¡TIEMPO DE BUENOS DESEOS Y GRANDES PROPÓSITOS!
Al inicio de cada año, parece que cada uno empieza de la misma forma, con buenos deseos, deseos genuinos para nuestros familiares y amigos y con grandes propósitos personales, que nos planteamos año con año, muchas veces iniciamos con el mismo propósito del año pasado y que no pudimos cumplir.

Tales como empezar a hacer ejercicio, comer saludable, bajar de peso, trabajar menos, disfrutar más, etc.
Son deseos genuinos pero que al cabo de dos o tres meses olvidamos.
“Los cambios no vienen incluidos con el año nuevo. Los cambios no se nutren de deseos o propósitos, sino de decisiones, acciones y compromisos”
En días pasados en algún lado, lei esta frase, no sé quién es el autor, pero me impacto porque es una realidad, con solo desear o pensar no se logran los cambios.
Es necesario, si desear, planear, pero ser intencionales, proactivos para lograr las metas o los propósitos.
Es importante tomar un tiempo en este inicio de año para buscar a Dios, conectar con Él, buscar Su dirección y entonces planear, incluso escribir esos propósitos, esos sueños o esos cambios que deseamos conseguir durante el año.
Y empezar a tomar decisiones, luego acciones y comprometernos con Dios y con nosotros mismos para lograrlo y que no sólo se quede en un deseo de año nuevo sino sea una realidad cumplida al termino de este.
La Palabra de Dios nos anima a ser hacedores, no tan solo oidores.
La palabra hacedor tiene el significado de “El que lleva a cabo, el que administra” en pocas palabras: el que hace la acción.
Santiago 1:22
Aprende de las hormigas, perezoso. Fíjate en lo que hacen y sigue su ejemplo. Aunque no tienen quien las obligue a trabajar, no tienen quien las mande, trabajan mucho todo el verano, recogiendo alimentos durante la cosecha.
Proverbios 6:6-8 NBV
La Palabra de Dios nos da este ejemplo de trabajo, tenacidad y constancia. Sin tener patrón o guía trabaja duro con diligencia, de manera que nunca padece necesidad.
Sin duda un ejemplo de tenacidad y constancia. Dos cualidades necesarias para llegar a la meta, al cumplimiento de nuestros propósitos.
Si queremos de verdad que este año sea un año de cambios, de propósitos cumplidos y de hechos, tenemos que actuar, decidir y comprometernos, no solo pensar o desear.
¡Ser intencionales, proactivos nos llevará a ver esos deseos de año nuevo, cumplidos al final del año!


AMADO DIOS
En esta mañana me acerco hasta Ti, como es habitual y debido, para darte gracias por el regalo de un nuevo amanecer, por todo tu amor, por tu bondad que no conoce límites y por todas las cosas maravillosas que Tú haces en mi vida.
Es hermoso despertar y sentirse rodeado de tantas y tan hermosas bendiciones; gracias Señor por el hogar que resguardó mi sueño y el sueño de mi familia, gracias por habernos cuidado de los peligros de la noche y por habernos permitido despertar con el pan en nuestra mesa y la ilusión de que con tu compañía, cada día será un día de conquistas y de bienestar.
No quiero empezar este día sin antes ponerlo en tus manos. Amado Padre, en esta mañana te entrego mi vida, la vida de todos mis seres queridos, nuestros sueños, nuestras obligaciones, nuestras preocupaciones y nuestras necesidades.
Por favor toma nuestra mano y guía cada uno de nuestros pasos, te suplico que nos lleves por caminos buenos, de luz y de verdad. Danos sabiduría para resolver las dificultades, valor para enfrentar las injusticias, un corazón noble para comprender a los demás y permítenos ser un humilde instrumento de tu obra.
Te pido también por todas aquellas personas que hoy se despiertan con desilusión y dificultades, con problemas económicos o de salud. Por favor, derrama una lluvia de bendiciones sobre sus vidas y permite que en los corazones del mundo florezcan la paz y la esperanza.
Amado Dios, en este día te pido que permanezcas siempre con nosotros, celebrando nuestras alegrías y dándonos tu resguardo en la tristeza. Te suplico que tu mano poderosa sea rompiendo toda cadena de enfermedad, dolor, ansiedad, depresión, desempleo y que en nuestras vidas haya luz, amor, bienestar y que tus bendiciones siempre sobreabunden, Amén.
Por Ma. Guanajuato González Y Castañales.










