La Biblia, contiene una doctrina abundante sobre la familia. El propósito de Dios, para la familia, y sus instrucciones para ella, constituyen un aspecto vital de la vida en la actualidad.
Dios, creó a la familia, como un elemento muy importante en el cumplimiento de su propósito eterno.
Dios, creó a la familia, para dar estructura y orden a los seres humanos, los cuales, hizo a su semejanza.
La familia, es la institución encargada de enseñar y preparar a los hijos para la iglesia, las comunidades, culturas y naciones.
Dios, creó a la familia, con el fin de transmitir el evangelio de una generación a otra.
Dios, diseñó a la familia, para ser una demostración viva de diversos aspectos de la Gloria del Evangelio, y también, personificar las verdades bíblicas.
Es por eso, que, Dios, ha ordenado, que la familia sea la fuente de la cultura. Es el primer lugar sobre la tierra donde aparece la cultura, y es formativa para todas las demás.
Tenemos que recuperar la convicción, de que el propósito de Dios para la familia, y sus instrucciones para ella, constituyen un aspecto vital de la vida en la actualidad.
Un buen hogar, tiene en su esencia, un corazón centrado en Cristo. Un corazón, que sirve con humildad y con deleite. Tal corazón, creará, un hermoso y nutritivo hogar, centrado en Evangelio, que, a su vez, bendice a otros.
(Gén. 2:18) Dios, dijo, que el hombre necesita una ayuda. La verdadera mujer, se goza en ese llamado, y se convierte en una aliada, en vez de, una adversaria; es comprensiva y no dominante; es compañera, más que protagonista; somete su vida de corazón y no en apariencia.
La influencia de una mujer, sobre su familia, es enorme, para bien o para mal. Tristemente, algunas mujeres, debilitan sus familias, a través, del egoísmo, la ambición y la despreocupación. La mujer vigilante, sabia y piadosa, une a su familia, hace sacrificios, para asegurar su estabilidad, y suplica la bendición de Dios, con sus oraciones.
La mujer, tiene que edificar y fortalecer a su familia.
El esposo cristiano, muestra lo que piensa Cristo, por la forma en que trata a su esposa. El hombre, dentro de la familia, tiene una responsabilidad muy grande.
El Señor, ha dado a los esposos, a una mujer, como ayuda idónea e hijos a quien guiar. Él, tiene la responsabilidad de vivir como Cristo, ante ellos, como ejemplo.
(Dt. 6:6-7) El esposo, tiene la responsabilidad, de estudiar la Palabra de Dios, orando cada día, para poder enseñar a su familia,las escrituras; para que, ellos, también, puedan experimentar, la plenitud de la salvación de Dios.
Los hijos, necesitan un padre, conforme a la imagen de Jesucristo; que conoce muy bien la voluntad de Cristo; siendo ejemplo, de un hombre obediente al Señor.
Los hijos, necesitan un padre, lleno de la Palabra de Dios, que pueda enseñarla en los tiempos devocionales de la familia, pero, que también, pueda hablar de las enseñanzas bíblicas en todo tiempo.
Tanto el esposo, como la esposa, deben orar por sus hijos, para que,Dios, les de su bendición, su protección, su provisión; y, sobre todo, por su vida espiritual.
(Sal. 112:2)Si los hijos, se encuentran alejados de Dios, deben orar, para que se rindan a los pies de Cristo, y Él, los bendiga. Dios,quiere, que los padres, oren sin cesar, por sus hijos. Y, Él, responderá, a favor de ellos.
Acercándonos a Dios, podemos estar seguros, de que, estamos en Su camino.
Examinemos nuestros corazones y preguntémonos, si estamos siguiendo y obedeciendo, Su Palabra. Si es así, estaremos reflejando Su amor en nuestras relaciones familiares.
Amigo o amiga lector te invito a que perdonemos, y vivamos, guiados por la justicia de Dios, caminando junto a Él. Hagamos un esfuerzo, por seguir Su camino, para disfrutar de Su ayuda y guía.
AMADO DIOS
Hoy como en cada nuevo amanecer, me acerco hasta Ti con un inmenso sentimiento de gratitud y devoción. La noche ya ha pasado, la oscuridad ha cesado y los primero rayos de sol nos anuncian que una nueva semana está iniciando.
En este lunes quiero darte gracias por el hermoso regalo de la vida, por las bendiciones que Tú nos das día tras día, por el privilegio de tener un hogar y una hermosa familia y porque gracias a tu bondad y tu generosidad, siempre tenemos todo e incluso más de lo que necesitamos para ser felices. Qué sublime y esperanzador es vivir cada día con la alegría de ser tu hijo.
Señor, te pido que esta semana que inicia sea de mucha bendición y protección para mí y para los míos. Tú mejor que nadie conoces nuestras vidas, nuestra alma, nuestros sueños y también sabes cuándo tenemos tristeza, angustia o alguna necesidad.
Por favor tómanos de la mano y ayúdanos a superar toda prueba, ansiedad o enfermedad. Cúbrenos con tu hermoso manto de amor, ilumina nuestro camino y guía nuestros pasos por senderos de dicha y prosperidad, abre aquellas puertas que han estado cerradas y deja fluir tus bendiciones sobre nosotros, sobre nuestros amigos y nuestros hogares.
Padre celestial, en este lunes quiero entregarte mi hogar para que Tú llenes cada espacio con tu paz, soluciones los conflictos con tu amor y si existe enfermedad que sea tu salud la que nos fortalezca. Y cuando llegue la noche, toca nuestros corazones para despertar cada día con amor y gozo.
Amado Dios, hoy inicia una nueva semana y desde ahora pongo en tus manos mi vida y mi familia. Por favor mantente siempre a nuestro lado, bendícenos, aleja al enemigo malvado, líbranos del peligro y de todo mal.
Que la Gracia a todos los que aman al Sr.Jesús con amor inalterable. Amén.
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