Primera Parte.

Por Hugo Rodríguez Barroso

Nos hemos ocupado del tema de los Valores y de la Cultura como pilares de la Sustentabilidad Individual. Huelga decir que ambos nos llevan sin mayores esfuerzos a desenvolvernos en un ambiente de civilidad.

Y pese a que existen casos concretos de sociedades que no cuentan con una cultura suficientemente sólida, pero sí con un nivel satisfactorio de civilidad, es que vale destacar ahora que el orden y el respeto son, a su vez, elementos destacadísimos para vivir en civilidad.

Hemos hablado sobre el rol que juega la educación en el orden y el respeto dentro de las sociedades civilizadas. Pero de nueva cuenta caemos en la argumentación de que la educación no es sinónimo de escolaridad. Son innumerables los ejemplos que podríamos tener a la mano, y en la mente, sobre personas que cuentan con un alto nivel socioeconómico y de escolaridad, pero que viven un día sí y el otro también en la incivilidad. Principalmente por falta de respeto hacia los demás.

Desde la forma como disponemos de los residuos sólidos municipales y la basura en general, hasta el actuar en nuestras profesiones con la práctica del mínimo esfuerzo, o la desatención hacia los demás durante la convivencia social.

La falta de respeto genera desorden interpersonal, desorden masivo y social, informalidad, conflicto, pugnas y agresión o violencia.

El compromiso que implicaba antaño extender nuestra palabra para sellar una acción futura en forma de compromiso, parece ser irrelevante ya. La “palabra” como tal, no existe más;

porque el honor se ha diluido – y en algunos casos severos extinguido. Recuerdo cuando en la época de nuestros padres la palabra era más potente que la firma. La firma era una mera formalidad, pero la solemnidad venía de la palabra, que era evocación pura del honor y de la dignidad del emisor mismo. Y para remarcar su importancia, en ocasiones se resaltaba más, al añadir con fuerza y elocuencia: “¡palabra de honor!”.

¿Había entonces más civilidad?

¿Acaso la modernidad ha mermado la civilidad?

¿Cómo podemos vivir en civilidad cuando las mayorías viven en entropía?

Creo que la fórmula se basa precisamente en regresar a la Sustentabilidad Individual. Pues entraña de hecho respeto y orden. Antes que nada en el ámbito personal – aquí resulta fundamental que el nivel de compromiso con uno mismo sea total. Luego en la vida familiar, grupal y comunitaria, para que en la misma dinámica, repercuta a lo nacional y global.

Así que es conveniente hacer aquello que es más efectivo y productivo por lo pronto: comenzar con nuestra individualidad, comenzar por tener respeto a nosotros mismos. Y aunque en tiempos de la modernidad, pareciera una tarea harto complicada, porque se confunde con banalidad, arrogancia y hasta narcisismo enfermizo, en realidad no lo es, solo requiere de convicción y compromiso para comprendernos con humildad y para cambiar. Al respetarnos a nosotros mismos, en el sentido estricto, entonces respetaremos a los demás en consecuencia.

Para ubicar a nuestros actos en un marco de respeto hacia los demás, lo más práctico es conducirnos con el prójimo en la forma en que nos gustaría que se conduzcan con nosotros.

Esto empero, no es un cheque en blanco para las personas que nos prestan algún servicio, público o particular, que incumplen con los estándares mínimos de calidad y desempeño en una relación de servidor – ciudadano / cliente. Bajo tal caso debemos reaccionar con rigurosidad para que la contraparte cumpla con eso que conforma su “manifiesto”.

Conducirnos con respeto hacia los demás, y exigir a quienes nos prestan un servicio, que lo hagan con el nivel de calidad por lo que cobran nos haría más dignos. Es una obligación que debemos asumir, de lo contrario, el abuso se convertirá en forma y la forma en costumbre:

siendo que la costumbre en el presente, hace norma en el futuro. Un compromiso que tenemos con nuestra sociedad, nación y con el mundo entero, bajo el único afán de generar orden y coadyuvar a que prevalezca el Estado de Derecho. En caso contrario, cualquier esfuerzo por salvar al planeta será infructuoso.

Respeto es también exigirnos el máximo a nosotros mismos, porque el potencial del ser humano es enorme, partiendo de su creatividad y siguiendo por su capacidad de concretar; después viene el exigirle a los demás. Pero más aún, el respeto se consagra en nuestra actuación frente a los adultos mayores y ante la sociedad.

¿En dónde radica la mayor fuerza que le da civilidad a una sociedad?

Las grandes civilizaciones han tenido un común denominador que les ha permitido mejorar, avanzar, consolidarse, evolucionar: sus adultos mayores. Porque los han procurado y escuchado, los han consultado y obedecido, porque les han concedido un legítimo reconocimiento a su sabiduría y experiencia.

Porque no ha habido duda sobre su nivel de compromiso y amor a la vida, a la tierra y naturaleza que los vio nacer y forjar un legado. A ellos, los adultos, y a los otros, los sujetos en consecuencia. Las instancias creadas en Consejos de Ancianos, inclusive, han llegado a ejercer el poder o a tener una participación determinante en la toma de decisiones, a erigirse como liderazgo natural de los pueblos y comunidades, no solo influencia.

(Continuará).

Por Adriana Cázares

Oportunidad es el instante o plazo que resulta propicio para realizar una acción. Es el momento a partir del cual una determinada acción puede lograr un gran cambio significativo en nuestras vidas.

La palabra oportunidad es de origen latín oportunitas, formada por op que significa “antes “, y portus que expresa “puerto”, es decir, “delante del puerto”, y es una frase que explica las diversas opciones que tiene un marinero o un navegante al momento de llegar a un puerto seguro, de hacer cosas o actividades, y saber aprovecharlas porque no sabe cuánto tiempo puede durar nuevamente navegando en el mar.

El momento propicio para navegar es cuando la marea sube, si no lo barcos no pueden salir, si se pierden de esa marea alta tienen que esperar mucho tiempo y pierden dinero de la pesca y de la comercialización con otros mercados.

Y así como los marineros pierden al no estar atentos a su oportunidad de zarpa, así nosotros atrasamos el alcance de nuestras metas si no aprovechamos la oportunidad que se nos presentan en la vida.

Nos arrepentimos más por esas cosas que no hicimos que por las que hicimos.  “No te preocupes por los fracasos, preocúpate por las posibilidades que pierdes cuando ni siquiera lo intentas “

Muchas veces las oportunidades vienen disfrazadas de problemas y tenemos que tener un factor súper importante llamado FE, creer que las cosas se pueden lograr.

La vida está llena de obstáculos y oportunidades y está en nuestras manos superar los retos y aprovechar todo lo que el universo tiene para ofrecernos. Como dijo Nelson Mandela, “Todo parece imposible hasta que se hace”.

La buena noticia es que mientras sigamos vivos las oportunidades siempre se presentan.

¿Acaso no tenemos oportunidad a cada momento? ¿Acaso no tenemos todos los días un momento para realizar una acción que nos sea de beneficio? 

Que emocionante y esperanzador es saber que no importa cuál sea nuestra situación actual, hoy tenemos una nueva oportunidad para mejorar nuestras vidas.

¿Entonces las oportunidades llegan o las provocamos? Yo creo que ambas son correctas, podemos tener frente a nosotros una gran oportunidad, o bien la oportunidad nos sorprende al buscarla.

Las oportunidades siempre van a estar a ahí, pero tenemos que estar preparados para tomarlas. Debemos de cultivar diariamente todos los aspectos de nuestra vida, la parte mental, espiritual, emocional, física y económica.

Debemos desarrollar hábitos positivos, mentalidad positiva, educarnos, estar sanos, rodearnos de gente que sume a nuestras vidas. Tener una vida lo más balanceada posible.

Tener claro qué queremos, cuáles son nuestras metas y qué nos hace felices. Estar en un estado de presencia en el aquí y en el ahora.

Ser valientes, atrevernos a atravesar el estado de incertidumbre cuando la oportunidad se presenta, tú no sabes si las cosas van a salir bien o mal, pero hay que vencer nuestros miedos y tomar el riesgo.

El compromiso de ir en dirección de la realización de tus sueños es contigo, no es con nadie más. Ten confianza, valor, amor y se fiel a tu propio corazón.

Ahora te comparto 5 consejos para aprovechar las oportunidades cuando llegan a nuestras vidas.

1.- Cada día es una hoja en blanco: Si has tomado malas decisiones en tu vida, recuerda que hoy es un nuevo día y puedes empezar de nuevo. Quizás al principio no veas cambios muy notorios con tus acciones, pero si las acumulas el tiempo suficiente, harán de ti una persona mejor en el futuro. Sí deseas mejorar tus finanzas, qué oportunidad tienes hoy en tus manos para hacerlo: ¿Ahorrar un poco hoy? ¿Leer un libro o tomar un curso que mejore tus destrezas? ¿Emprender un negocio que te de ingresos extras?

2.- Acciona: Me encanta una frase que dijo, Erick Barrondo, medallista olímpico.  “A nosotros no nos despertó el sol. Cada día lo fuimos a buscar” Cuanto más pasos demos, más cerca estaremos de las oportunidades que buscamos. Tú puedes acelerar tus oportunidades si le metes acción.

3.- Concéntrate en los procesos no en los resultados: El proceso son los pasos que debes seguir para alcanzar tus metas, síguelos consistentemente, esos son lo que te llevarán a los resultados.

4.- Se estratégico: Concentra tu energía, busca oportunidades donde tienes experiencia, talentos, campos de acción, donde puedas hacer más en menos tiempo. Distingue tus principales fortalezas y enfócate en ellas, de esta forma reconocerás más fácilmente tus oportunidades y te sentirás más seguro para tomarlas.

5.- Persevera: No te desanimes si no ves las oportunidades de forma clara, sigue. Si perseveras lo suficiente no sólo lograrás lo que te propones, sino que las oportunidades te alcanzarán.

En agosto de 1987, Howard Shultz se enfrentó a una de las decisiones más difíciles de su vida, el ya tenía una cafetería llamada ll Giornale, y le ofrecieron venderle otras 2 cafeterías por 1 millón de dólares, no tenía el dinero, pero pensó: ¿Qué va a pasar si no salgo de mi zona de confort y no me arriesgo, perderé la oportunidad, y si está fuera una puerta que me abre Dios?

Si no lo aprovecho este tema me estará dando vueltas en mi cabeza por el resto de mi vida, siempre me estaré preguntando qué hubiera pasado si me hubiera arriesgado. Pero Howard no contaba con el millón de dólares, así que ofreció cómodas cuotas de $25,000 dlls que sacaría de la cafetería que ya tenía.  

5 años después, en 1992 las acciones de esas cafeterías salieron al publico en 272 millones de dlls.

Hoy en día Starbucks es una de las cadenas más exitosas y millonarias del mundo, actualmente hay un Starbucks casi en cada esquina.

En el campo de los negocios a las oportunidades perdidas se les llama costos de oportunidad. Si Howard Shultz no hubiera comprado esas cafeterías, se hubiera ahorrado 1 millón de dlls pero los costos de oportunidad hubieran sido altísimos.

¿Qué costos de oportunidad nos hemos perdido en la vida que hoy lo estamos lamentando?

A cuántos de ustedes les gusta ser prudentes y conservadores ¿Saben algo, hay momentos en la vida en que la prudencia se debe dejar de lado? Tiren lo conservador y prudente al cuerno por una vez en la vida.

Lo único que existe entre TÚ y tu sueño es una excusa, ¿Cuáles son tus excusas?

¿Estoy demasiado ocupado?

No tengo las cualidades

No tengo dinero

Tengo muchos problemas

Tengo una noticia de última hora, nunca tendrás menos problemas de los que tienes ahora, ni más dinero, ni más capacidad, ni más tiempo.

Nunca vas a estar suficientemente preparado para realizar las cosas, ábrete paso, aprende haciéndolo, prepárate y sigue.

Este es tu momento, siembra tu semilla, aprovecha tus oportunidades,

Tal vez cambies varias veces, pero empieza.

De vez en cuando Dios le regala al mundo hombres y mujeres locos, Dios tiene que hacerlo, son los que tienen otra óptica, otra perspectiva de la vida, son los Valientes, los que dicen y porque no

¿QUÉ PUEDO PERDER?

A veces, en la vida, nos quejamos por muchas cosas sin darnos cuenta de que somos la razón de que esas cosas no sucedan. Sé proactivo, atrévete a hacer y no sólo a desear. Cuando una oportunidad se te presenta y no tomas la iniciativa porque no crees estar listo, terminas por no hacer nunca nada.

Por Lorena Leal Aguilar

Es fácil decirle a alguien perdona, o decir ya te perdoné. Pero en ocasiones el perdón es diciéndolo de una manera superficial. Hay quienes dicen perdono, pero no olvido. Pero realmente sabemos cuál es el valor de perdonar, ¿Sabemos que es el perdón?

El perdonar es una decisión, no un sentimiento. Dios nos mostró que el amor perdona todo; aun siendo rateros, adúlteros, fornicadores, mentirosos, idólatras.

Él perdonó a todos, él sabía que en la humanidad había maldad y en el Antiguo Testamento nos muestra cómo se enoja, pero por amor y compasión salva a la humanidad dejando que siguiéramos en este mundo.

En el Nuevo Testamento nos vuelve a dar una oportunidad enviando a su hijo, para que a través de Él seamos justificados, porque Él sabe que pecamos; su amor, misericordia y compasión por nosotros puede más que su enojo.

Lastimosamente nosotros somos tan orgullosos, que por la falta de perdón es que se destruyen familias, amistades, matrimonios; por ese orgullo tonto

Dice la palabra, cambia tu manera de pensar y cambiara tu manera de vivir

2No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta.

ROMANOS 12.2

Si realmente cambiamos nuestra manera de pensar y dejamos todo orgullo, podemos vivir felices; porque el perdón trae paz, felicidad, salud, tranquilidad; esto para nosotros mismos, dejamos de cargar pesos muy pesados. El modelo de este mundo dice “el que me la hace, me la paga”.

Hay rencor, y eso trae enfermedad. Hay gente con cáncer en los huesos, enfermedades. Toda enfermedad viene del alma.

22El corazón alegre constituye buen remedio; Mas el espíritu triste seca los huesos.

PROVERBIOS 17:22

lo dice, hay gente que no sana y tiene enfermedad tras enfermedad porque no perdona, porque no se perdona ni a sí mismo.

El perdón no sólo es para los que nos hicieron daño, sino a nuestra persona, a nuestros padres, hermanos. Nosotros atamos situaciones, y eso se convierte en enfermedad.

2Amado, yo deseo que tú seas prosperado en todas las cosas, y que tengas salud, así como prospera tu alma.

3 DE JUAN 1:2

Dios quiere que seamos prosperados en todo, incluso en la salud, así que el Señor no castiga. Él dice te quiero ver prosperado, así como próspera tu alma. De quién es decisión, sólo de nosotros.

En cada uno está el perdón. Un perdón sincero, un perdón real, desde raíz, no importa lo que pasó ayer, todos hemos pecado, hemos actuado mal, nadie está exento, debemos vernos con misericordia, pero sobre todo con amor, como lo describe Pablo en su carta a los Corintios

4El amor es sufrido, es benigno; el amor no tiene envidia, el amor no es jactancioso, no se envanece; 5no hace nada indebido, no busca lo suyo, no se irrita, no guarda rencor; 6no se goza de la injusticia, mas se goza de la verdad. 7Todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta.

8El amor nunca deja de ser; pero las profecías se acabarán, y cesarán las lenguas, y la ciencia acabará. 9Porque en parte conocemos, y en parte profetizamos; 10mas cuando venga lo perfecto, entonces lo que es en parte se acabará. 11Cuando yo era niño, hablaba como niño, pensaba como niño, juzgaba como niño; mas cuando ya fui hombre, dejé lo que era de niño. 12Ahora vemos por espejo, oscuramente; mas entonces veremos cara a cara. Ahora conozco en parte; pero entonces conoceré como fui conocido. 13Y ahora permanecen la fe, la esperanza y el amor, estos tres; pero el mayor de ellos es el amor.

1 CORITIOS 13.4-3

Cuando tomemos la decisión de amar y de perdonar realmente, seremos prosperados, restauraremos amistades, relaciones de padres e hijos, matrimonios, hermanos, amigos, todo será diferente, incluso nuestra salud. 

El pedir perdón y perdonar tienen un gran poder en nuestra vida, sólo nosotros somos prisioneros de nosotros mismos, cambiemos de forma radical. En ocasiones creemos que tenemos una manera de vivir y de pensar y nos aferramos a eso, pero si dejamos esa vieja manera de pensar y razonamos, vemos que tenemos más oportunidades de una vida mejor, porque eso es lo que quiere Dios para nosotros, que disfrutemos de una buena vida, en salud y prosperidad, y los únicos que nos alejamos de esa bendición somos nosotros mismos, con nuestro orgullo tonto y falta de reconocimiento a nuestra falta, así que hagamos una lista de a quién debemos pedir perdón y ya vivamos esa vida en prosperidad.