
Imagínate que vas en un tren, estás empezando una nueva aventura, un nuevo destino, tal vez estás sintiendo algo de nervios ya que no sabes que es lo que viene para ti en ese nuevo lugar, estás pasando por diferentes escenarios, ves árboles, montañas, etc y deteniéndote en diferentes estaciones, pero estoy segura que no te bajarás hasta que alcances tu destino final del viaje, por eso compraste un ticket de tren.
Sabes así es tu vida con Dios, tus ojos deben estar enfocados en Jesús y yo estoy segura que tú no quieres bajarte de este tren hasta que no veas todo lo que Dios tiene para ti, con tus ojos enfocados en Él y en lo que Él dice de ti.
La vida es creada con propósitos, y tú fuiste creado, creada con propósitos, no eres un error, no eres un problema, tú eres la solución a un problema.
Nuestro valor no tiene nada que ver con lo que otras personas piensan de nosotros, no esta basado en nuestras circunstancias, familia, estado socio económico, etc.
Nuestro valor lo ha definido Jesucristo.
Puedes reflejarte en sus ojos, puedes descubrir su amor, puedes sentir su abrazo y puedes verte tal como Dios te ve, pero es necesario en este tren de la vida, todos los días acudir al lugar de la verdad, a la palabra de Dios que te deja ver quién verdaderamente eres, hijo(a) amado(a) del Rey.
¡Eres hijo(a)! ¡Qué maravilloso regalo! Recibimos a Jesús, confesamos nuestra necesidad de Él, recibimos su perdón y ahora el nos llama hijos de Dios. Te dejo este versículo para que puedas ver con tus propios ojos que lo que te escribo es verdad.
Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios;
Juan 1:12
Sabes al recibir a Cristo entendí que soy amada con un amor eterno, con el paso del tiempo mis ojos espirituales se han abierto cada día más, he entendido que no soy rechazada,realmente soy aceptada en el Amado, no soy víctima de las circunstancias, más bien soy victoriosa en cada una de ellas ya que Él va conmigo, para muchos no fui calificada para hacer lo que Dios me llamó a hacer, de hecho muchos siguen pensando que no soy calificada, pero para Él soy especial tesoro.
Jesús me ha llenado de propósito, he entendido que la verdadera belleza no se mide en los kilos que peso, sino en lo que Dios dice de mí, cada crítica y burla que recibí cuando era niña por usar lentes, tener dientes chuecos, tener sobrepeso, etc, sólo sirvieron de plataforma para subir un escalón y levantarme para valorar cada parte de mi cuerpo.
Sé que el verdadero amor existe y lo descubrí al ver la belleza de la cruz, al saber del poder de la resurrección, Cristo me hace reflejarme en sus ojos para entender que soy valiosa, que soy hija de un Rey que entregó todo por amor. ¡Aleluya!
¿Cuál es tu historia? ¿Te han criticado? ¿Te han herido tanto qué piensas que no vales? ¿Te has menospreciado? ¿Te has comparado? ¿Has creído que tu voz no cuenta? ¿Te han llenado tanto de dudas que te es difícil creer?
Hoy escribo estas palabras ya que quiero que sepas, tu voz cuenta, tu vida vale, eres especial tesoro para Dios, esa es la verdad, somos valiosos para Él.
Jesús derramó su sangre por ti y por mi, por lo tanto podemos vernos como lo que somos, valiosos, valiosas, muchos han creído que no lo son, es tiempo de amar y abrazar a la persona que ves reflejada en el espejo.
Es tiempo de seguir en este tren de la vida viéndote de la manera correcta, y sabes al verte de esa manera, podrás ver la vida y a otras personas a través de la belleza.
¡Amén!
No leas este artículo y te olvides de el, ponlo a la práctica. Mírate al espejo y decide verte a través de la verdad.
Con cariño Ari Trujillo.


Padre te doy gracias por abrazarme y por aceptarme en tu familia, puedo decir confiadamente que soy tu hijo (a), gracias por enviar a Jesús, gracias por darme una nueva vida.
Padre oro para que la verdad me guíe en todo momento, hoy desecho la mentira que no soy valioso (a) hoy creo fielmente en tu verdad que me hace libre, soy tu hijo (a) y puedo vivir en esa libertad.
En el nombre de Jesús amén. Lo creo.


















