No Hay Otro Evangelio.

NO QUE HAYA OTRO, SINO QUE HAY ALGUNOS QUE OS PERTURBAN Y QUIEREN PERVERTIR EL EVANGELIO DE JESUCRISTO. Gálatas 1:7

El apóstol Pablo, fundó varias iglesias en la provincia romana de Galacia, en sus primeros viajes misioneros. Les escribió a los cristianos de Galacia, pues estaba preocupado porque habían adoptado un mensaje falso, diferente al que él había enseñado.

En Gálatas 1:7 se nos revelan 3 cosas acerca de un evangelio diferente:

1. Que era un evangelio ilegítimo (no que haya otro mensaje verdadero).

2. Que no era bueno, sino perturbador.

3. Que era una distorsión o perversión del verdadero evangelio.

Seguramente, los que promovían este evangelio diferente, habrían dicho, nosotros tenemos nuestra verdad y Pablo, tiene la suya, como lo escuchamos el día de hoy.

La palabra evangelio, significa, buenas nuevas o buenas noticias. Pero, lo que Pablo les quiso decir, es que, en este mensaje, no hay buenas noticias, sino malas y que lo que él enseñaba, no era otro evangelio.

Esto, provocó que se perturbaran y no anunciaran su mensaje como perturbador, estaban distorsionando el mensaje de Jesucristo; tergiversaban ligeramente el mensaje central para que fuera engañoso, y así sigue hasta el día de hoy, pues el trabajo de satanás, es usar la misma palabra del evangelio de Cristo, para engañar y distraernos de Dios.

Cuando discernimos lo ofensivo que es el verdadero evangelio para el ser humano, podemos entender por qué satanás, quiere pervertirlo y distorsionarlo. El evangelio, ofende nuestro orgullo, nos hace ver la necesidad de un Salvador, que no podemos salvarnos a nosotros mismos, sino, que es Jesús, el que obra en cada uno de nosotros.

También, ofende nuestra sabiduría: Jesús, nos salva mediante Su obra Redentora, lo que para muchos es una tontería. Él, se hace hombre y muere en forma humillante y vergonzosa para nosotros.

Ofende nuestro conocimiento: Nos hace creer, que el evangelio es algo que va en contra del conocimiento científico y de la experiencia personal. “¿Cómo es posible, que Jesús resucitó de entre los muertos en un cuerpo glorioso y nunca más volverá a morir?”

En pocas palabras, a nosotros no nos corresponde distorsionar o cambiar el mensaje del evangelio de Jesucristo.

Este mensaje, se debe creer como es y compartirlo, proclamarlo a toda la humanidad para que puedan cambiar y ser transformados por medio del Espíritu Santo y por la Palabra de Dios.

Deja un comentario