¿ En Qué Consiste La Disciplina y Filosofía Espartana?

Por Mauro Gómez Herrera

CONTENIDO NARRACIÓN & CUENTO

Leónidas, el legendario rey de Esparta, era un personaje que combinaba realidad y mito, una figura que emergió de las brumosas tierras de la antigua Grecia y que ha dejado una impresión imborrable en la historia del mundo occidental.

Para entender la magnitud de su leyenda, es esencial embarcarse en un viaje a través del tiempo, al corazón de la Grecia clásica, donde las ciudades-estado luchaban por la supremacía y la gloria.

Hijo de Anaxándridas II, Leónidas ascendió al trono espartano alrededor del 490 a.C. Su linaje se remonta a Hércules, lo que le confiere un estatus semi-divino en la mitología griega.

Aunque Esparta era conocida por su estructura militar y sus prácticas de crianza únicas, Leónidas no fue ajeno a la típica educación espartana, conocida como la “agogé”. Esta educación rigurosa formaba jóvenes para ser guerreros de élite, enseñándoles resistencia, disciplina y honor.

En el siglo V a.C., el vasto Imperio Persa, bajo el liderazgo del rey Jerjes I, buscaba expandirse aún más hacia las tierras de Grecia. Las polis griegas, a menudo enfrentadas entre sí, se vieron obligadas a considerar una unión frente a un enemigo común.

El avance persa culminaría en lo que hoy conocemos como las Guerras Médicas, una serie de enfrentamientos entre la alianza de ciudades-estado griegas y el Imperio Persa.

Fue en este contexto que Leónidas tuvo que desempeñar su papel más significativo y memorable. En el 480 a.C., cuando Jerjes marchaba hacia Grecia con un ejército inmenso, Leónidas y un contingente de 300 espartanos, junto con otros aliados griegos, hicieron su célebre resistencia en el estrecho paso de las Termópilas.

Esta elección estratégica no fue casualidad. El paso estrecho permitiría a los griegos enfrentarse a un número limitado de persas a la vez, nivelando las abrumadoras odds.

Durante tres días, los espartanos y sus aliados resistieron valientemente, deteniendo el avance persa y mostrando un valor y una habilidad de combate inigualables.

Sin embargo, la valentía de Leónidas y sus hombres no sería suficiente. Un traidor griego, Efialtes, reveló a los persas un camino secreto alrededor de las Termópilas.

Ante la inminente derrota y rodeado por el ejército enemigo, Leónidas ordenó a la mayoría de sus tropas retirarse. Junto con sus 300 espartanos y algunos aliados, eligió quedarse y luchar hasta el final.

A pesar de su eventual derrota y muerte, la valentía de Leónidas y sus hombres dejó una marca indeleble en la historia.

Su resistencia heroica en las Termópilas permitió que otras ciudades griegas se prepararan para enfrentar la amenaza persa, lo que eventualmente llevó a las victorias griegas en Salamina y Platea.

El legado de Leónidas trasciende la antigua Grecia. Su nombre se ha convertido en sinónimo de coraje, sacrificio y resistencia contra la adversidad. Las historias de su valentía siguen siendo narradas y celebradas, sirviendo como recordatorio de lo que un hombre y su pueblo pueden lograr cuando defienden sus ideales y su tierra con determinación inquebrantable.

Tal vez, más de una vez me hayas escuchado o leído sobre un «disciplina espartana», pero pocas personas conocen el significado.

Es sencillo de explicar. Básicamente, es una rutina de estudios de alto rendimiento con un objetivo en mente. Es como si corrieras una maratón o lucharas en un coliseo, donde el adversario más crudo eres tú mismo/a.

Antes, los espartanos se sometían al frío, comían poco, se quitaban el cabello, conseguir con qué hacer la cama todas las noches, no se aseaban y andaban descalzos.

En la actualidad, la disciplina espartana lleva todos sus sacrificios físicos al espíritu y al carácter. Esto implica someterse a cambios radicales y constantes, a pesar de que sea difícil.

Uno de mis libros favoritos es «Autodisciplina Espartana» de Maximus Z. Russell. Recomiendo que lo leas, ya que es uno de los libros que ha inspirado uno de los cambios de hábitos más grandes de mi vida.

1. Ten un objetivo y no apartes tu vista de él

Ten en cuenta que el objetivo de los espartanos era vanagloriarse de su poderoso y temido ejército. Ese era su principal motivo para impulsarse a seguir adelante, a luchar y derramar cada gota de sangre. Pero, ¿cuál es tu objetivo? ¿Qué quieres en la vida?

Sin un objetivo, no vas a llegar lejos. La clave principal de la disciplina espartana es tener objetivos muy claros y trazar un camino certero.

Al momento de estudiar, debes crear una ruta de aprendizaje que se ajuste a tus necesidades, tus motivaciones y tus objetivos. Si no tienes esto, te vas a desmotivar. No tiene sentido estudiar algo que no te va a servir en tu vida diaria.

Sin embargo, conectar los puntos es algo esencial. Ten en cuenta que especializarse es para los insectos y dominar más de un área de conocimiento es algo que la industria valora mucho.

Además, tener reglas ascéticas, alejarse de la comodidad y la zona de confort es lo que busca la disciplina espartana en la actualidad.

2. Crea tus propias leyes personales

La legislación de los espartanos era la de Licurgo. Si bien tenían un objetivo trazado, también tenían la manera de alcanzar el objetivo. La legislación de Licurgo les dio las bases para convertirse en los guerreros más letales de toda Grecia.

Y bueno. Ya que estamos: ¿cuál es tu legislación personal? Ojo. Te hablo a ti, no a tu empresa, ni tu universidad, ni tu apellido, ni tu gobierno. Me refiero a tu personalidad. Debes crear tus propias bases o los pasos a seguir para alcanzar tus objetivos.

Anota en un cuaderno y sincérate contigo mismo/a. Comienza a tener un conjunto de normas que deberás aplicar en tu vida. Deberás respetarlas y ser leal.

Eres libre de colocar todo lo que desees. Todo debe estar alineado con tus objetivos iniciales.

3. Sacrifica tus comodidades para lograr tus objetivos

Esto es lo más difícil que harás en tu vida. Por ejemplo, si dedicas varias horas a ver series de Netflix o jugar videojuegos y no te preguntas si esto sirve para lograr tus objetivos en la vida. La verdad es que no vas a lograr nada. No eres capaz de abandonar lo innecesario por cumplir tus objetivos.

Si tus hobbies no aportan, ya sabes que eso es lo que debes sacrificar. Los espartanos sacrificaban una vida de comodidades, a cambio de ser los mejores guerreros de la antigüedad.

Analiza tu vida. Identifica qué cosa de todo lo que haces contribuye al logo que te has planteado. Si no consigues nada, reformula tu vida y replantéate tus actividades diarias y semanales.

No te mientas. Eso no sirve de nada. Deber tener sinceridad contigo mismo/a. Seguramente, renunciarás a varias cosas, si quieres lograr tu meta sin distracciones o excusas absurdas.

4. Controla tus emociones

No te digo que dejes a un lado los sentimientos. Debes tener inteligencia emocional y adquirir una perspectiva racional de las cosas. Tomar decisiones es mucho más fácil, cuando adquieres inteligencia emocional. Libérate de las ataduras emocionales que no te permiten progresar. Aprende a ser desapegado/a.

Razona y sé inteligente. No tengas tanta impulsividad, sobre todo al momento de renunciar a un trabajo. Si bien es difícil al inicio, con el pasar del tiempo vas a poder decirle adiós a aquellos que no suma a tu vida.

5. Sacrifica tus debilidades y usa tus cualidades positivas

Estúdiate como persona e identifica tus fortalezas, debilidades, amenazas y oportunidades. Sí, es un FODA/DAFO/SWOT personal. Sacrifica todas tus debilidades y déjalas en el olvido. Deberás ser transparente y definir esos defectos que van a obstaculizar tu progreso.

Por otro lado, tomarás todas tus cualidades positivas para utilizarlas en pro de tus objetivos. Es una selección natural, pero a nivel interno. La disciplina espartana es o no es. No hay puntos medios. Sacrificas lo que no te sirve, eres constante y te impulsas con todas tus fuerzas o no haces nada. ¿Entiendes el punto?

6. No perdones tus faltas

Los jóvenes espartanos no eran perdonados, sino castigados. Eran apaleados o sometidos a latigazos hasta morir o quedar inconscientes. 

Entonces, tú no debes perdonarte tus faltas. La indulgencia no tiene cabida en la disciplina espartana. Si un día te propones a hacer algo y por pereza no lo haces, no lo debes permitir. Aprende a exigirte a ti mismo/a y a ponerte responsabilidades obligatorias. 

Por ejemplo, si no estudio un día por trabajo u otras cosas, al día siguiente estudio el doble de horas para cumplir las 4 horas diarias en la semana y 8 horas los fines de semana. 

También, puedes imponerte algo que no te gusta hacer, como un castigo por algo que no hiciste. Duro, ¿verdad?

7. Planifica tu vida y trabaja en equipo

Los espartanos tenían su vida planificada desde su nacimiento. Así que, si ellos pudieron hacerlo, tú también puedes planear al menos cada una de tus semanas. Esto te hará más organizado/a y dirigir todos tus esfuerzos al logro de los objetivos concretos. 

  • Crea objetivos principales y específicos
  • Arma un cronograma y define tus propósitos, desde un semestre a un año. 
  • Consigue una agenda o utiliza herramientas como Google Calendar o ClickUp.
  • Cada domingo, define las prioridades que tienes para la próxima semana. 
  • Cada día que pase y cada reto superado debe dirigirse a cumplir el propósito principal.
  • Cada objetivo debe ser específico, realista, alcanzable, medible y en un tiempo determinado (SMART). No hagas más de lo que puedes hacer.
  • Descansa, ten momentos de ocio, pero no te desvíes de tus objetivos.
  • Identifica una actividad que llame tu atención, te llene de energía y que te permita ser mejor.

Además, los espartanos vivían en grupo. Estaban preparados para asumir la vida en grupo, tenían una relación fraternal, casi de hermandad. 

Por lo que, si tus objetivos requieren de otras personas, si tus planes de negocio son bastante grandes, trabaja en equipo. Escoge buenos aliados y conseguirás los objetivos más rápido y de una manera más efectiva e innovadora. Si quieres estudiar en grupo, hazlo y compartan sus puntos de vista.

8. Ama tus ideales y no tengas temor a ser diferente

A pesar de la dureza de sus leyes, los espartanos amaban lo que hacían porque formaba parte de sus ideales. Esto se aplica a tu vida diaria, porque debes enamorarte de tus objetivos y convencerte de que todo lo que realizas vale la pena. Aférrate a tus objetivos de tal manera que nada ni nadie te permita abandonarlo. Es la única manera de lograrlo. 

Si quieres estudiar una ruta de aprendizaje en Platzi, aférrate lo más que puedas a tus ideales, objetivos y conocimientos adquiridos. La determinación puede abolir todo aquello que te impide convertirte en alguien seguro de sí mismo y con el éxito entre tus manos. 

También, a los espartanos no les importaba ser diferentes a nivel cultural, social y vestimenta. No debes acomplejarte o sentirte extraño por ser diferente o tener una mentalidad distinta. 

Si te comparas con otros, esto no te llevará a ningún lado. Es más, se convierte en un obstáculo. ¿Tu objetivo es tan débil que consiste en sólo superar a otra persona? 

Que no te importe lo que digan otros. Sigue siendo fiel a tus ideales y objetivos. Esta es una demostración de respeto hacia ti mismo/a. Nunca estarás a salvo de las críticas, siempre estarás bajo la mirada astuta de personas que van a querer lo peor de ti, así que lo mejor es que sigas tu camino hacia delante, restándole importancia aquello que más que un impulso, es un obstáculo en tu camino.

9. Sé fuerte en todo sentido

Al igual que los espartanos, debes aprender a ser inquebrantable. La fuerza de voluntad debe estar no sólo en tu mente sino también en tu espíritu. No sólo podrás combatir contra tus enemigos externos, sino también contra tus enemigos internos. 

Una de las frases de Russell es bastante cierta: «tú decides ser tu mejor aliado o tu peor enemigo». Trabaja en tu propia fuerza, a ser mejor persona mejorando el concepto que tienes de ti mismo/a y sintiéndote capaz de lo que tu mente se proponga. 

Deberás ser constante y tomará tiempo, pero te darás cuenta de que ese sacrificio valdrá la pena. 

Crece como profesional

La autodisciplina espartana me ha ayudado bastante a cumplir mis objetivos profesionales. El objetivo de este artículo es enseñar cuáles lecciones me han servido más. Ser constante es clave para lograr los objetivos y pensar de una manera diferente te permitirá realizar todo desde tu propia perspectiva.

No te compares, ni sientas que no vas a lograr tanto. Si eres constante, lograrás mucho en la vida y comenzarás a reinventarte en un mundo que cada día es más complejo. 

Tenemos un lienzo en blanco, aprovéchalo. Estudia, forja nuevas habilidades y tranfórmalas en espadas afiladas, para que al momento de luchar lo hagas sin guardarte nada.

LA FILOSOFÍA DE LA DISCIPLINA ESPARTANA

Lección 1: La Disciplina del Foco

La era moderna nos bombardea con distracciones constantes: notificaciones, correos electrónicos, redes sociales. Al fusionar las enseñanzas del estoicismo y la filosofía espartana, aprendí a cultivar una disciplina férrea en mi enfoque, y no ser como una hoja llevada por el viento.. Aprendí a desconectar las distracciones, a establecer límites estrictos para las interrupciones y a dedicar tiempo ininterrumpido a una tarea a la vez, a mi vida. Esta primera lección me enseñó a nutrir la llama del enfoque, permitiéndome completar tareas con una profundidad y calidad que antes me eran esquivas.

Lección 2: Aceptar el Desafío como Aliado

La filosofía espartana tiene la idea de que los desafíos son oportunidades de crecimiento y fortaleza. La combinación de estoicismo y espartanismo me ayudó a ver los obstáculos laborales, y los retos de la vida como desafíos para superar, en lugar de amenazas que debilitan. Aprendí a abrazar esos desafíos con una actitud de resiliencia y valentía, sabiendo que cada obstáculo es una oportunidad para crecer y mejorar mi destreza en mi vida y en el trabajo.

Lección 3: El Valor de la Resiliencia

La filosofía espartana se caracteriza por la resiliencia y la resistencia ante las adversidades. Al incorporar estos valores en mi vida personal y en mi enfoque laboral, descubrí la importancia de mantener la calma en medio de la tormenta. El estoicismo me enseñó a controlar mis reacciones y a enfrentar los desafíos con serenidad. Esta lección de resiliencia me ha permitido mantener la cabeza en alto en momentos de presión, lo que ha mejorado tanto mi productividad como mi bienestar emocional.

Lección 4: La Maestría de la Autodisciplina

La autodisciplina es el cimiento sobre el cual se construye la excelencia en cualquier esfera de la vida. La filosofía espartana enfatiza la importancia de entrenar tanto el cuerpo como la mente para alcanzar niveles superiores de destreza. Integrando estas enseñanzas, he adoptado una rutina sólida que incluye horarios fijos para el trabajo, descanso y automejora. La autodisciplina se convirtió en mi aliada en la lucha contra la procrastinación y la falta de enfoque, permitiéndome mantenerme en el camino hacia mis metas laborales, familiares y personales.

Lección 5: Enfocarse en la Eficiencia

La filosofía espartana pone énfasis en la eficiencia y la simplicidad. Al fusionar esta idea con los principios estoicos, aprendí a enfocarme en lo esencial y a eliminar lo superfluo de mi vida y de mi trabajo. Aprendí a distinguir entre tareas importantes y distracciones innecesarias. Esta lección de enfoque en la eficiencia me permitió tomar decisiones más informadas y aportar un mayor valor en mi trabajo diario, en mi vida cotidiana.

Estas dos corrientes ancestrales me han brindado un nuevo enfoque en el trabajo, lleno de disciplina, resiliencia y enfoque en lo esencial. Las lecciones de enfoque, aceptación del desafío, resiliencia, autodisciplina y eficiencia han redefinido mi perspectiva laboral y me han llevado hacia una productividad más profunda y significativa.

Al aplicar estos principios en mi vida laboral, he encontrado una mayor serenidad en medio del caos y una sensación de logro duradero. Mi guía en el viaje hacia una productividad serena y una realización profunda en mi vida.

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