No Adelantes Tus Tiempos.

Toma un tiempo de reflexión para abrazar tu tranquilidad, piensa lo qué pasó en tu día, que momentos te trajeron alegría, que momentos te estresaron o frustraron.

También tómate un momento para expresarle a Dios las bendiciones que tuviste, y los retos que enfrentas, por qué Él esta contigo, enfrente de ti.

En este tiempo perdonarte a ti y a otros. No eres perfecto y cometemos errores, tal ves existan palabras duras  cuando consultes la palabra de Dios, que te van a confrontar en tu manera de vivir, con tus hábitos y valores, dónde te haga ver que estás alejado de Dios.

Que necesitas fortalecer tu fe, pasar mas tiempo con Él y meditando en Su palabra y poniéndola por obra , no será fácil y tardará algún tiempo en que puedas ver los cambios, pero créeme los verás.

Sabrás que si crees y confías en el Señor las oportunidades se empezarán a presentar, y tendrás el poder de elegir cambiar y transformarte o seguir en tu  zona de confort. 

Este tiempo posiblemente sea de entrenamiento, déjame te explico.

Tal ves te parezca raro lo que te voy a decir pero ahí te va, es acerca de qué nunca debes adelantar tus tiempos, hasta que estés preparado. 

Podemos irnos a la historia de David dónde el estuvo muy lejos de tener «suerte» cuando se enfrentó a Goliat y lo derroto, él practicó lanzar una piedra con su honda durante años, cuando se vino el tiempo el sabía exactamente qué hacer.  

En todos esos años de preparación el gigante Goliat no se hizo más pequeño o débil, simplemente David se hizo la persona adecuada para ganar la batalla.

Las circunstancias difíciles que tal vez estás atravesando te preparan para cuando algo extraordinario se te presente, vas a ser la persona que necesitas ser.

Le dirás a Dios gracias, gracias por que esto es mucho más por lo que yo había orado, confía, confía en el plan que tiene Dios para ti.

El que los llama es fiel, y cumplirá todo esto.

1 Tesalonicenses‬ ‭5‬:‭24 DHH

La importancia de la guía de Dios a nuestra vida, muchas veces nos sentimos sobrepasados de nuestras decisiones y retos, en esos momentos es fácil sentir duda o temor sobre el camino que tenemos enfrente.

Ríndete pero a Dios, descansa en Él, recuerda la promesa de Él de guiarnos por el camino correcto. Proverbios 3,5,6 

Deja un comentario