Un día amaneces decidida a poner todos los límites que no habías puesto, no, no a los demás, a ti.
Ya no estarás dispuesta a todo por los que amas y no te aman, ya no estarás para quien no está, ya no te darás a quien ni un saludo te da, ya no escucharás, ni irás, ni pedirás, ni esperarás, ya no responderás mensajes de quién constante de deja en visto e ignorado, reservarás tu tiempo para quien lo sepa valorar; ya no estarás para quien te ve como nopal, solo te visita cuando tienes tunas y necesita de esas tunas.

Tal vez te digan que eso no es amor incondicional, pero la única persona que merece tu amor incondicional eres tú.
Esas respuestas y faltas de respuesta te hacen sufrir, la gente no lo sabe o no le importa.

Ponte límites, deja de hacer eso que te causa dolor, incomodidad, expectativa.
Los conceptos han cambiado porque la gente ha cambiado, tal vez a ti te educaron de una forma muy distinta de lo que hoy se estila y llegas a sentir que no encajas en este mundo, si, si encajas, pero no con todo el mundo sino con aquellos que se parecen a ti… y está bien.

Esta bien si tu círculo de amigos no es inmenso, si incluso los consanguíneos con quienes empatizas son pocos, aún siendo del mismo tronco, todas las ramas y hojas son distintas y se mueven en distintas direcciones con el viento.
Tú eres indispensable para ti, los demás son opcionales.

©️Viajera Sin Rumbo 2024.