Olvidar Para Sobrevivir.

A continuación, algunas notas que tienes que saber sobre la memoria.

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1.- La memoria: retener información inteligente

La memoria es un fenómeno muy extraño, creemos que estamos en total control de ella, pero en realidad no es así.

Es un atributo que nos ha dotado de claras ventajas de supervivencia, pero sobre todo nos ha permitido crear lo que llamamos tiempo. Sin memoria no hay pasado ni futuro, viviríamos en un presente infinito.

Es también una variable indispensable para cualquier ejercicio racional, mental y creativo. Por eso es tan importante tratar de comprehender mejor y ser mucho más conscientes de cómo opera realmente.

Neuroanatómicamente hablando, la memoria se da en muchos niveles cerebrales, pero parece que  principalmente en el hipocampo, lóbulos frontales, amígdala y hemisferio izquierdo.

Algo especialmente interesante sobre este tema es que necesitamos recordar cosas para sobrevivir, pero por lo mismo también necesitamos olvidar.

Si recordáramos absolutamente todo, entonces nuestra mente no sería capaz de priorizar información y se encontraría en un mar de información confusa y sin jerarquías. Atendiendo a este filtro es que podemos clasificar tres diferentes tipos de memoria:

Memoria episódica:

(largo plazo)

��Nos permite recordar episodios específicos de nuestra propia vida. Como por ejemplo, el primer beso.�

Memoria semántica:

(largo plazo)��

Nos permite recordar datos e información que aprendemos. Por ejemplo, el año en que se dio la Revolución Francesa.�

Memoria de trabajo:

(corto plazo)

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Nos permite recordar temporalmente pequeñas cantidades de información. Es necesaria para hacer sentido de nuestro alrededor. Por ejemplo, la información que acabas de leer al comenzar este capítulo se encuentra temporalmente registrada en tu cerebro para que logres entender las palabras que lees ahora mismo.

Descifrar cómo es que nuestro cerebro selecciona lo que recuerda y cómo lo recuerda, nos permite tomar control de nuestro mundo interno.

La memoria (así como los pensamientos) es solo un holograma, no es la realidad en sí. Un holograma que nos otorga inmensas ventajas, pero para utilizarlo de la mejor forma debemos comprenderlo.

Para ello es que resultan muy útiles los 7 pecados de la memoria propuestos por Daniel L. Schacter, cabeza del Departamento de Psicología de la Universidad de Harvard. Con base en ellos enlisto a continuación algunos fenómenos de la memoria…

NECESITAMOS OLVIDAR PARA SOBREVIVIR

A continuación, algunas notas que tienes que saber sobre la memoria.

La memoria es un fenómeno muy extraño, creemos que estamos en total control de ella, pero en realidad no es así.

Es un atributo que nos ha dotado de claras ventajas de supervivencia, pero sobre todo nos ha permitido crear lo que llamamos tiempo. Sin memoria no hay pasado ni futuro, viviríamos en un presente infinito.

Es también una variable indispensable para cualquier ejercicio racional, mental y creativo. Por eso es tan importante tratar de comprenderla mejor y ser mucho más conscientes de cómo opera realmente.

Neuroanatómicamente hablando, la memoria se da en muchos niveles cerebrales, pero parece que  principalmente en el hipocampo, lóbulos frontales, amígdala y hemisferio izquierdo.

Algo especialmente interesante sobre este tema es que necesitamos recordar cosas para sobrevivir, pero por lo mismo también necesitamos olvidar. Si recordáramos absolutamente todo, entonces nuestra mente no sería capaz de priorizar información y se encontraría en un mar de información confusa y sin jerarquías. Atendiendo a este filtro es que podemos clasificar tres diferentes tipos de memoria:

Memoria episódica:

(largo plazo)



Nos permite recordar episodios específicos de nuestra propia vida. Como por ejemplo, el primer beso.


Memoria semántica:

(largo plazo)



Nos permite recordar datos e información que aprendemos. Por ejemplo, el año en que se dio la Revolución Francesa.


Memoria de trabajo:

(corto plazo)



Nos permite recordar temporalmente pequeñas cantidades de información. Es necesaria para hacer sentido de nuestro alrededor. Por ejemplo, la información que acabas de leer al comenzar este capítulo se encuentra temporalmente registrada en tu cerebro para que logres entender las palabras que lees ahora mismo.

Descifrar cómo es que nuestro cerebro selecciona lo que recuerda y cómo lo recuerda, nos permite tomar control de nuestro mundo interno. La memoria (así como los pensamientos) es solo un holograma, no es la realidad en sí. Un holograma que nos otorga inmensas ventajas, pero para utilizarlo de la mejor forma debemos comprenderlo.

NUESTRAS DECISIONES NO SON LIBRES,

porque decidimos con base en nuestros deseos, y no somos libres de elegir qué deseamos.

PERO: Sí podemos entender y controlar mejor nuestros deseos para tomar decisiones más inteligentes.

Nota sobre la libertad.

Conforme avanzamos sobre la comprensión de nuestro Ser, nos vamos dando cuenta que existen diferentes fuerzas que nos imponen tendencias de comportamiento e influyen en todas nuestras decisiones. Spinoza las llamaba conatus y Schopenhauer wille (voluntad).

En particular, con el modelo de ©El Círculo del Ser, hemos sugerido dividirlas en cuatro, que se diferencian con base en un principio de anidamiento en orden cronológico evolutivo, por su origen y por su propósito.

Esto nos otorga una herramienta que nos permite una visión más clara sobre el porqué tomamos las decisiones que tomamos día con día pero también a largo plazo e incluso históricamente como humanidad y como parte de la vida misma.

¿Esto significa que nuestras decisiones no son realmente libres?

Si consideramos que la libertad consiste en poder tomar decisiones sin influencias externas a nuestra propia razón, entonces, definitivamente no somos libres. Las influencias inconscientes que actúan en nosotros son implacables. Lo que sucede en la realidad con un enfoque más pragmático es esto:

Sí somos libres de elegir con base en lo que deseamos, pero no somos libres de elegir qué deseamos.

Los deseos los imponen las reglas de lo que nos genera emociones y sentimientos positivos. Y esas reglas, temo decir, que no las escribe la razón. Las escriben el Todo (la existencia subatómica), los genes y nuestra biología en función de un poderoso imperativo: resistir y prevalecer.

La razón surgió originalmente al mando de estas fuerzas en un proceso evolutivo para mejorar las posibilidades de supervivencia con una capacidad adaptativa más rápida. Sin embargo, hemos llegado a un extraordinario punto en el que podemos liberarnos de esa tiranía de miles de millones de años: ¿cómo? con autocontrol. Entendiendo el origen y el propósito de nuestros deseos para domarlos.

Así es como podemos lograr ser realmente libres, con una óptica totalmente distinta y mucho más filosófica. No podemos elegir qué desear, pero sí podemos elegir controlar esos deseos. Y por lo tanto, sí podemos tomar decisiones que nos permitan ser lo que queremos ser, lo mejor que podamos ser. En mi opinión, de eso se trata la libertad realmente.

Romper estas cadenas y liberar nuestra mente no es tarea fácil, pero la fórmula ya la hemos estado descifrando en este libro, la llave se encuentra en la información inteligente, el autocontrol, la creatividad y la empatía.

Si algún día quieres llorar, llámame, no prometo hacerte reír, pero puedo llorar contigo.

Si un día logras escapar, no dudes en llamarme, no prometo pedirte que te quedes, pero podré escapar contigo.

Si un día no quieres hablar con nadie, llámame, estaremos en silencio.

Pero si me llamas un día y no contesto, ven corriendo a mí,porque sin duda, te necesitaré.

Gabriel García Márquez

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