¡DESPIERTA EL FUEGO!

Un Llamado de Amor al Avivamiento y la Consagración 

Dios Está Llamando Tu Nombre

¡Escucha! Dios te está llamando. No es casualidad que estés, leyendo estas palabras. Él te ha traído porque quiere avivar tu espíritu, encender tu corazón y llevarte a una nueva dimensión de fe y consagración en esta temporada de tu vida, no lo dudes.

Quizá llevas poco tiempo en la fe y te preguntas: “¿Cómo puedo mantenerme firme en Cristo?”

O tal vez has caminado con Dios por años, pero en lo profundo de tu corazón sabes que anhelas más o todavía escuchas los ecos de esos distantes tiempos que estas encendido por Dios y quieres regresar.

Dios no quiere que vivas con una fe apagada, tibia o desgastada. Él quiere que seas una llama encendida, un testimonio vivo de Su poder, en este mundo tan frio y distante de el.

Hoy Dios te dice: «Despierta, levántate, aviva el fuego dentro de ti.» 

Este es un llamado urgente. Un llamado a la consagración. Un llamado a un avivamiento real.

Un avivamiento que sea más que una emisión, si no un encuentro con Dios 

El avivamiento no es solo emoción ni un evento especial. El avivamiento es cuando Dios toca tu vida de tal manera que nunca vuelves a ser el mismo.

la Biblia, vemos cómo Dios ha derramado Su Espíritu a lo largo de la historia:

En Pentecostés (Hechos 2), los discípulos fueron transformados por el fuego del Espíritu Santo. Lo que antes era temor se convirtió en valentía sobrenatural.

En el Avivamiento de Nínive (Jonás 3), un pueblo entero cayó de rodillas y Dios trajo restauración.

En el Avivamiento de Ezequías (2 Crónicas 29-31), la gente se apartó de los ídolos y volvió a la adoración verdadera.

En cada avivamiento, hubo un corazón rendido a Dios y hoy en día, Dios busca a hombre y mujeres que rindam su corazón el.
Cada avivamiento comienza con una decisión ¡VOLVER A DIOS!

Hoy, Dios te está llamando a ti.

Dios quiere que sepas hoy más que nunca que no ga terminado contigo, tu historia aun la está escribiendo Dios y si alguna vez has sentido que el fuego de Dios en tu vida se ha apagado, quiero que escuches esto bien:

¡Dios no ha terminado contigo!
!Dios no te ha olvidado!
!Dios sigue llamándote!

Tal vez has caído en pecado. Tal vez sientes que has perdido tu primer amor. Tal vez piensas que tu mejor tiempo con Dios ya pasó.

El Espíritu Santo quiere que sepas que eso es ¡Mentira!

Dios es el Dios de los nuevos comienzos, de la restauración, del fuego que nunca deja de arder.

«Pero olvida todo eso; no es nada comparado con lo que voy a hacer. Pues estoy a punto de hacer algo nuevo. ¡Mira, ya he comenzado! ¿No lo ves?

Haré un camino a través del desierto; crearé ríos en la tierra árida y baldía.

Isaías 43:18-19 (NTV)

Él quiere hacer algo nuevo en ti HOY.

Hay un llamado a la consagración sobre tu vida hoy, eres llamado a apartarte del mundo y pecado, vive  para su gloria, la Palabra de Dios es clara antes de que Él haga maravillas, llama a su pueblo a la consagración.

«Después Josué les dijo al pueblo:

Purifíquense, porque mañana el Señor hará grandes maravillas entre ustedes

Josué 3:5 (NTV)

Consagrarse significa, no solo abandonar el pecado si no también todo lo que te aleja de Dios, hay que dejarlo atrás y rendir nuestra voluntad. Ya no vivir para nosotros, sino para Él.

Es buscarlo de todo corazón. No conformarnos con migajas de Su presencia y vivir en obediencia radical. Seguir Su voz, aunque el mundo nos llame locos.

Dios no unge a los indiferentes. Dios unge a los hambrientos y Si tu tienes hambre de Dios, Él te llenará.
Si tienes sed de Su presencia, Él derramará ríos de agua viva sobre ti.

Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia, porque serán saciados.

Mateo 5:6

Escucha hoy, Dios te está llamando a un nivel más alto. Dios Está Buscando a Alguien Que Se Levante y Dios no busca perfectos. Dios no busca los más talentosos. Dios no busca a los más preparados.

Dios busca a los DISPONIBLES.

“Y oí la voz del Señor que decía: ¿A quién enviaré, y quién irá por nosotros? Entonces respondí yo: Heme aquí, envíame a mí.”

Isaías 6:8

Moisés huyó de Egipto pensando que su propósito había terminado, pero cuando vio la zarza ardiente, su vida cambió para siempre.

Isaías sintió que no era digno, pero cuando el fuego tocó sus labios, se convirtió en profeta a las naciones.

Pedro negó a Jesús tres veces, pero cuando el Espíritu Santo descendió, se convirtió en la roca de la iglesia.

Dios quiere usarte a ti.

No porque seas fuerte. No porque seas perfecto. Sino porque Él te ama y te ha llamado.

¡Pero debemos responder!

¡Es Tiempo de Avivar el Fuego!

No te conformes con una fe sin pasión. No te acostumbres a vivir sin la presencia de Dios. No dejes que el mundo robe tu fuego.

Si eres un nuevo creyente, Dios quiere afianzarte y usarte poderosamente, si llevas años en la fe, Dios quiere renovarte y llenarte otra vez y si sientes que te has apagado, Dios quiere encenderte de nuevo como nunca antes.

Oh Señor, ¿no volverás a avivarnos para que tu pueblo se regocije en ti?

Salmo 85:6

Hoy, Dios te da una invitación.

¡No lo ignores!
!No lo postergues!
!No dejes pasar este momento!

¡Levántate! No te conformes con una fe tibia. No te conformes con una vida sin impacto.Dios tiene más para ti.

¡Arde para Jesús!
!Corre hacia Su presencia!
!Y lleva el fuego a este mundo que tanto lo necesita!

Ahora mismo, cierra tus ojos y dile a Dios:

«Señor, avívame otra vez. Quiero más de Ti. No quiero una vida cristiana sin pasión. Quiero conocerte más, amarte más y vivir completamente para Ti. Lléname con Tu Espíritu Santo y usa mi vida para Tu gloria.»

No estás solo. Dios está contigo yÉl te está esperando… y Su fuego encenderá tu corazón otra vez.

¡SEÑOR, AVÍVANOS OTRA VEZ! 

Este no es solo un mensaje. Es un grito de guerra. Dios está levantando una generación que arda por Su presencia, que viva en santidad, que predique con fuego.

¡Levántate! ¡Corre a Su presencia!

¡El mundo no necesita más cristianos tibios! ¡Necesita personas encendidas por Dios!

¿Serás tú uno de ellos?

Comparte este mensaje, vívelo y sé parte de este avivamiento.

¡Dios está buscando un corazón dispuesto, y ese corazón puede ser el tuyo! 

¡SEÑOR, AVÍVANOS OTRA VEZ!