El Rostro De Jesús.

Por Marlene S. Herrera Huerta

Cuanto anhelo ver el rostro de Jesús. Me inquieta mucho el conocer su rostro. Pero lo que vino a enseñarnos, nos da la pauta a imaginar como haya sido Él en realidad.

Pero me imagino un rostro radiante, con un atractivo especial. Nadie lo puede igualar y nadie podría hacer lo que Él hizo aquí en la tierra, nuestro salvador, Él es el hijo del Altísimo. 

No cabrían los libros del mundo para escribir todo lo que Jesús hizo en la tierra. ( Juan 21:25)  Su rostro, es su carácter, eso es lo que quiero ver. Su interior, era de amor y sabiduría, inteligencia, obediencia, firmeza, integridad, respeto, justo, protector, varón perfecto por citar algunos de sus atributos.

¿Cómo pudo un hombre nacer cien por ciento humano, y cien por ciento Dios?

Su forma de ser, Puedo describirlo a través de lo que leo en la palabra en los evangelios, que tiene un carácter: amoroso, tierno, sabio, protector, humilde, firme, de autoridad, paciente, de paz, maestro, compasivo, valiente, misericordioso, trabajador, sensible, bueno, íntegro, obediente, perceptivo, justo, fiel, estudioso, agradecido, gozoso, admirable, solidario, bueno, gran orador, perceptivo, sanador, apático entre más leo las escrituras más lo conozco puedo percibir su humanidad. En algunas ocasiones sentía miedo, tristeza, enojo, alegría, hambre, cansancio. Me hace identificarme y estar más comprometida con Él amor que me entrega a diario, y creo con el corazón que Él es el  hijo de nuestro Dios Padre y declaro que Él es mi Señor y Salvador.

Nació de una mujer, su mamá María, muy segura de su amor, a nuestro Señor. Ella era pura y santa.  Me imagino aquella época dónde todo era tan diferente a lo que ahora vivimos al día de hoy. Los paradigmas de la época, la cultura, comida, la lengua, las costumbres del pueblo judío. Y en medio de dificultades en cuanto a los religiosos de la época, fariseos y maestros de la ley.

Él vino a dar cumplimiento a las profecías a cerca de la venida del mesías. Siglos antes de los diversos profetas como Jeremías, Isaías, Elías, Daniel por citar algunos, como su nombre lo indica Jesús, nuestro salvador, tenía una misión muy especial, dar su vida y morir por los pecados de todos nosotros. Y cambió para siempre a la humanidad.

Tú y yo somos Su reflejo de aquel rostro humano. Estoy consciente de que no estoy en el estándar que representa Jesús, pero trabajo todos los días para estar a su altura de ese varón perfecto. Persuadiendo mi imaginación, el rostro de Jesús es más que belleza extrema, es espiritual cien por ciento.

Ese rostro que anhelo ver en mí, y cada uno de nosotros. Poder cumplir con la gran comisión que nos encomendó a sus seguidores.

Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén.

Mateo 28:19-20

Pero la humildad y la sencillez de tal personaje que todo ser humano estaría halagado de conocer. Y que te animo que lo hagas leyendo la palabra, estudiándola, creyendo y la forma que Dios plasma su amor es con obediencia a su palabra.

Describir la sensación de haberlo conocido en la realidad, en su tiempo habrá sido la experiencia más reconfortante de toda nuestra existencia.

Todo me conlleva a imaginar tal rostro de aquel personaje, no cualquiera, sino todo lo contrario, un rostro inigualable por toda su naturaleza y características. Su gran amor al prójimo Mi Salvador, amigo y buen pastor Jesús.

¡ Hola Bienvenidos !

Marlene S. Herrera Huerta

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