
Con sabiduría se edifica la casa, y con prudencia se afirmará; y con ciencia se llenarán las cámaras de todo bien preciado y agradable.
Proverbios 24:3
Vivimos tiempos difíciles, donde hay tanta falta devalores, es necesario edificar nuestras casas con la sabiduría de Dios, con inteligencia, siendo diligentes en obedecer los mandatos de Dios.
Dice la Biblia que el principio de la sabiduría es el temor del Señor (Proverbios 1). Temor de reverencia hacia Él y sus mandamientos, eso nos hace personas sabias.

El mismo Jesús nos enseña esto:
Cualquiera pues, que me oye estas palabras y las hace, le compararé a un hombre prudente que edificó su casa sobre la roca. Descendió lluvia y vinieron ríos y soplaron los vientos y golpearon contra aquella casa y no cayo porque estaba fundada sobre la roca.
Mateo 7:24-25
Cualquiera que oye y hace es igual a una persona prudente que edifica su casa con solidez.
Por lo tanto nosotros todos, mirando a cara descubierta como en un espejo la gloria del Señor, somos transformados de gloria en gloria en la misma imagen, como por el Espíritu del Señor.
2 Corintios 3:18
La Biblia nos muestra la imagen de Cristo con el fin de que podamos medir nuestra conducta y nuestro carácter a la luz de Su imagen.
Debemos ser hacedores y no tan solo oidores como dice:
Obedecer la Palabra de Dios nos hace avanzar y crecer espiritualmente, escuchar y no hacer nada es señal de un corazón engañado.
Santiago 1:22
¿Qué importancia tiene la Palabra de Dios en nuestras vidas?
• Nuestra mente es renovada. Romanos 12:2
• Conocerla trae libertad. Juan 8:32
• Incrementa nuestra fe. Romanos 10:17
• Aprendemos a temer a Dios y a honrarlo. Deuteronomio 17:19
¿Qué es edificar sobre la roca?
La Roca es el Señor Jesucristo y Su Palabra.
Si en nuestro hogar ponemos los fundamentos de la Palabra podremos pasar por tormentas, pero nuestra casa estará bien cimentada y no va a ser destruida.
1 Pedro 2:8
Para esto es necesario:
• Conocerla y enseñarla a nuestros hijos, Deuteronomio 6. Aunque los tiempos cambien, las costumbres, las opiniones humanas y orientaciones filosóficas varíen, esto no debe afectar la permanencia, la autoridad de la Palabra de Dios en nuestros hogares.
• Viviéndola, siendo hacedores, siendo ejemplo. La palabra enseña, pero el ejemplo arrastra.
• Teniendo una relación profunda con el Señor como dice Juan 15:
Él es la vid y nosotros las ramas, fuera de Él nada podemos hacer y será la única manera de producir fruto.
Juan 15:5-6
La manera de construir un hogar fuerte y seguro es hacerlo sobre la Roca que es el mismo Señor Jesucristo y sus enseñanzas, valores, lineamientos que están escritos en su palabra


Amado Dios
Creador del cielo y de la tierra, dueño de mi ser, de mi alma y mi corazón: el cielo se viste de azul anunciando una nueva mañana y con los primeros rayos del sol yo me acerco hasta Ti para darte gracias por todas las hermosas bendiciones y regalos que Tú le das a mi vida.
Padre celestial, gracias por tu presencia y tu compañía, pues solo en Ti encuentro el alivio para mis tristezas, solo Tú calmas mi ansiedad y solo en tu bendito refugio mi alma está tranquila.
Es por eso Señor que hoy acudo a Ti, para humildemente poner en tus manos todo lo que tengo, todo lo que soy y todo lo que amo: mi vida, mi hogar, mi familia y mis amigos.
Por favor avívanos en cada jornada, escucha nuestras suplicas, danos tu paz y tu fuerza. Por favor transforma el desaliento en esperanza, la angustia por gozo, la enfermedad por salud y las necesidades por bendiciones y abundancia.
Te pido que nos acompañes en este y en cada día de nuestra vida, guía nuestras actividades, apártanos del peligro, del enemigo, de las injusticias y líbranos siempre de todo mal.
De nuestra parte daremos siempre lo mejor de nosotros con una constancia infatigable y al mismo tiempo confiaremos en Ti y en tu voluntad, porque tus tiempos son perfectos y tus planes son maravillosos y aquellos que me quieren ver caer tendrán que ver como Tú me tomas en tus brazos, me avivas, me salvas y me bendices.
Señor, si en mi vida tuviera un solo deseo sería que Tú siempre estuvieras a mi lado, porque tu presencia me sustenta y me refresca.
Amado Dios, creo en Ti y en Ti espero con fe; gracias por escuchar mi oración, por tu amor y por tu infinita misericordia, en nombre de Jesús, Amén.
Por Ma. Guanajuato Gonzalez Y Castañales.













