Por lo tanto, ya que estamos rodeados por una enorme multitud de testigos de la vida de fe, quitémonos todo peso que nos impida correr, especialmente, el pecado, que tan fácilmente, nos hace tropezar. Y, corramos con perseverancia, la carrera que Dios nos ha puesto por delante.
Hebreos 12:1 NTV
La ofensa, es una carga muy pesada, que no nos dejará correr con ligereza, ni con libertad.
La ofensa, permite que la persona que la tiene, pierda su paz.
La ofensa, permite que la persona, pierda su gozo. Y,por lo tanto, pierde la fuerza para avanzar.
Cuando un corredor, intenta correr un maratón, con una carga pesada, lo que sucede, es que, al poco tiempo,se cansa y va perdiendo la fuerza, hasta no poder avanzar más.
La Palabra de Dios, dice:
El gozo del Señor, es nuestra fortaleza.
Nehemías 8:10
Por lo tanto, cuando perdemos el gozo, perdemos la fuerza. La estrategia del enemigo, es que perdamos el gozo en las circunstancias o situaciones que enfrentamos y eso nos debilita; una vez débiles, es más fácil desistir.
La ofensa, es una carga muy pesada, que nos estorba en esta carrera de la vida.
La ofensa, además de ser una carga pesada, es una trampa.
Ejemplo de una trampa, es una ratonera, como un ratón engañado, por algo bueno que va a servirle (cebo), cae. Nosotros, también caemos en esa trampa sin darnos cuenta, cuando somos personas que nos ofendemos por cualquier cosa.
La Palabra de Dios, habla mucho acerca de la ofensa.
Las personas sensatas, no pierden los estribos, se ganan el respeto, pasando por alto la ofensa.
Proverbios 19:11
La ofensa, tiene el poder de destruir, el enemigo, quiere atraparnos con la ofensa, porque eso nos va a llevar a vivir en enojo e ira, y son cargas muy pesadas de llevar en esta carrera de la vida.
Hay mucha gente, que se ofende fácilmente; hay gente,se podrían llamar, adictos a la ofensa.
Mateo 11:28 Luego, dijo Jesús:
“vengan a mí todos los que están cansados y llevan cargas pesadas y Yo les daré descanso. pónganse mi yugo. Déjenme enseñarles, porque, Yo soy humilde y tierno de corazón, y encontrarán descanso para el alma”
Jesús, habla de compartir con nosotros la carga. De enseñarnos a quitarnos cargas innecesarias para el alma.
La Biblia, el mensaje habla, de que, la ofensa, es un peso emocional.
El enemigo, pone un cebo con la ofensa, para que,nosotros, caigamos en esa trampa.
Si nos hace caer en la trampa de la ofensa, eso, nos llevara al odio y la amargura; y eso, a enfermedades y depresión.
Apoderarse de la ofensa, es una elección.
Viene la ofensa, alguien hace algo contra mí, yo decido si la recojo y la hago mía, o simplemente, la descarto, la desecho, la paso por alto.
Importante: Tomar la ofensa, no lastima al ofensor, me lastima a mí.
Tenemos la capacidad de decidir, además, hay poder de Dios en nosotros, para vivir inofendibles.
La única manera de lidiar con la ofensa, es el perdón. Vez tras vez, se nos enseña a perdonar: Jesús, le dijo a Pedro, 70 veces 7. Vivir en una actitud de perdón.
El odio, provoca peleas, pero, el amor, cubre todas las ofensas.
Proverbios 10:12
El amar al prójimo, nos hará empáticos y será más fácil no engancharnos con la ofensa y perdonar.
No te alegres, cuando tus enemigos caigan, no te pongas contento, cuando tropiecen.
Proverbios 24:17
Si tus enemigos, tienen hambre,dales de comer, si tienen sed, agua para beber, y amontonarás, carbones encendidos de vergüenza sobre su cabeza, y el Señor te recompensará.
Proverbios 25:22
El perdón, es un regalo que nos damos a nosotros mismos, no es para beneficiar al ofensor. Además, que es una instrucción de Dios, perdonar, nos libra de la amargura y el resentimiento, que son tan dañinos para nuestra salud, tanto física como emocional.
No cargues con el peso de la ofensa, no podrás llegar a la meta, con gozo y ligereza.


AMADO DIOS
Amado Dios de infinita bondad, llega un nuevo día y con él, llegan también cientos de oportunidades para seguir avanzando en mis propósitos y alcanzar mis sueños. Gracias por el hermoso regalo de la vida y gracias porque sé que Tú estarás bendiciéndome y guiando cada uno de mis pasos en esta jornada.
Señor, te pido que me des bondad y sabiduría para vivir plenamente el presente, que es donde la vida sucede y no perderme en pensamientos del ayer que pasó, ni en el mañana que es tan incierto, para de este modo poder vivir una vida libre de rencores y ansiedad.
Padre eterno, por favor dame la dicha de tener un alma noble que pueda amar sin límites ni medida, pues el amor es la fuerza que le da sentido a la existencia. Ayúdame a afrontar este día con optimismo y cumplir cada una de mis obligaciones con una sonrisa.
Permíteme ser un instrumento de tu maravillosa obra y provéeme de un corazón que pueda amarte a Ti y amar a los demás.
Amado Dios, yo te amo, confío en Ti y en tus planes, por eso en este nuevo día daré lo mejor de mí, disfrutaré cada momento y creceré con cada nueva experiencia.
Mi felicidad nace de saber que Tú siempre estás conmigo y con tu hermosa luz iluminas mi camino. Qué bello es estar delante de tu presencia, pues si Tú estás a mi lado, podré vivir en paz y tranquilidad por el ayer y con muchísima alegría y esperanza por el mañana.
Amado Dios, gracias por tu bondad y por escuchar mi oración. En tus manos pongo mi vida, cada una de mis actividades y también mis más grandes anhelos. Confío en que Tú me darás un día maravilloso y lleno de bendiciones; porque Tú estás conmigo y a tu lado todo será perfecto.
Señor, te amo aquí, ahora y por toda mi existencia,
Mi amor en Cristo Jesús este contigo. Amén.
Ma. Guanajuato González








