Por Rafael de la Sierra
Te has preguntado qué te a traído a pedir un consejo, como una ola que te pega con cuestionamientos dudas y tristeza al mismo tiempo, por qué se repiten las mismas circunstancias, los mismos patrones.
¿Cómo llegue hasta aquí?
En el amor es probablemente uno de los conceptos más complejos del mundo, no es un sentimiento por lo que se tenga una emoción, por ejemplo tu no puedes ordenar alguien que ame a otra persona.
Pero ¿Cómo ordenarle a tu corazón que no ame alguien? seria más fácil si esa persona te confirma que no siente lo mismo por ti y con todo eso tu sentimiento no cambia, para seguir amando a esa persona.
El amor ¿será el resultado de una emoción?
¿Será verdaderamente amor, cual es el verdadero fondo de todo o lo estoy confundiendo?, me cuestiono ¿ese amor es el que nos enseñó Jesús?, esto me llevo a trabajar en mí, el no poder elegir. El que nuestra mente racional no nos dice que pensamientos «debemos» tener, si no, por el contrario nuestros sentimientos nos asaltan cómo un hecho consumado.
Encontrar la causa para poder sanar, romper cadenas, sentirme nuevamente libre, abrirme los ojos.
Me llega por momentos el juzgarme somos implacables para eso condenándonos, reduciéndonos en ese momento a nuestra estrecha mirada de cómo creemos que tendría que ser. sí vivimos blindados para protegernos, porque nos sentimos dañados tiene una consecuencia y el problema está en que nuestra protección se convierte en nuestra prisión, entenebreciéndonos la vista sin poder reconocer el «sendero» que estaba ahí pero que no lo pudiste ver.
Cuando empiezas a ver las diferencias en otro ser humano, es porque empezaras a ver las diferencias en nuestro interior.
Aprendiendo que cuando aprendemos a aceptar en lugar de esperar, tendremos menos decepciones.
Cunado el alumno está preparado, el maestro aparece.
Y en mi caso apareció esa maestra y me movió desde lo mas profundo de mi corazón que es donde residen los mas profundos compromisos, donde se alojan nuestra seguridad y confianza.
Me llevo a ese estrecho sendero que paso a paso me llevo hasta mi niñez; era nuevo el viaje oscuro y con más bajadas que subidas, me pude tomar de recuerdos para no resbalar y caer más al fondo, tuve que sacar valentía para revivir a ese niño de cinco años con todo y sus emociones y sentimientos, lo encontré confundido y muy solo y me estremeció la tristeza.
Lo veia necesitando amor, en ese momento tuve la oportunidad de extenderle una mano y poco a poco de abrasarle de darle un beso y decirle que todo está bien, que no estará mas solo que yo estoy con él. y desde entones lo visito muy a menudo, él ahora sabe que siempre tuvo quién lo protegiera, lo consolara y le diera todo su amor, sintió junto conmigo la presencia de Dios.
De regreso por el sendero cuando me secaba las lagrimas pude reconocer que sentimiento estaba en mi inconsciente, y que me provocaba un terrible dolor, y que era lo único que conocía, repitiendo patrones, anteponiendo siempre mis necesidades a las de otra persona, me di cuenta que en mi había una terrible carencia, que me repercutió en lo que soy, en lo que quiero y lo que ahora se que no quiero.
Solo podrás conocer la fuerza de un viento tratando de caminar contra él, no dejándote llevar.
C.S. Lewis
En ese momento todo por dentro me da un argumento con la realidad de que, el significado de sanar, es que tendrías que dejar a alguien entrar en tu dolor, entrar dentro de tu corazón donde lo has mantenido oculto y lo pueda ver.
Te recuerdo lo que nos dice el Señor Jesús .
18El Espíritu del Señor está sobre mí,
Lucas 4:18-19
El primer paso para poder cambiar es tener el conocimiento que necesitamos ayuda, con la conciencia de que la hallamos en los primeros pasos a nuestra sanación,
sabiendo que en nuestro quebrantamiento necesitamos ponerle empeño y esfuerzo,
Podemos ser consientes que en nuestros fracaso, sufrimientos o nuestra lucha, tienen un impacto en nuestras vidas y nunca cambiar.
En algún punto el sanar es una elección moverse intencionalmente hacia la libertad que Dios nos da.
En (Juan 5) (toma 5 min leerlo) podemos ver esta interacción de primera mano cuando Jesus llega con el paralítico en el estanque de Betesda.
Sabia que él llevaba mucho tiempo así y le pregunta “¿Quieres ser sano?”
Qué pregunta, mientras reflexiono las implicaciones de esta interacción, me recuerda que simple es estar en un estado de sufrimiento, teniendo excusas como este hombre pudiéndolo ver en el siguiente verso.
La comisión de Dios para sanar a este hombre fue muy simple “: Levántate, toma tu lecho, y anda.
Juan 5:8
Esta historia da indicaciones espirituales de un nuevo despertar, ¿de veras deseo ser sanado?, si es así, debemos escoger movernos hacia eso.
Sanar puede ser un trabajo duro, pero cuando nos invita el poder Dios en nuestra debilidad, podremos encontrar nuestra habilidad para levantarnos y seguir adelante tal como lo hizo este hombre.
Seamos valientes y toma la decisión de caminar en la fuerza del poder sanador de Dios.
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