El Amor Construye Familias.


Dios creó con amor la institución de la familia y la tiene en alta estima, tanto física como espiritualmente.

Génesis.1:28

Dios diseñó el matrimonio en forma única con todos los elementos para añadir y multiplicar familias.


Uno de sus grandes propósitos para el matrimonio, es la partida y el vínculo que forman una nueva unidad familiar, constituida por la unión de un hombre y una mujer de hogares diferentes.


El matrimonio también es un ambiente creado por Dios para multiplicarse y reproducir la vida mediante el nacimiento y la crianza de los hijos.


El amor matrimonial viene con planes incorporados de construcción y expansión iniciados por aquél que desea que le demos una descendencia de parte de Dios a través de nuestro amor mutuo (Mal. 2:15)


Esta nueva familia que han creado al casarse no es sólo un componente básico de la sociedad. La unión entre ambos y sus hijos es un testimonio del Dios vivo, quien sigue añadiendo y multiplicando Sus bendiciones en las familias terrenales que expanden Su familia celestial.


El matrimonio y los hijos, son un testimonio vivo de la bondad de Dios.
El matrimonio sujeto a Dios es vencedor, Dios no pierde ninguna batalla.


Según la Biblia, Dios instituyó el matrimonio, como reflejo de Su amor redentor en la persona de Jesucristo, para refinar así nuestro carácter, para crear una comunidad humana estable en la cual criar hijos, y para llevar todo ello a cabo a través de una unión estable en el seno de parejas de distinto sexo.


El objetivo principal del significado del matrimonio es proporcionar tanto a casados como a solteros una visión del matrimonio desde la perspectiva de la Biblia.

Así servirá para que los casados corrijan ideas equivocadas que pueden estar afectando negativamente a su matrimonio. Y será igualmente de ayuda para las personas solteras obsesionadas en exceso por casarse o que rechacen hacerlo con una actitud destructiva.


Por otra parte, un libro con base bíblica, ayudará siempre al lector a tener una noción más adecuada de a quién debe considerar como una posible pareja.


Cuando nos enamoramos por primera vez, los anhelos que surgen en nosotros, son anhelos que ningún matrimonio puede satisfacer (no hablamos de matrimonios fracasados, sino de los mejores matrimonios posibles).


La forma en que respondemos a este hecho de la existencia humana, determinará el curso, no sólo de nuestro matrimonio, sino también del resto de nuestra vida.
Tenemos tres opciones:

  • Culpar a nuestro cónyuge y buscar otra pareja
  • volvernos cínicos y desilusionarnos del matrimonio
  • Darnos cuenta de que si encontramos en nosotros un deseo que ninguna otra persona puede satisfacer en este mundo, la explicación más lógica es que fuimos creados para otro mundo.

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