
Ma. Azucena Macías Sánchez
Estimado lector me gustaría que juntos tomáramos conciencia que en el lugar correcto con las personas correctas y Dios en nuestras vidas nuestra medida supera cualquier etiqueta que alguien nos pueda colocar, saber quién somos en Cristo Jesús, nos enseña vernos como Dios nos ve.
Dicen que todos somos medidos por alguien y por algo en algún momento de nuestras vidas, pero: ¿de quién puede ser tal medida aceptable para poder permitir ponerle un precio a mi vida?
Mariam: en esta interrogante me encontraba hundida en la obscuridad envuelta en enojo y frustración por tanta maldad y desamor, fui medida tantas veces por reglas carentes de valor, que ahora me encuentro sumergida en odio y falta de perdón en el sótano de la desolación, me hicieron creer que nada de lo que fue tenía sentido ni razón, fue tan repetido y fuerte que me creí la medida que alguien me coloco.
Apenas se dejaba ver por una hendidura de la puerta un pequeño resplandor que dejaba entre ver la silueta de dolor, tras una sonrisa dibujada que dolía más que caminar sin amor, me preguntaba cómo alguien podía actuar de tal forma que me lastimaba tanto, vivía envuelta en preguntas que nadie me respondía pues envuelta estaba en un mar de mentiras.
Olas iban y venían y de ahí yo no salía.
Mariam creció siendo una niña rodeada de amor, gracia y favor, con un corazón ayudador y soñador, siempre acomedida en todo y es que su mamá le decía, una persona acomedida siempre será bien recibida en todos lados, y efectivamente esto le abrió oportunidades.
Luego retumbaban en su interior las palabras de su Padre como tambor de la banda en la plaza los domingos aprenda a hacer de todo, y si no sabe pregunte que más vale que le digan tonta una vez y no viva siéndolo toda la vida.
De su querer hacer y aprender cosas nuevas salió la inquietud de salir de su lugar de origen para aventurarse en un lugar nuevo para ella, Puerto Vallarta, parecía un sueño, vivir junto al mar y conocer nuevas personas.
Y fue así como conoció a Rene el padre de su hija con el que vivió 13 años.
Mariam: yo crecí buscando la cercanía con Dios y eso me llevo a buscar un grupo de estudio bíblico para jóvenes del cual me alejé apenas y conocí a Rene, que para él Dios no existía. He aquí la importancia de saber con quién compartes tu vida.
Una relación sin Dios de por medio se va de picada como clavadista en la quebrada de Acapulco, sales a flote dando guantadas y patadas para no ahogarte, y terminas no solo tirando la toalla la quieres hasta patear y trapear con ella para limpiar todo el desorden que se ocasiona.
Rene buscaba salir a flote con la familia que aparentemente amaba, a Mariam y Estrella nunca les falto nada material, no digo que Rene haya sido malo simplemente no supo ser quien ellas dos necesitaban en su vida.
Marian parecía el tipo de mujer del cual un hombre estaría orgulloso de tener en su vida, claro que daba gritos y sombrerazos cuando se trataba de defender el corazón de su hija, cosa que termino por fastidiar a Rene y termino dejando de ver la Reina en su casa por voltear a ver a ´´la monita´´ el así la llamaba.
Mariam; hola con quien hablo mi esposo tiene varias llamadas de este número quisiera saber si es urgente para despertarlo pues acaba de terminar una reunión y se quedó dormido.
Tras el teléfono se escuchó una voz que Marian sintió como ácido quemando su interior
Martha; porque preguntas ya debes saber quién soy, pídele explicaciones a él. Y colgó.
Mariam; No cabe duda una mosca siempre buscara el estiércol, aunque tenga un manjar enfrente.
Mariam estaba tan rota y molesta que solo pudo recordar esta analogía que en algún momento escucho: Dicen que existen dos tipos de personas las personas abeja y las personas moscas, la mosca puede estar en el mejor lugar, pero siempre buscara el estiércol, la abeja puede estar entre estiércol, pero siempre buscara la miel.
A partir de ese día Mariam se movía sin dirección cual marinero sin su brújula.
El despertador sonaba y así comenzaba el día:
Mariam: corre es tarde vamos hija que nos sierran la puerta del colegio y no llego al trabajo a tiempo.
Esa era la rutina de todos los días era un escape su trabajo para no ver la realidad en que vivía.
Marian había crecido en una familia donde el matrimonio era para toda la vida y eso la llevo a aislarse y permitir cosas que nadie merecía.
Pero también creció creyendo que existía un Dios que si le rezabas te oía y eso la mantuvo expectante de que sería de su vida, aunque ni de ese Dios ya escuchaba respuesta.
Ella seguía de pie por aquel ser pequeño que le pedía atención, dulces comida, tareas, colores y cartulinas.
Que por aislarse tanto en ocasiones ni eso suplía.
Comenzó a buscar en todo lo que el mundo ofrecía, reuniones, «amistades» comida y bebida. Pero en nada encontró la respuesta para salir de la obscuridad que vivía, así paso algo de tiempo y un día ese ser pequeño ya no lo era tanto, dejo de demandar colores y plastilina, ahora eran carpetas, maquetas, y que se le tomara en cuenta, de tal forma que un día soltó las palabras que su mamá necesitaba para romper con ese círculo de dolor que abrazaba.
Estrella: ¡Si vas a seguir así no quiero vivir con él, pero tampoco contigo!!!!
Mariam: me quede fría como tictokers challenge después de vaciarse la cubeta con hielo pues se me escapaba de las manos lo que creía había mantenido.
Mariam; fue así como logre salir de esa penumbra en que vivía en ese aparentar y ser quien no sentía, de pronto me escuche diciendo; ¿pero ¿qué es lo que dices hija? si siempre he estado contigo!!! y estas mismas palabras resonaron dentro de mi corazón cuando me preguntaba ¿dónde estás Dios? ¿Por qué no me has respondido?
Mariam: me estremecí pues escuche la voz misma de mi creador diciéndome yo aquí he estado, pero tú no me has atendido, te olvidaste de escuchar todas las veces que intente hablar contigo y trate de demostrar que de tu lado no me he ido.
Dios siempre está atento, pero como todo un caballero jamás entrara a tu vida si no le llamas, él nos ha dado a su hijo Jesús como prueba fiel de su voluntad hacia nosotros. Solo debemos estar atentos y Él de la manera más inesperada te hablara.
Mariam; es curioso como nuestro Señor nos presenta a personas que llegan a ser un parte aguas en tu vida, les quiero contar la forma en que le recibí.
Un día tras terminar una reunión escolar de mi hija me dirigí a comprar algo en la cooperativa mientras terminaban las clases de natación de Estrella y justo al sentarme me percato de una señora al fondo con su distintivo de una empresa multinivel, en mi interior quería salir corriendo pues estas personas son demasiado insistentes para que vendas lo que ellos venden.
Pero no me quedo de otra más que saludar, sonreír y dejar mis pintaderas en su lugar.
Para mi sorpresa y asombro esa persona no saco sus folletitos de reclutamiento, al parecer recibió una orden de su jefe de sacar un libro rosa muy bonito (la biblia), rallado en su interior más que las paredes del parque.
Me hablo de unas historias muy bonitas que me parecían un tanto conocidas y de esa platica de casi dos horas salió una bonita amistad, pero sobre todo me comprometí a conocer más a aquel que con tanta paciencia siempre estuvo conmigo y al sentir su caminar comencé a buscar el ritmo y comencé a ver las cosas como antes no lo hice.
Pero que creen si me termino inscribiendo a su empresa más adelante jaja, Ángela a sido esa sal y pimienta, quien me recuerda quien soy, pero también me corrige y hace ver lo que no debo ser.
Mariam comenzó a soltar perdón por quienes ella decía la habían metido en ese sótano, y comenzó a sonreír sin dolor, pues quería imitar a aquel que tanto la espero y nunca le reprocho su falta de interés.
Ahora Mariam busca ser como aquel que vino a ser ley una regla de oro que no cualquiera puede romper.
Mariam: en esta etapa de mi vida Dios me presenta a Sullivan, hombre de apariencia ruda, pero un corazón enorme, servidor y temeroso de Dios, que cada que me ve sonríe cuando él decía que no sabía hacerlo, cada mirada que cruzamos deja ver el brillo que solo Dios pudo haber puesto en ambos, es lo que le llamo oraciones contestadas, tras haber pasado por errores y cosas no gratas, tenemos un Dios de misericordia y súper detallista y atento porque cada detalle que pides lo pone en las personas que acerca a tu vida, esto cambia mi expectativa respecto a un hombre y una familia, ahora solo puedo ver la oportunidad de Dios llevándome hacia donde yo tanto le pedía, seguirle conociendo y sirviendo al lado de alguien que quiere lo mismo, y aquí me mantengo creyendo, pues donde Dios te contesta nadie puede argumentar lo contrario.
Cuando estamos en Cristo Jesús, él redirecciona todo, él se vuelve esa brújula que guía nuestro camino, y nos pone a las personas que necesitamos en nuestras vidas.
Mariam comenzó a prepararse más en la palabra de Dios para que su testimonio pueda ayudar a más mujeres a valorarse cuan hijas de Dios porque cuando lo desconocemos permitimos que cualquier persona nos ponga una etiqueta, un valor, una medida, incluso nosotras mismas podemos devaluar nuestro ser al no tener clara nuestra identidad como hijas del Rey de Reyes y Señor de Señores.
Conoce tu medida, conoce tu valor, porque siempre habrá personas que no lo logren ver y te hagan titubear sobre lo que realmente vales, pero si a nuestro señor Jesús le paso nos puede pasar a nosotros;
Cual oro brillante y reluciente así estaba el delante de todos, mostrando su grandeza y gran valor y quien le vio y lo tuvo a su lado no lograron ver lo invaluable de su presencia.
¿Quién es el decían todos capaz de no mostrar odio a los que le lastimaron, difamaron y humillan?
¿Quién será aquel hombre de quien adquirió tal carácter y esplendor?
¿Quién será aquel que lo envió y con qué motivo o razón?
Mariam hoy sigue buscando el carácter de aquel que le regreso la vida y la sigue acompañando en cada paso.
¿Y tú sabes tu valor?


Una lectura de Borges (La flor de Coleridge, capítulo de su Nueva antología personal.)
Me ha llevado a un libro muy corto que os voy a recomendar: El pais de los ciegos, de H.G. Wells. Borges, también autor de una meritoria y conocidísima obra sobre la ceguera (confieso que no la he leído), era un admirador de Wells, al que consideraba un «narrador admirable»; y muy superior a Julio Verne, por razones que no voy a señalar, para no distraernos del asunto que me lleva esta publicación.
Cuando uno está convencido de que lee bastante es fácil que se dé de bruces con la negación a esta creencia, y eso es exactamente lo que me suele pasar a mí, también con este escritor, ¡una vez más en mi vida!: yo no había leído nada de Wells; ni siquiera sabía que era el autor de La maquina del tiempo, ni de La isla del Dr. Moreau…Vergonzante, pero cierto.Así que he disfrutado de esta pequeña y gran obra en una mañana de domingo. Y os aseguro que, después de esta experiencia, y teniendo en cuenta quién los recomienda, Borges, nada menos,no voy a parar de leer los libros de Wells
Es tan corto el relato que no vale la pena desvelar la trama en una reseña que, si me descuido, puede ser más larga que el cuento.
Si que os digo que he reconocido inmediatamente a Platón, y su mito de la caverna. Pero con una diferencia: el protagonista no escapa de la oscuridad de la caverna para llegar a la luz y llegar a cegarse con ella.Es justo al revés: viene de la luz y corre el peligro de acabar ciego.
Un saludo a todos.
Por Francisco Javier Palma Sellés.
¡ Hola Bienvenida !

Ma. Azucena Macías Sanchez








excelente historia de superación personal, excelente escritora ✨
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