Por Ps. Santiago Mayo
Vivir una doble vida es algo que muchos cristianos actualmente enfrentan mientras caminan con un pie en el mundo y otro en los caminos de Dios.
Es fácil caer en la tentación de actuar de una manera en la iglesia y de otra manera en nuestra vida diaria, partiendo nuestra personalidad y corazones en dos, conforme el momento lo requiera.
Sin embargo, la Biblia nos llama a vivir de manera coherente y transparente, para la gloria y propósitos de Dios.
¡Y sabes que, sí es posible!
En Mateo 6:24, Jesús nos advierte que no podemos servir a dos señores, ya que amaremos a uno y despreciaremos al otro. Esto significa que no podemos pretender ser seguidores de Cristo en la iglesia y luego actuar de manera contraria a sus enseñanzas en nuestra vida cotidiana.
Debemos ser fieles a Dios en todo momento y en todas las áreas de nuestra vida; el no serlo estresará nuestras vidas y corazones. Al punto que dejaremos de ser nosotros mismos, convirtiéndonos en algo que no queremos ser y que Dios no quiere que seas.
En 1 Juan 1:5-7, se nos recuerda que Dios es luz y en él no hay tinieblas. Si afirmamos o declaramos tener comunión con él, pero vivimos en tinieblas, mentimos en contra de Dios. Y en nosotros mismos, no practicamos la verdad. Debemos caminar en la luz, siendo honestos y transparentes en todo lo que hacemos.
Para que podamos tener comunión con Dios y con los que están en nuestras vidas.
¨Es decir, si caminamos en tinieblas, nunca viviremos la mejor versión de nosotros mismos, la versión de nosotros que Dios, cree y anhela para nosotros¨.
Vivir una doble vida no sólo nos aleja de Dios, sino que también daña nuestra vida, alma y testimonio como cristianos. Si queremos ser testigos fieles, efectivos del amor y la gracia de Dios, debemos vivir de manera coherente con nuestras creencias y valores.
¨El vivir por apariencias te llevará a vivir una vida, estresante, falsa y llena de mentiras, que te harán insensible a la voz de Dios¨
En Romanos 12:1-2, se nos exhorta a presentar nuestros cuerpos como sacrificio vivo, santo y agradable a Dios. Esto significa que debemos ofrecer nuestras vidas por completo a Dios, viviendo de acuerdo con su voluntad y sus mandamientos. No podemos seguir viviendo en la sombra, sino que debemos brillar como luces en medio de un mundo oscuro y necesitado de la verdad de Dios.
¨En las matemáticas de Dios, no hay entrega parcial¨.
Mi querido hermano y hermana, lejos de condenarte, quiero decirte que somos muchos los que hemos pasado por lo mismo. Vivir una doble vida solo te separara de Dios, de forma que cuando te des cuenta tu mente, corazón y alma estarán lejos de aquel que te ha amado con amor eterno.
Comprométete a vivir para la gloria y propósitos de Dios en todo momento. Seamos fieles en él y a él en cada área de nuestra vida, siendo luz en medio de la oscuridad y reflejando su amor, gracia a todos los que nos rodean.
¡Que nuestra vida sea un testimonio vivo del poder transformador de Dios en nosotros!
¡VIVE EN LA LUZ!
AMADO DIOS
Los primeros rayos de sol de esta mañana anuncian la llegada de un nuevo día y también de una nueva semana que gracias a Ti estará llena de muchas posibilidades para ser mejores y poder trabajar con amor y esperanza por todos nuestros sueños.
Señor, hoy con muchísima dicha te doy gracias por tu amor y por tu bondad; Tú llenas mi vida de hermosas bendiciones y siempre me das todo e incluso más de lo que necesito.
Gracias por el bello regalo de la vida, por mi familia, por la salud, por los alimentos que llevas a mi mesa, por tomarme de la mano aun cuando muchos me soltaron y por guiarme por maravillosos caminos de bendición y esperanza.
Te pido, padre celestial, que me des sabiduría para valorar cada uno de los regalos esenciales que cada día recibo de Ti y la gracia de tener un corazón noble que pueda compartir con los demás.
Amado Dios, por favor entra en mi vida, oriéntame, inspírame y permíteme ser un instrumento de tu obra.
Padre eterno, en esta nueva semana necesito de tu protección y de tu compañía. Por favor consuélame si estoy triste, dame fortaleza ante las dificultades, dame de tu sabiduría para tomar buenas decisiones y permíteme vivir en tu fe, pues para aquellos que creen y esperan en tu nombre, todo será posible.
Cúbrenos con tu manto de luz y esperanza a mí a mi familia y por favor aléjanos de todo mal y de toda tristeza. Nuestras ilusiones y nuestras esperanzas están puestas en tus manos, porque confiamos en Ti y en tus designios.
Amado Dios, cada día que pasa necesito más de Ti. En tus benditas manos pongo esta semana que empieza, mi hogar y mi familia. Permite que nunca nos falte salud, amor, paz y tu hermosa bendición, En nombre poderoso de Jesús. Amén.
Por Ma. Guanajuato González Castañales.
¡ Hola Bienvenidos !
Ps Santigo Moya