No Seamos Como El Hermano Mayor.

Por Rafael De La Sierra L

Todos en algún momento hemos leído o escuchado la parábola del hijo prodigo en el evangelio de Lucas Capitulo 15, y nos encoje el corazón cuando vemos el arrepentimiento del hijo que se va de su casa y gasta toda su herencia en prostitutas, vino, fiestas con amigotes, que al final se queda en la ruina espiritual, física y emocional.

Da un jalón al timón de su vida, empieza a extrañar su hogar y el amor que su padre le ofrecía y daba, aparte que se estaba muriendo de hambre acabo por comer la comida que le daban a los cerdos, yo creo que pensó como pude acabar aquí, y se detracta de su decisión y decide volver con su padre, en su culpabilidad no consideraba que lo aceptara como su hijo, sino que lo volviera a recibir como uno de sus jornaleros, si es que lo recibía nuevamente.

El comprendía que había trasgredido, fallado a la confianza que habían depositado en él y deshonrado a su padre, y es que el camino que puede parecer correcto a los sentidos, pero que no nos lleva a nada bueno para el alma.

Me pongo a pensar cuando el dolor te habla tan francamente y te enseña, que la felicidad, la vida de placer y el triunfo de un exterior áspero y de esencia vil; que el dolor es lo mas simple, nos muestra la sencilles y humildad, hasta convertirse en un lugar sagrado, donde nos permite querer sentir a Dios y querernos acercar a Él.

Vemos que en la decisión que toma el hijo prodigo no estaba considerando una vida de dolor y en ese sentido ninguno de nosotros elegimos sufrir, sin embrago si no aprendes a vivir en esa tierra sagrada que te da el dolor, no conocerán el significado de la vida.

Te quiero expresar que algunas de las cosas verdades mas sagradas de la vida se aprenden en medio del dolor. Una enseñanza es que transgredir lo sagrado en la búsqueda de la felicidad, dañas sin piedad a otras personas. Un placer que profana destruye.

El dolor, aunque no lo procuremos, llega a nuestra vida, y a veces no existe explicación, es injusto y misterioso, nos obliga a considerar nuestra finitud y fragilidad.

Nos exige seriedad, misericordia y ternura si hemos de vivir como se debe. Una labor importante del dolor es mostrarnos lo que necesitamos y debemos priorizar, ordenar en nuestra vida. 

El dolor es una herida que sangra en cuanto la roza cualquier mano que no sea la del amor,.” Oscar Wilde. 

Pero bueno no me quiero desviar del relato, finalmente regresa a su casa, con su padre. Vemos a un padre amoroso, bueno, lo abraza, me imagino que el hijo prodigo llega con carencias, sucio, huele mal, con ropas gastadas, con semblante de arrepentimiento, miedo, dudas. El padre lo sabe y no le importa, escucha al arrepentimiento de su hijo amado, y ordena a los criados le traigan nuevas ropas, le da un anillo valioso y más que nada un enorme abrazo y en la emoción de su regreso hasta le hace una fiesta.

Lo restituye como hijo, sin importar lo que había hecho. Habiéndote relatado esta primera parte que podemos leer en Lucas 15:11-32.

Me quiero concentrar en el hermano mayor y darles mi humilde punto de vista. En el contexto de la época el Sr. Jesús siempre estaba en contra de los religiosos, fariseos y maestros de la ley. 

Habiendo dicho esto regresemos a la historia, podemos leer que el hijo mayor : 

Entonces se enojó, y no quería entrar. Salió por tanto su padre, y le rogaba que entrase.Mas él, respondiendo, dijo al padre: He aquí, tantos años te sirvo, no habiéndote desobedecido jamás, y nunca me has dado ni un cabrito para gozarme con mis amigos. 

Lucas 15: 28-29

Para ir desmenuzando la historia, nos podemos dar cuenta que el hijo mayor no comprende la misericordia y compasión del Padre, por cierto algo que no debemos pasar de alto esque, en la historia que nos relata el Sr. Jesús no nos menciona nunca que el hermano mayor fuera en busca de su hermano menor cunado se va de casa, y lo que es peor ni siquiera desea celebrar cuando su hermano regresa a casa sano y salvo.

Es más, la gracia, misericordia y compasión del Padre ofende al hijo mayor con su sentido de justicia.

Te podrás preguntar ¿Entonces por que Jesús relató está historia? Jesús se revela a si mismo como el verdadero hermano mayor, podemos leer en el mismo capítulo de Lucas 15 la parábola de la oveja perdida, vemos a Jesús como el gran pastor que va en busca de la oveja perdida.

El come con los pecadores, cobradores de impuestos, prostitutas, relegados y olvidados, condenados, busca a los perdidos entre los cerdos sucios, ¿Por qué? porque es el buen Pastor, es el hermano mayor que trae a casa al hermano menor.

La palabra no nos habla de salvar a la gente porque nadie regresa a casa luego de estar con la pocilga con los cerdos, a menos que tenga el brazo de su hermano mayor en el hombro para guiarlo de regreso.

Podemos leer en los evangelios que Jesús fue más duro con los religiosos fariseos, maestros de la ley, que, con los rufianes, marginados, enfermos, fue más duro en el relato con el hermano mayor que con el menor.

El hermano mayor estaba más perdido que el menor lo compara con los fariseos y religiosos. No somos creyentes por que obedecemos la voluntad de Dios, si no por la razones correctas.

Amamos a Dios porque Él nos amó primero

1 Juan 4.19

Podemos ver la fidelidad de Jesús donde nosotros hemos fallado. Por Fe en Jesucristo vemos su belleza y encontramos motivación en el corazón para obedecer, no obedecemos por que temamos las consecuencias del pecado, si no porque no queremos entristecer, defraudar y decepcionar a nuestro amado Señor.

 Tenemos que tener cuidado en nuestro sentido de justicia propia, moralista que podemos tener en nuestros propios ojos.

Nos podemos volver como el hermano mayor que Jesús advirtió.

La maldad te puede estar separando de Dios o como a los fariseos, su bondad se esta interponiendo en el camino a Dios. El hijo menor estaba más cerca del corazón del Padre, que el hermano mayor que siempre obedecía.

Si a las personas no les atrae nuestra gentileza, humildad, podríamos caer como el hermano mayor, Jesús los acogía, protegía, les daba esperanza, refugio, paz, guía.  

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