
La paz del Señor es lo máximo que te pueda suceder. Te regala un sentir sin palabras que pueda expresar el ser humano. Te da una paz especial, única., con nada se puede comparar.
Cuando nos sentirnos agobiados con nuestros problemas y preocupaciones Dios nos da una paz que sobrepasa todo lo que el mundo nos pueda ofrecer o dar.
Y se hace más presente cuando empezamos a perder cualquier esperanza, entrando la duda y el miedo, con circunstancias adversas.
Pero confiando y creyendo puedes estar seguro de que Jesús nuestro salvador nos enseñó:
“La paz os dejo, mi paz os doy; yo no os la doy como el mundo la da. No se turbe vuestro corazón, ni tenga miedo.» (Juan 14:27).
Lucas 1:79 PARA DAR LUZ A LOS QUE HABITAN EN TINIEBLAS Y EN SOMBRA DE MUERTE, para guiar nuestros pies en el camino de paz. Así como este versículo nos dice, nos encamina a la paz que quiere el Señor enseñarnos.
Los que están en tinieblas y en sombras de muerte, nuestro Padre no se olvida de nosotros. Para Dios es importante estar en paz, para que podamos escuchar su voz en la tormenta, fijando su vista en Él.
Aunque mi camino sea oscuro, mientras Él sea mi guía, lo mío es obedecer, lo suyo es proveer… Mediante la oración lucharé y Él hará. Con Cristo en el barco, sonrió a la tormenta.
John Newton
Por lo demás, hermanos, regocijaos, sed perfectos, confortaos, sed de un mismo sentir, vivid en paz; y el Dios de amor y paz será con vosotros.
2 Corintios 13:11
Como dice 2 Corintios, nos dará la libertad de esa paz que se manifiesta en nuestras vidas al seguir el camino del Señor.
Estos versículos nos dan la pauta a otra vida junto al Señor. Sin Él mi existencia es como estar muerta.
No podemos dar algo que no tenemos, por ello, la paz espiritual sea en nosotros una máxima para alcanzarla. Con ayuda de Jesús puede transformarnos, guiarnos y protegernos.
Como una experiencia que viví, la paz del Señor me dio la confianza en mí misma. Al concluir un libro que quería terminar ya desde años atrás y no lo había podido. Cuando acabé me sentí satisfecha, plena, con mucho entusiasmo. Y con una fortaleza espiritual para seguir en el camino.
Tiempo atrás no sabía qué hacer en mi vida. Tenía muchas ideas equivocadas en general. Estaba frustrada, depresiva emocionalmente.
Tenía muchas ganas de terminar mi libro desde años atrás y dejaba todo a la deriva y no me enfocaba en mis metas. Lo veía tan lejano. No me concentraba en mis labores, me preocupaba por todo y no veía un rayo de luz en medio de la oscuridad. Me sentía con baja autoestima y no concluía mis objetivos.
No había una concordancia en mis actos y en lo que decía. Me faltaba madurez, tenía un cuerpo de mujer, pero una mentalidad de adolescente.
Les quiero compartir otra experiencia que terminé con una calificación excelente, la más alta, por un curso que tomé. Y fue debido a la tranquilidad y paz que tenía. Llegó a mi existencia como un bálsamo de una paz espiritual.
Así que el vivir de una manera plena, teniendo una paz espiritual te da un propósito y sentido a tu vida.
¿Pero qué paso?
Simplemente al entregar mi vida al Señor siguiendo su palabra, me dio la valentía de realizar mis objetivos a corto plazo. Y volví a nacer nuevamente. Mis ideas, mis metas, sobresalieron.
Y ahora solo me queda el compartir mi experiencia. Y todas mis frustraciones se fueron para el olvido. La paz interior, entonces, es una integridad de mente y espíritu, y un corazón totalmente en reposo.


AMADO DIOS
Una noche más ha pasado, la mañana ha llegado y en este momento quiero acercarme hasta Ti en oración para darte gracias porque Tú me has permitido la alegría de vivir un nuevo día.
Gracias Señor por haber cuidado de mí y de mi hogar en la noche que ya pasó, gracias por ser mi constante guía y mi amorosa compañía.
Gracias también por haber multiplicado mis fuerzas, por haber renovado mi energía y por haber abierto de par en par las puertas de la prosperidad. En este nuevo día mi mayor anhelo es ser fiel a tu santa voluntad y a tus divinas enseñanzas; por favor no permitas que me aleje ni un instante de tu lado.
Padre amado, Tú conoces mi corazón, mis obligaciones y sabes mejor que nadie que tengo muchas metas y compromisos por cumplir; te suplico que me ayudes a ver la vida con ojos llenos de amor, dame la sabiduría para entender a los demás y colma mi espíritu de bondad y esperanza.
Te suplico que me des las fuerzas suficientes para poder enfrentar mis problemas y mis necesidades. Por favor acompáñame en todas mis actividades en este día, bendice mi trabajo, ayúdame a vencer todas las dificultades y avanzar con paso firme en mi camino hacia la felicidad y la realización.
Por favor líbrame de todo mal, del peligro y del enemigo malintencionado, cubre mi vida y la vida de mi familia con tu manto y permítenos sentir tu divina presencia en cada momento y en todo lugar.
Amado Dios, en esta mañana te doy gracias por un nuevo día, por un nuevo comienzo, por las nuevas oportunidades y por las bendiciones con que Tú colmarás mi existencia. Te amo y confío en Ti, por eso te entrego todas mis obligaciones, pues sé que contigo a mi lado nunca me hará falta nada.
En el nombre de Jesús. Amén.
Por Ma. Guanajuato González Castañales.










