Por Inma Gómez

“Eres como ESCRIBES por WHATSAPP”.
La manera en que escribimos por WhatsApp nos DELATA.
Hoy nos COMUNICAMOS más a través de este servicio de mensajería instantánea que en PERSONA.
Estoy CONVENCIDA de que, en muchas ocasiones, sabemos quién nos está escribiendo sin mirar la pantalla.
Se utiliza, incluso, en las EMPRESAS como herramienta principal de comunicación.
Lo hacemos por COMODIDAD, timidez,
para rentabilizar nuestro tiempo…
Pero lo cierto es que no TODOS lo hacemos igual:
1️⃣Los dominantes, IMPACIENTES y con afán de protagonismo, DIVIDEN una oración en quince palabras y cada uno de ellas es un mensaje.
2️⃣Los DIPLOMÁTICOS utilizan ALGÚN emoticono, para MATIZAR emocionalmente lo que escriben.
3️⃣Los PERFECCIONISTAS escriben los MENSAJES sin un solo error.
4️⃣Los que que no QUIEREN MOLESTAR (empáticos) envían la información en un ÚNICO mensaje.
5️⃣Los DOMINANTES usan muchas mas MAYÚSCULAS y puntos finales.
6️⃣Los PEDANTES de los grupos escriben ininterrumpidamente. Siempre ACTIVOS y RESOLUTIVOS.
7️⃣Los INSEGUROS “escriben y borran y escriben y borran”, hasta DAR con el mensaje.
8️⃣Los PASOTAS o despreocupados (faltos de empatía) ponen solo DIMINUTIVOS o palabras a medias o “vocablos desconocidos” lo que supone INVERTIR un tiempo para “interpretar” el mensaje.
8️⃣Los INTENSOS no escriben solo usan emojis.
Esta clasificación no es científica pero suele ser muy CERTERA.
SER esclavo del WhatsApp es pernicioso. Alargar una CONVERSACIÓN, del tipo que sea, es un deporte de ALTO RIESGO.
Darle nuestra ENTERA DISPOSICIÓN a ese servicio de mensajería genera mucha ANSIEDAD y estrés.
Por eso, he RESTRINGIDO el uso de WhatsApp. Es una manera de AUMENTAR mi bienestar.
Para mí, el ÚNICO beneficio es la inmediatez en momentos puntuales donde es necesario una respuesta concisa, RÁPIDA y urgente.
Mi experiencia como COMUNICADORA, me ha enseñado:
“con qué personas CHATEAR, con cuáles alguna vez y con cuáles NUNCA.
Qué opinas? Te leo!


Querido yo,
Algunas caídas han sido más fuertes que otras,
muchas han dolido hasta lo más profundo en el alma
porque hemos abierto los ojos y hemos aceptado
que no todo es como creímos. Algunas decepciones
se cruzan para decirnos algo o tal vez salvarnos de
quedar envueltos en hipocresías y falsos amores de
personas que dicen quererte, pero es una mentira
disfrazada de verdad que aceptarla, lastima. ¿Sabes
querido yo? Al principio afecta y mucho, pero llorar
hasta que no duela es una forma de curarnos y de
no quedarnos donde no debemos, es pasar la página
y sepultar el pasado, es no olvidar que así como
una vez te abrazaron, te soltaron para traicionarte
y luego victimizarse. La vida es más que eso, no
busques ninguna excusa para ceder, aunque ames
ponte de primero y valórate a tal punto de que
no cualquiera intente empujarte para que vuelvas a
caer. Ya no podrán, te lo prometo.
Por Alejandro Sequera P.









