Por Jessica Canal

¿CONOCES LA TRÁGICA HISTORIA DE MIDAS? | ¿Sabías que su deseo le trajo desdicha en lugar de felicidad? 👑⚱️
En los anales de la mitología griega, pocas historias son tan fascinantes y llenas de advertencias como la del rey Midas. Este monarca, cuyo nombre ha trascendido siglos, es conocido por su avaricia y el trágico don que convirtió su vida en un cuento de precaución sobre los peligros del exceso y la codicia.
Midas, rey de Frigia, una región en la Anatolia central moderna, es un personaje envuelto en el manto del mito y la leyenda.
Su historia más famosa comienza cuando Midas tiene la oportunidad de conceder cualquier deseo gracias a un favor divino.
Dionisio, el dios del vino y del éxtasis, agradecido por la hospitalidad de Midas hacia uno de sus seguidores, le ofreció cumplir un deseo. El rey, sin pensar en las consecuencias, pidió que todo lo que tocara se convirtiera en oro.
Inicialmente, Midas se regocijó en su recién adquirida habilidad. Flores, piedras y elementos decorativos de su palacio se transformaron en oro puro con un simple toque.
Sin embargo, la alegría se transformó rápidamente en horror cuando Midas descubrió que su comida y bebida también se transformaban en metal, haciéndolas imposibles de consumir.
Su desesperación alcanzó su cúspide cuando, en un acto de amor, accidentalmente convirtió a su amada hija en una estatua de oro, un recordatorio perpetuo de su insensatez.
Desesperado, Midas suplicó a Dionisio que le retirara el «don». El dios, compadecido, le instruyó lavarse en el río Pactolo, liberándolo de su toque dorado. Las arenas del río se llenaron de oro, pero Midas, ahora sabio a la fuerza, renunció a la riqueza y se dedicó a adorar a Pan, dios de la naturaleza, quizás buscando una vida de simplicidad y contenido.
Más allá de las brillantes capas de oro, la historia de Midas nos invita a reflexionar sobre los deseos y sus repercusiones.
En un mundo donde el ‘todo vale’ en la búsqueda de la riqueza, el mito de Midas resuena como una advertencia eterna sobre la codicia y sus potencialmente devastadores resultados.
A través de los siglos, su historia ha sido reinterpretada en numerosas obras de arte, literatura y música, cada una explorando las facetas de su deseo mal concebido y las consecuencias que trajo no solo a él, sino a aquellos que amaba.
Así, la leyenda de Midas se perpetúa, recordándonos que, en la búsqueda de nuestros deseos, debemos tener cuidado con lo que deseamos. Porque, como en el caso de Midas, lo que en un momento parece ser una bendición, puede convertirse fácilmente en una maldición.


El teorema de Pitágoras ya era conocido por los antiguos babilonios ¡1.000 años antes del nacimiento del científico griego!
El teorema de Pitágoras, es la piedra angular de la geometría, que dice: En un triángulo rectángulo, el cuadrado de la hipotenusa es igual a la suma de los cuadrados de las longitudes de los dos lados adyacentes al ángulo recto. Lo que los griegos no contaron fue onde lo habían conocido. Llamándolo por su nombre: El «plagio que Pitágoras hizo de conocimientos sumerio-babilonios más de mil años anteriores.
Aproximadamente medio millón de tablillas paleo babilónicas de barro, escritas en cuneiforme, se han encontrado en las excavaciones de Mesopotamia desde mediado del pasado siglo XIX d. C.
De ellas, una 400 contienen listas de problemas matemáticos y tablas matemáticas. Los Babilonios, ya desde la I Dinastía usaban, como sus antepasados sumerios más de 1.500 años antes, el sistema sexagesimal , es decir, de base 6.
El teorema de Pitágoras es, sin duda, el teorema más popular de toda la matemática.
La tablilla se encuentra hoy en el Museo Arqueológico de Estambul, Turquía, y en 2017 se descubrió una tablilla cuneiforme similar perteneciente al mismo período de tiempo.
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Tener cuidado si ponemos en el altar de vida o de la muerte a nuestras generaciones naturales y spiirituales por apantallarlas con una apariencia hueca y vacía.
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