A PESAR DE

Vivimos en una lucha constante. Queremos hacer el bien, pero caemos. Nos prometemos que esta vez será diferente, pero volvemos a los mismos errores. Decimos que amamos a Dios, pero seguimos regresando al mundo. Y ahí está Dios, viéndonos, esperando… no con reproche, sino con amor.

El problema es que a veces nos acostumbramos a la misericordia de Dios. Nos confiamos, pensamos que siempre tendrá paciencia, que siempre habrá otra oportunidad, y jugamos con el límite. Pero, ¿cuánto tiempo más seguiremos así?

Debemos entender el peligro de vivir con un pie en el mundo y otro en Dios

La palabra de Dios es clara: no podemos vivir una doble vida. No podemos servir a dos señores (Mateo 6:24). Si creemos que podemos seguir disfrutando de las cosas del mundo mientras decimos que somos de Cristo, nos estamos engañando. Dios no tolera la tibieza:

Así, puesto que eres tibio, y no frío ni caliente, te vomitaré de mi boca.

Apocalipsis 3:16

Por favor entendamos esta palabra.

Dios nos llama a la santidad, no a la mediocridad espiritual. No basta con conocer versículos, con ir a la iglesia los domingos o con decir que creemos en Dios. Si seguimos viviendo en pecado, estamos en peligro.

No os engañéis; Dios no puede ser burlado: pues todo lo que el hombre sembrare, eso también segará.

Gálatas 6:7

Si seguimos con un pie en el pecado y otro en Dios, poco a poco nos alejaremos más y más, hasta que nuestra conciencia se adormezca y nos parezca normal vivir lejos de Él.

A pesar de todo, Dios sigue esperando

Pero aquí está la parte que nos debe quebrar: a pesar de todo, Dios no nos ha soltado. A pesar de nuestras caídas repetitivas, de nuestra arrogancia, de nuestras excusas… Él sigue llamándonos.

Con amor eterno te he amado; por eso te prolongué mi misericordia.

Jeremías 31:3

Nos espera como el padre al hijo pródigo, con los brazos abiertos con la esperanza de que volvamos a casa (Lucas 15:20). No nos deja en el suelo cuando caemos, sino que extiende su mano para levantarnos y sostenernos en sus brazos.

Porque siete veces cae el justo, y vuelve a levantarse.

Proverbios 24:16

Dios no se cansa de perdonarnos, pero él espera que nuestro arrepentimiento sea real. No quiere solo palabras, sino corazones dispuestos a cambiar.

Lo que sucede cuando vivimos lejos de Dios

Si elegimos y exigimos vivir lejos de Dios, estamos abriendo la puerta a la destrucción. Puede que al principio parezca que todo sigue igual, que nada malo pasa, pero con el tiempo el pecado nos pasará factura.

El ladrón no viene sino para hurtar, matar y destruir; yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia.

Juan 10:10

Cuando nos alejamos de Dios:

• Perdemos la paz.

• Nuestra relación con Él se vuelve fría y distante.

• Nos volvemos vulnerables al enemigo.

• Nos acostumbramos al pecado y nos endurecemos.

Dios nunca nos aleja de su presencia por capricho, somos nosotros los que tomamos la decisión de alejarnos. Pero cuanto más tiempo estemos fuera, más difícil será regresar.

¿Cómo volvemos a Dios?

Si sientes que te has alejado, que vives una vida de pecado encubierto, que no tienes la misma pasión de antes, no es demasiado tarde. Dios sigue ahí, esperando que des un paso hacia Él.

Arrepiéntete de corazón

No es solo decir «lo siento», sino decidir cambiar de dirección.

“Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados y limpiarnos de toda maldad.” (1 Juan 1:9)

Cierra las puertas al pecado

Si hay cosas que te están alejando de Dios, quítalas de tu vida, nada que te aleje de Dios vale tenerlo en tu vida…… ¡NADA!

“Si tu ojo derecho te es ocasión de caer, sácalo.” 

Mateo 5:29

Esto significa tomar decisiones radicales si es necesario. Tal vez haya amistades, hábitos o aplicaciones en tu celular entonces debes cortarlo.

Vuelve a la comunión con Dios

La oración, la Palabra y Congregarte son clave para mantenernos firmes. No hay atajos para la vida cristiana. Necesitamos estar en contacto con Dios cada día.

Acercaos a Dios, y él se acercará a vosotros.

Santiago 4:8

Decídete a vivir para Cristo, no solo conocer de Él

Hay una gran diferencia entre conocer de Dios y vivir para Dios. Muchas personas saben quién es Dios, pero no han decidido rendirle su vida por completo.

Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz cada día, y sígame.

 Lucas 9:23

Seguir a Cristo implica morir a nuestra propia voluntad y vivir para Él en todo lo que hacemos.

Hoy es el día de regresar

No sigas postergándolo, no lo hagas a un lado mas. No esperes a tocar fondo. Dios te llama hoy. No importa cuántas veces hayas caído, su amor sigue ahí.

Vuelve, oh Israel, al Señor tu Dios, porque por tu pecado has caído.

Oseas 14:1

Dios nos ama, pero no podemos jugar con Él. Volvamos a su presencia, no por miedo, sino por amor. Hoy es el día de dejar atrás el pecado y vivir una vida comprometida con Cristo.

Mel Gibs

AMADO DIOS

En medio de la paz y los primeros rayos de sol de esta hermosa mañana, quiero venir ante tu presencia y desde lo más profundo de mi corazón decirte: GRACIAS.

Gracias Señor por haberme dado una noche placida y un nuevo despertar, gracias por las bendiciones con las que colmas mi vida y la vida de mi familia y gracias porque siempre podemos sentir tu hermosa presencia en nuestra senda.

Padre celestial, en esta mañana entrego a Ti todo lo que soy, todo lo que tengo y consagro este día a tu nombre. Por favor vigílame, ilumíname, guárdame y protégeme. Permite que brille en mi corazón la alegría, la esperanza, el bienestar, la paz y tu bendición; te pido que me sostengas en mi caminar y me lleves de la mano en cada paso que dé.

Y cuando salga a cumplir con mis obligaciones en este nuevo miércoles te pido que seas Tú colmándome de amor para ser un instrumento de tu obra y de sabiduría para poder tomar siempre las mejores decisiones.

Y si en algún momento se presentase una tormenta o alguna situación que yo no pueda comprender, dame la tranquilidad y la fe para poder cerrar mis ojos y exclamar lleno de confianza: Señor, sé que esto es parte de tu plan, por favor solo ayúdame a superarlo.

Amado Dios, en esta oración también pongo bajo tu cuidado a mi hogar y a mi familia. Te ruego que mires nuestros corazones y nuestras ilusiones. Danos la entereza y la sabiduría para poder alcanzar nuestros sueños y por favor nunca te apartes de nuestro lado.

Termino esta oración lleno de confianza en Ti Señor, pues sé que Tú me escuchas y serás Tú quien convierta las crisis en oportunidades, las pruebas en enseñanzas y los problemas en bendiciones. Mi vida es perfecta gracias a Ti amado Dios.

En nombre de Jesús.Amén.

Por Ma. Guanajuato González Castañales

Deja un comentario