Hace tiempo escuché una historia y quisiera compartirte parte de ella, te invito entonces a imaginar un escena que nos retroceda en el tiempo: a la escena de la esclavitud y liberación del pueblo de Dios…
Allí estamos en la antigua potencia de Egipto, a finales del año 1447 A.C, y nos encontramos con un israelita que lleva consigo un rollo informativo con las últimas noticias y acontecimientos del año.
Con toda atención va enterándose de la complicada situación que está viviendo ese país: las aguas del río Nilo se han convertido en sangre que no pueden beber.
Se entera de la impresionante lista de plagas que atacan y acaban con el ganado, otras de piojos, moscas, úlceras, los informes del clima indican una tormenta de granizo sin igual; también se entera que se aproxima una plaga de langostas que destruye toda la vegetación que se encuentran a su paso y, para acabar, vaticinan tinieblas que dejarán inhabilitada la producción de la vida de Egipto. Incluso se esperan muertes de niños.
Qué noticias tan lamentables y terribles, qué entorno tan trágico y triste.
Si tú fueras un egipcio que lee esas noticias, ciertamente serían pésimas noticias para tí.
Y si tú fueras un hebreo, un creyente que lee estas mismas noticias, simplemente comprobarías lo que ya había sido anunciado: Dios prometió que liberaría a su pueblo de la esclavitud.
Para el próximo año, no sé tú que has oído, las redes invaden y vaticinan sobre el fin del mundo. El pronóstico (sin ser demasiado pesimista), es duro y cada noticia se convierte en un indicador de alarma, el entorno es difícil y lleno de tinieblas; pero a ti te invade la esperanza, aún allí en medio de un tiempo difícil y oscuro, estás cierto que se aproxima una liberación.
Si eres un egipcio, con estas noticias, tienes mucho de qué preocuparte, se acercan las peores épocas.
Si eres un hijo de Dios, esas mismas noticias que provocan angustia en los demás, a ti te hablan de esperanza y seguridad de lo que Dios dijo y que se está cumpliendo.
Lo que nos enseña este cuadro ilustrativo de Egipto, es que nosotros no estamos dependiendo que este nuevo año 2024 sea bueno o sea malo. Lo que sí puedo decir con toda certeza es que va a ser un año en el que tú tendrás el amor, la fidelidad y la paz de un Dios bueno.
Y quiero invitarte para recordarte el pasaje Hechos 16 Pablo y Silas están presos, fueron azotados por dar libertad a una esclava , allí en el rincón más oscuro y maloliente de una celda romana, ellos hicieron el conteo regresivo para la medianoche 10,9,8,7, no de un año nuevo para ellos, pero la biblia dice “a la media noche” Pablo y Silas decidieron que sin importar que situaciones vinieran, lo que tenían que hacer era llegar a ese lugar en la presencia de Dios, nos enseñaron que cualquiera quesea la circunstancia que venga, podemos alabar y confiar en El.
Oro que en cualquier circunstancia que atravesemos, nos aferremos a Jesús y a las 12 en punto, a la media noche como Pablo y Silas cantemos, declarando, proclamando, que nuestro Dios es tan grande que está por encima de las circunstancias.
Que tan pronto lleguemos a decir Feliz Año, puedas gritar :¡Cuan Grande Es Nuestro Dios!.
UN BENDECIDO 2024 PARA TODOS USTEDES Y SU FAMILIA. NUESTRO DIOS ES BUENO, PODEROSO Y FIEL, DIOS LOS BENDIGA.
AMADO DIOS
Un nuevo día ha llegado y yo me acerco hasta Ti para darte gracias por permitirme la fortuna de ver y disfrutar de este amanecer y también por todas las cosas buenas que Tú haces en mi vida.
Gracias por tu amor, por tu provisión, por cuidar de mí, por cuidar de todos mis seres queridos y gracias por permanecer siempre a nuestro lado soportándonos en la debilidad y haciéndonos vencedores frente a cualquier dificultad.
Señor, en esta mañana deseo consagrarme a Ti con absoluta confianza. Por favor bendice mi vida, la vida de mi familia, nuestra salud, nuestros trabajos y cada acción que hoy debamos de realizar.
Te pido que este sea un día de paz y de conquistas, por favor dirige nuestro caminar, no dejes que nuestras esperanzas claudiquen frente a las tempestades, enséñanos a confiar e ilumina nuestras mentes para tener ideas fuertes que construyan estabilidad, bienestar y prosperidad.
Te suplico que nos cubras con tu manto y que te lleves todo aquello que no sea bueno. Apártanos de todo mal y peligro, de las angustias, de los pleitos y de las tristezas; por favor ayúdanos a liberar de toda carga innecesaria y haz que la luz de tu espíritu resplandezca en nuestras mentes y en nuestros corazones.
Te pido también por todas las personas que hoy amanecen viviendo en medio de alguna gran necesidad, de la angustia o de la injusticia. Permite que una lluvia de esperanza y bendiciones sea derramada sobre el mundo y que las peticiones apremiantes de la humanidad puedan ser satisfechas en tu nombre.
Amado Dios, en tus manos encomiendo este nuevo viernes, por favor despeja todas mis preocupaciones, ayúdame a vivir un día feliz, productivo y haz que en mi vida florezcan tu protección, visión, propósito y sabiduría, Amén.