Extraordinario Edificio Del Imperio Romano.

LA CÚPULA DEL PANTEÓN

El Panteón de Agripa o Panteón de Roma es un antiguo templo romano —en la actualidad, consagrado como iglesia católica—, situado en la ciudad de Roma, Italia, en el lugar de un anterior templo encargado por Marco Agripa durante el gobierno de Augusto.

Fue terminado por orden del emperador Adriano y dedicado alrededor del año 126. Su fecha de construcción es incierta porque Adriano optó por no inscribir el nuevo templo, sino que conservó la inscripción del templo más antiguo que se había quemado.1

El nombre procede del griego Pántheion (en griego: Πάνθειον), que significa «templo de todos los dioses». La mayoría de los autores latinos emplean la forma latina de su transliteración, Pantheon. Mientras que su forma del latín Pantheum está atestiguada por el estudioso escritor Plinio el Viejo.[cita requerida]

El edificio es circular con un pórtico de grandes columnas corintias de granito —ocho en la primera fila y dos grupos de cuatro detrás

— bajo un frontón. Un vestíbulo rectangular une el pórtico con la rotonda, que se encuentra bajo una cúpula de hormigón artesonado con una abertura central (óculo) hacia el cielo. Casi dos mil años después de su construcción, la del Panteón sigue siendo la cúpula de hormigón sin armar más grande del mundo.

La altura hasta el óculo y el diámetro del círculo interior son los mismos: cuarenta y tres metros. Su cella circular abovedada con un pórtico convencional fue única en la arquitectura romana. Sin embargo, se convirtió en un ejemplo estándar cuando se revivieron los estilos clásicos y fue copiada en numerosas ocasiones por los arquitectos posteriores.

Es uno de los edificios de la Antigua Roma mejor conservados, principalmente porque ha estado en uso continuo durante toda su historia. Desde el siglo vii se ha utilizado como iglesia, recibiendo actualmente el nombre de basílica de Santa María y los Mártires, pero siendo informalmente conocida por Santa María Rotonda. La plaza frente al Panteón se llama piazza della Rotonda y da nombre a un distrito de la ciudad.

Es propiedad estatal, gestionado por el Ministerio de Bienes y Actividades Culturales a través del Museo Central del Lacio. En 2013 fue visitado por seis millones de personas.

En tiempos de Adriano el edificio fue enteramente reconstruido. Su nombre no aparece en las inscripciones debido al rechazo de este emperador a que su nombre figurase en las obras llevadas a cabo bajo su mandato, muy al contrario que su predecesor Trajano. Las marcas de fábrica encontradas en los ladrillos corresponden a los años 123–125, lo que permite suponer que el templo fue inaugurado por el emperador durante su estancia en la capital entre 125 y 128.

Aunque no se sabe con certeza quién fue el arquitecto, el proyecto se suele atribuir a Apolodoro de Damasco.

Se cambió la orientación respecto del panteón precedente, ya que se colocó la fachada principal hacia el norte. El edificio quedó compuesto por una columnata a modo de pronaos, una amplia cella redonda y una estructura prismática intermedia. El gran pronaos y la estructura de unión con la cella ocuparon por completo el espacio del templo anterior, mientras que la rotonda fue construida sobre el espacio de la plaza augustea que separaba el panteón de la basílica de Neptuno.

Delante del templo se edificó una plaza porticada en tres de sus lados y pavimentada con lajas de travertino.

Casi dos mil años después de su construcción la cúpula del Panteón de Roma sigue siendo la cúpula de hormigón sin tensiones más grande del mundo.

La altura hasta el óculo (el agujero central de la cúpula) y el diámetro del círculo interior son iguales y ascienden a 43 metros.

Los romanos no inventaron el hormigón. Se conocía cientos de años antes de que se construyera el Panteón. Al parecer, fue utilizado por primera vez por las tribus beduinas nabateas en lo que hoy es el sur de Siria y el norte de Jordania, quienes lo utilizaron para crear depósitos subterráneos ocultos alrededor del año 700 a.C.

La receta básica del hormigón que utilizaban los romanos se puede encontrar en el libro «Sobre Arquitectura» del arquitecto romano Vitruvio, publicado 100 años antes de la construcción del Panteón.

Vitruvio describió cómo hacer hormigón a partir de cal y arena puzolánica, un tipo de ceniza volcánica que se encuentra cerca de Nápoles, mezclada con masa rocosa.

Se han utilizado diversos agregados para dar al hormigón diferentes densidades. La piedra caliza travertino dio a los cimientos del Panteón una densidad de 2.200 kg por metro cúbico, mientras que para la cúpula se eligió piedra más ligera.

Las puzolanas, compuestas de materiales de sílice y aluminio, no tienen propiedades cementosas en sí mismas, pero cuando se mezclan con agua, reaccionan químicamente con hidróxido de calcio a temperaturas ordinarias para formar compuestos cementosos.

Fue la química de este material la que se convirtió en la base de la durabilidad de la cúpula, permitiéndole resistir dos milenios sin el uso de modernas barras tensoras de acero.

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