado.

¿Podríamos entrar en ese sufrimiento de pérdida y de quebranto con ella, y confiar en que el amor siempre encuentra el camino, directamente hacia ese?

No puedes conocer el camino del amor, sin conocer el camino del sufrimiento.

¿Sufrimiento?

Toda madre, todo hijo, todo ser humano que ha respirado, lo siente: No puedes conocer el camino del amor, sin conocer el camino del sufrimiento.

La única manera de evitar un corazón roto, es endurecerte tanto, que te vuelvas irrompible. La única manera de evitar por completo, el dolor, es evitar por completo, el amor.

El camino del amor, siempre es el de la dificultad y el sufrimiento; el amor verdadero, nunca toma el camino fácil, que termina rompiendo más el corazón al final. Y, quizá, cuando con más desesperación, anhelamos que existiera un camino de salida de un sufrimiento para alguien, es cuando necesitamos entrar con ellos en ese sufrimiento y ser testigos; compartir cercanía.

La verdad cósmica es esta:

1.El sufrimiento, forma parte de todo camino que el corazón ha conocido jamás, y tratar de evitar el sufrimiento a toda costa, es lo que causa toda clase de sufrimientos innecesarios.

2. Cualquiera que sea la historia o la forma de un sufrimiento, este, se puede transformar en una historia de restauración.

3. El sufrimiento, siempre se produce en el camino, y siempre hay un camino que lo atraviesa y nos saca de él, porque, el Camino mismo, está contigo, y te toma de la mano, y te guía.

El Hacedor de caminos, toma su rostro, mi rostro, nuestro rostro, en Sus manos:

«No tengas miedo, porque he pagado tu rescate; te he llamado por tu nombre; eres mío. Cuando pases por aguas profundas, yo estaré contigo.

Cuando pases por ríos de dificultad, no te ahogarás. Cuando pases por el fuego de la opresión, no te quemarás; las llamas no te consumirán. Pues, yo soy el SEÑOR, tu Dios […] Entregué a otros a cambio de ti.

Cambié la vida de ellos, por la tuya, porque eres muy precioso para mí. ¡Eso significas para mí! ¡Así es como te amo! Cambiaría el mundo entero por ti, la creación entera sólo por ti…».

«No tengas miedo, porque yo estoy contigo». (Isaías 43:1-5, NTV)

Me duelo con todas las pérdidas y los sueños, y corazones rotos en este mundo quebrantado. La vida, es dura, pero no porque hayas tomado un camino equivocado.

La vida, es dura, porque, este es el camino del amor, y el Amor mismo, estará contigo a cada paso del camino. Esa emoción que siento… sí, eso es… tal como mi alma hizo un pacto matrimonial de ser hogar para el alma de un hombre, ¿ahora se siente movida a hacer un pacto de adopción para ser un hogar para ella, para siempre?

Cada pacto entre nosotros es, en última instancia, una promesa de sufrir con el otro. ¿Acaso, mi anhelo por entrar con ella, de manera humilde al quebranto de su historia, y estar allí para siempre con ella, es también la forma en que se siente Dios mismo al abrirse paso hacia nuestro sufrimiento, de tal manera que nunca estemos solos en él? El amor de Dios por nosotros es, en última instancia, un pacto de sufrir con nosotros.

Apenas puedo soportar la sensación de que sus ojos escudriñadores en la fotografía, me llenan con dolor por su pérdida. No hay lugar como el hogar y con amor eterno por ella.

Levanto la mirada. La adopción espiritual, nunca debe ser combinada con el profundo trauma de la adopción social, y, en ese momento, simplemente me estoy enfocando en la realidad espiritual, la realidad de que antes de que el Dios trino creara siquiera una de las estrellas que cuelgan del cielo, como una bendición sobre mí, antes de que hubiera un sólo destello de luz, antes de que hubiera un solo detalle de historia, el Dios trino,

«incluso antes de haber hecho el mundo, Dios, nos amó y nos eligió en Cristo, para que seamos santos e intachables a sus ojos. Dios, decidió, de antemano, adoptarnos como miembros de su familia, al acercarnos a sí mismo por medio de Jesucristo. Eso es,precisamente, lo que él quería hacer, y le dio gran gusto hacerlo. De manera que, alabamos a Dios, por la abundante gracia que derramó sobre nosotros, los que pertenecemos a su Hijo amado» (Efesios 1:4, NTV).

¡Cuánto placer sintió Abba Padre, al hacer planes para que fueras suyo! ¡Estrellas, giren en esta celebración!

La adopción, precede a la creación. Antes, incluso, de hacer el mundo, Dios planeó una manera de unir en kejésed Su corazón al nuestro, traumatizado y quebrantado. Nuestra unión con Dios, es más antigua, más grande, más grandiosa, y más cierta que todas las galaxias, y que la Vía Láctea. Y el amor kjésed, es el camino probado, más antiguo que las estrellas y las olas; de salir adelante, el camino del amor, que se introduce en nuestro sufrimiento.

No importa hacia dónde mire, allí estará, porque es verdad: el matrimonio y la adopción, las más íntimas de las relaciones, son simplemente señales, marcadores en el camino, que apuntan hacia la realidad ciertísima del cariño, de la comunión y de la unión deDios con nosotros en medio del camino del sufrimiento.

Amar, de cualquier manera, es ser vulnerable.  Basta con que amemos algo para que nuestro corazón, con seguridad, se retuerce. y, posiblemente, se rompa.

Si uno quiere estar seguro de mantenerlo intacto, no debe dar su corazón a nadie, ni siquiera a un animal.

Hay que rodearlo cuidadosamente de caprichos y de pequeños lujos; evitar todo compromiso; guardarlo a buen recaudo bajo llave,en el cofre o en el ataúd de nuestro egoísmo.

Pero en ese cofre seguro, oscuro, inmóvil, sin aire, cambiará, no se romperá será irrompible, impenetrable, irredimible. La alterativa de la tragedia, o al menos de los vestigios de la tragedia, es la condenación.

El único sitio, aparte del Cielo, donde se puede estar perfectamente a salvo de todos los peligros y perturbaciones del amor, es el Infierno.  

C. S. Lewis, Los cuatro amores (Nueva York. HarperOne, 2006) p. 135

Si quieres acabar de leer este testimonio de Ann Voskamp y su hija Adoptiva China Shalom y todo lo que paso, está su libro » Hacedor de Caminos» te dejamos el enlace en Instagram. Dale » Click» a la imagen para que te enlace.

NOTICIAS DEL REINO

TU PERIÓDICO DIGITAL

Deja un comentario