
Las Razones que Llevaron a su Caída 📕Era el amanecer de un día que cambiaría la historia para siempre. El 29 de mayo de 1453, Constantinopla, la majestuosa ciudad que había sido la joya del Imperio Bizantino durante más de mil años, estaba a punto de experimentar su trágico destino.
La caída de Constantinopla a manos del Imperio Otomano marcó el fin de una era y el comienzo de una nueva época en la historia de Europa y Asia Menor.
La ciudad de Constantinopla, ahora conocida como Estambul, estaba situada en una ubicación estratégica, conectando Europa y Asia. Durante siglos, fue el centro del poder y la cultura bizantina. Sin embargo, varias razones contribuyeron a su caída.
Una de las razones más significativas fue la debilidad interna del Imperio Bizantino. A lo largo de los años, el imperio había sufrido divisiones internas, luchas de poder y decadencia económica.
Sus recursos habían disminuido, lo que dificultaba la defensa efectiva de la ciudad. Además, la población de Constantinopla había disminuido considerablemente, lo que dejaba a la ciudad con menos habitantes para defender sus murallas.
Otro factor crítico fue el poderoso ejército otomano liderado por el sultán Mehmed II, también conocido como Mehmed el Conquistador.
Mehmed había reunido un ejército formidable y había modernizado su artillería, incluyendo el uso de cañones, que resultaron ser cruciales para socavar las murallas de la ciudad.
Las murallas de Constantinopla habían sido durante mucho tiempo consideradas impenetrables, pero la tecnología militar otomana demostró ser una fuerza imparable.
Los constantes asedios a la ciudad habían debilitado sus defensas, y finalmente, el 29 de mayo de 1453, después de 53 días de asedio, las murallas cedieron ante el feroz ataque otomano.
La caída de Constantinopla marcó el fin del Imperio Bizantino, pero también tuvo un profundo impacto en la historia europea. La diáspora de eruditos y artistas bizantinos hacia Europa occidental contribuyó al Renacimiento y la difusión de conocimiento y cultura clásica.
Además, el control otomano de Constantinopla abrió nuevas rutas comerciales hacia Asia, lo que eventualmente impulsó la Era de los Descubrimientos.
En resumen, la caída de Constantinopla fue el resultado de una combinación de factores internos y externos, incluyendo la debilidad interna del Imperio Bizantino y el poderoso ejército otomano.
Esta trágica caída no solo marcó el fin de una era, sino que también cambió el curso de la historia europea y mundial.
No fue una caída sino una conquista en toda regla. Querido lector le recomendamos que vea la serie Rise of empires este es uno de los primeros mitos que rompe la serie Otomana, el docudrama que se acerca a uno de los episodios más cruciales para Europa y, sin embargo, uno de los menos relatados en sus escuelas. Para la mayoría de historiadores,la irrupción del joven sultán Mehmet II en la magnificente basílica de Santa Sofía, tras semanas asediando sin tregua y con ingenio la joya bizantina, marca el fin de la Edad Media.
La serie, de seis capítulos con tres cuartos de hora cada uno, combina la recreación de los acontecimientos que acabaron con el Imperio romano de Oriente con las explicaciones de investigadores en la materia. Lo primero corre a cargo de un elenco de estrellas turcas del culebrón, capitaneadas por Emre Sahin, un director turco estadounidense laureado con una larga trayectoria en producción televisiva; lo segundo, los expertos, son imprescindibles para apuntalar, con rigor, las dramatizaciones.
Michael Talbot es uno de ellos. Pertenece al Departamento de Historia de la universidad británica de Greenwich y está especializado en historia del Imperio Otomano y del Oriente Medio moderno. «Uno de los hechos más famosos de la historia es desconocido en Occidente hoy, mientras que en Turquía y otras partes de Oriente Medio es una parte de la historia la que siempre se cuenta, desde un punto nacionalista turco o islamista», explica por teléfono.
La victoria otomana en el cerco a Constantinopla se viene celebrando desde 1953, cuando cumplió 500 años. Entonces, un grupúsculo ultranacionalista presionó al Gobierno para recordar la efeméride. El 29 de mayo de 2016 las tornas cambiaron. El presidente Recep Tayyip Erdogan, quien ha sopesado devolver el estatus de mezquita a Santa Sofía, convirtió la celebración en un gran mitin, trufado de pompa y retórica, donde reivindicó la supremacía del Islam sobre los «infieles».
Pese a ser de factura turca, y a diferencia de la larga ristra de series y películas turcas que han abordado aquellos 56 días de asedio, Rise of empires: Ottoman rompe con esta visión.
En cambio, nos presenta a una serie de personajes sometidos al designio de Dios, pero no siempre a sus leyes.
Las alianzas de conveniencia sin importar el credo, las traiciones y las gestas de mujeres y hombres compiten en importancia con los cuasi mesiánicos Mehmet II y Constantino XI Palaiologos.
«De nuevo, el discurso nacionalista turco habla de musulmanes turcos conquistando a griegos cristianos, mientras que la serie muestra, por ejemplo, que hay un príncipe otomano viviendo en la ciudad. Y que en el ejército otomano hay griegos, serbios y otros cristianos combatiendo del lado con musulmanes turcos. Así era la sociedad en el siglo XV, no estaba dividida en líneas étnicas o lingüísticas, eran mixtas», recalca Michael Talbot.
Uno de los personajes importantes que rescata Emre Sahin, ignorado por la mayoría de narraciones nacionalistas turcas, es la sultana Mara Brankovic, madrastra de Mehmet II. Durante el gobierno de su predecesor, Brankovic se convirtió en una de las personas más influyentes de la corte, jugando roles diplomáticos que contribuyeron a la victoria otomana. «Fue mentora de Mehmet, pero también una de las personas más importantes en su vida», recuerda Talbot. «De nuevo una no musulmana y no turca».
La serie trata de componer una narración a partir de retazos procedentes de fuentes históricas. «No hay tantas», subraya el historiador, «por lo que la serie trata de rellenar los huecos, haciendo algunas asunciones o inferencias a partir de los registros históricos».
Así se construyen personajes como el del mercenario genovés Giovanni Giustiniani, o el del visir Çandarli Halil Pasa. Menos difícil es perfilar al ambicioso Mehmet, quien asaltó Bizancio con el brío temerario de sus 21 años. Y ganó.
Rise of empires: Ottoman dramatiza con acierto la combinación de mesianismo y tozudez que, combinada con lances de genial audacia, dan la gloria al sultán frente a los mermados bizantinos, convencidos de que Dios ha abandonado su bando para unirse al del enemigo.
«El Imperio había quedado reducido a sólo una ciudad, y esta ciudad ya no es la que era en el siglo XI», subraya Talbot. «Estaba despoblada y derrumbándose. La población bizantina vivía al borde de la extinción, en modo de supervivencia». Talbot está en desacuerdo con algunos enfoques de la serie. «Algo que no aborda el programa y es una vergüenza es el hecho de que, como en muchos asedios, hay un período sostenido de inanición, pillaje, violaciones, asesinatos y saqueo».


Si piensas enamorarte y convivir con alguien, vuélvete observador.
¿Por qué?
Porque te enamoras de un cuerpo, pero te casas con un carácter.
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El noviazgo no es para descubrir el cuerpo, es para descubrir el carácter. Por eso, si te enamoras, observa bien una y otra vez su carácter.
Antes de tomar una decisión tan importante como casarte y vivir con alguien, ejercita la observación al carácter, así estarás protegiendo tu corazón y por ende tu tranquilidad y tu futuro.
Hombres y mujeres por igual.
Se vuelve desgastante, qué tu palabra no tenga validez frente al otro ser.
Eso crea desestabilidad emocional, si sientes que esa situación te daña emocionalmente retirate.
Hay acciones que te demuestran que no es tu lugar allí ✍️
Por Nicole Di Mateo









